Vale, ahora sí creo ciegamente en todos estos temas, acabo de ver esta foto y me he quedado muchamente acojonado ya que tuve una novia genéticamente clónica a la de la izquierda, pero con más tetas. Hostia, pero exactamente igual. Lo "sobresubnormal" del tema es que estaba un poco obsesionada con los temás que se tratan en este hilo, y no había semana que no estuviera metida en algo raro, como grabaciones, seminarios de miedito, etc. A mí me importaban una mierda sus locuras, pero las aguantaba con tal de follarla, como todo hombre de bien. El caso es que se entusiasmaba un huevo contándome sus paranoias (mientras yo la ignoraba poniendo cara de interesado), pero recuerdo vívidamente cómo una noche me contó que ella en persona había tenido una experiencia "parasubnormal" en la casa que los padres tenían en un pueblo perdido en la endogámica Jaén. Mientras hablaba, yo trataba desesperadamente de tocarle las tetas, pero sólo me llevaba manotazos más fuertes a medida que se iba calentando con su historia. Resulta que en la casa de los padres había una habitación donde había muerto una tía abuela suya con noventa y pico años, que era una mezcla entre Sauron y Hannibal Lecter con el aspecto de Terele Pávez, o sea, una hija de la gran puta con pedigrí oficial. Una vez muerta, para alivio de los familiares, la señora (siempre según el objeto de mis tocamientos tetiles) tenía por costumbre visitar su habitación todas las semanas siguiendo siempre la misma rutina: siendo de madrugada, sonaba siempre una cajón de la cómoda, se oía un joyero que se cerraba, y por último, dos o tres pasos renqueantes. Según parece, trataron de grabar los eventos poniendo una cámara de vídeo en la habitación, pero cuando la ponían no pasaba nada, eso sí, había por lo visto un buen número de grabaciones de sonido, siempre desde fuera de la habitación, que "probaban" el tema. A mí, la verdad es que me importaba poco y me lo creía menos, a pesar de que oí las grabaciones. Para mí sonaban a los típicos ruidos de una casa palurda de un pueblo palurdo, pero unas tetas como aquéllas EXIGÍAN mi credulidad y mi fe más absolutas. Ni que decir tiene que me la follé poquísimas veces, y que cuando un día osé poner en duda sus creencias de manera "un poco brusca", me mandó a la mierda maldiciendo mi escepticismo, mi calvicie incipiente, y mi olor genital.
Todas putas.
¿Tú usas Timotei?