Me ha pasado algo que ha reforzado para mí la creencia en subnormal activity.
En mi casa faltaba una tapa de cacerola que me gusta mucho, es como de hojalata y con muchas aberturas en espiral y sus agujerillos. Encaja perfecta con mi cazo preferido.
Pues que no está no está, y ahí voy. Es que no he pensado ni un segundo en espíritus, me ha entrado un miedo real, que habrá entrado el dueño y se ha llevada la tapa esa antigua, que igual era de su abuela.
Menuda rayada.
Y pensé, me voy de aquí. Busqué la tapa en los armarios no estaba, me dio miedo real, que hubiera entrado alguien y se hubiera llevado la tapa esa en plan película de terror.
Y deambulé angustiada por mi guarida buscando la tapa porque no me quería creer que tenía que buscar otra casa, con cabreo opacado por desolación.
Y de repente (rezando a san Antonio) aparece la tapa entre la encimera y la nevera, ahí al fondo la he visto.
No todo son fantasmas y en este caso sabía que no lo eran, estaba convencida.
Pero haberlos... Haylos