Aun así yo siento cierto escrúpulo a la hora de tirarles los trastos a las que tienen pareja, más que nada por reciprocidad, porque no me gusta que se intenten follar a mi novia. Pero como el mero hecho de que a mí no me guste, no significa que no lo hayan intentado, ergo, les tiros los trastos.
Aunque siempre jode ver la cara del pobre gilipollas cornudo... Es más triste que la de un perro abandonado.