Granada-Madrid en Ave son tres horas y cinco minutos o tres horas y veinte minutos, según los horarios de salida. Por carretera, respetando los límites legales de velocidad, son cuatro horas y veinte minutos, que varían notablemente si te metes en la capital en horas de mucho movimiento.
Pero lo que no se hace nunca es sumar a las horas del desplazamiento en tren, bus o avión, todo el tiempo extra que requiere. También los costes, ya puestos. Siguiendo con el ejemplo del Ave, para estar subido en el vagón, chucuchú sobre la vía, tienes que salir con el tiempo suficiente para pasar el arco de seguridad y no quedarte en tierra. Este trámite te lleva unos diez minutos, pero para aguardar tu turno en la fila y meter los trastos por el detector de metales, tienes que salir con tiempo de tu casa. Desde un barrio de Granada pueden ser 15 o 20 minutos en taxi, pero los tiempos se van incrementando si vives en los alrededores. Si eres de Motril, Baza, Guadix, pasamos a la media hora, 45, 50 minutos de trayecto.
Luego hay que hacer el mismo recuento una vez llegado a Atocha: elegir tu siguiente transporte y meterle otros cuantos minutos hasta tu destino. Porque nadie se queda en Atocha, no? Llegado este momento, también es importante añadir que te toca cargar con el equipaje un ratito. Al final, ¿tiempo total de puerta a puerta? Lo mismo que en coche (si no más) y encima cargando maletas.
Así que SÍ, con un coche compras tiempo. Cuántas veces, esperando un transbordo en cualquier estación habré pensado que con un coche ya estaría en mi casa.
De la comparativa de costes es mejor ni hablar. Para un desplazamiento ocasional, el Ave está bien, pero ya en ida y vuelta no compensa.