Teoria de parafilias segun profesion.

general bastardo

Tuneador en HERTE
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ah que si eres pastor te follas cabras, jajaja que gracioso majete. no no no, la cosa deriva en algo mas enrevesado.
no me extrañaria que un tio que trabaja en limpieza sus cojones acaben virando hacia una demencia transexual donde cague o le caguen en la boca y acaben retozando en mierda, porque asi el dolor de cerebro implicito en una tarea que le lleva mas de un cuarto de su vida y es su sustento encuentra una via de escape y haya la paz interior. explicar el porque ese nexo entre profesion y practicas sexuales parafilicas es un misterio, pero a nadie con un minimo de inteligencia y sensatez se le pasa por alto que esto ocurre. yo por ejemplo, como explique hace poco, soy un alto ejecutivo y entre mis obsesiones se encuentran el dejar todo bien ordenado, cuadriculado, fijado. asi empece con el rollo de los tacones, al principio era un fetiche cuando follaba con hembras humanas, pero ahora ya la cosa ha degenerado y mi tiempo libre lo dedico a pasear por la seccion de calzado femenino del corte ingles, donde me deleito viendo esos mostradores perfectamente alineados y colocados y ademas me entra el sudor frio imaginado que ejerzo la presion para colocarselos a la dama y queden ahi bien puestos, sujetos. creo que se me ha ido el casco para atras.

vosotros imagino que habreis desarrollado tambien algo asi, o en su defecto habreis elucubrado este tipo de hipotesis, a ver si podemos hacer un tratado de profesion-parafilia y su razon. en especial me gustaria que ILG se pronunciara sobre el tema, ya que ha vuelto definitivamente y ademas esta muy dicharachero.

pues eso es todo, pueden seguir masturbandose, gracias.
 
Creo que le entiendo, el crysis 3 me va a tope super fluido en el ordenata y me pongo tan palote cuando juego que ni con teenfuckr :shock:
 
general capullo rebuznó:
ah que si eres pastor te follas cabras, jajaja que gracioso majete. no no no, la cosa deriva en algo mas enrevesado.
no me extrañaria que un tio que trabaja en limpieza sus cojones acaben virando hacia una demencia transexual donde cague o le caguen en la boca y acaben retozando en mierda, porque asi el dolor de cerebro implicito en una tarea que le lleva mas de un cuarto de su vida y es su sustento encuentra una via de escape y haya la paz interior. explicar el porque ese nexo entre profesion y practicas sexuales parafilicas es un misterio, pero a nadie con un minimo de inteligencia y sensatez se le pasa por alto que esto ocurre. yo por ejemplo, como explique hace poco, soy un alto ejecutivo y entre mis obsesiones se encuentran el dejar todo bien ordenado, cuadriculado, fijado. asi empece con el rollo de los tacones, al principio era un fetiche cuando follaba con hembras humanas, pero ahora ya la cosa ha degenerado y mi tiempo libre lo dedico a pasear por la seccion de calzado femenino del corte ingles, donde me deleito viendo esos mostradores perfectamente alineados y colocados y ademas me entra el sudor frio imaginado que ejerzo la presion para colocarselos a la dama y queden ahi bien puestos, sujetos. creo que se me ha ido el casco para atras.

vosotros imagino que habreis desarrollado tambien algo asi, o en su defecto habreis elucubrado este tipo de hipotesis, a ver si podemos hacer un tratado de profesion-parafilia y su razon. en especial me gustaria que ILG se pronunciara sobre el tema, ya que ha vuelto definitivamente y ademas esta muy dicharachero.

pues eso es todo, pueden seguir masturbandose, gracias.


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Aunque el arquetipo de sexo en la oficina está muy manido,es mi favorito.El tío tiene poca pinta de oficinista,pero la putilla le pone "impliación".




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(Juraría que había metido 6 fotos por aquí más o menos.:roll:)

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Lo mío no tiene tanto que ver con el ejercicio personal de una profesión pero sí con lo ocurrido cuando era un niño a cuenta de la ocupación de un familiar.

Tendría yo cuatro o cinco años, no más, y de cuando en cuando íbamos a visitar a mi tío segundo Ramón, quien regentaba una funeraria. Su casa era, en contra de lo que pudiera pensarse en principio, bullanguera, luminosa y alegre, pues era tipo bastante desenfadado y jaranero, tal vez como defensa psicológica hacia lo morboso de su trabajo. Pues bien, en aquel lugar sin embargo existía un umbral real y físico que siempre me había estado vedado traspasar, una puerta que conducía en aquel enorme caserón no sólo a la oficina, el almacén y otras dependencias sino al lugar donde mi tío preparaba a los muertos. Y claro, pese al hedor penetrante de los productos químicos o tal vez atraído por ello, y por supuesto también por el el veto, un día me colé como pude por aquella puerta, hurgué entre las cartas del despacho, jugueteé con el abridor de cartas, enredé entre los papeles, me sentí importante aupado con unos libros de cuentas sobre la silla ante el escritorio de roble.

Más adelante me aventuré por otros lugares y por fin alcancé la estancia en semipenumbra en la que, lo sabría después, mi pariente oficiaba de componedor de destrozos varios. Cuando mis ojos se acostumbraron a aquella oscuridad vi un muerto, mi primer muerto, y además no cualquier muerto. En aquel momento no comprendí nada, porque no entendía cómo podía estarse tan quieta y callada la vivaz y pizpireta chiquilla que aparecía y desaparecía desde la trastienda de la tienda de ultramarinos a la que a veces me llevaba mi madre. Nadie me sorprendió ni lo supo nunca, me limité a cerrar la puerta en total sigilo regresando por donde había venido pero sin duda la procesión interna comenzaba a fraguarse.

A lo largo de los años me acabaría fascinando la inmovilidad de las mujeres durante el sueño. Llegué incluso, tras mucho debate interno, a pedirle en una ocasión a una compañera más o menos ocasional de catre que me dejase contemplarla primero y follarla después estando ella completamente inmóvil y compuesta como una difunta, algo a lo que respondió más o menos enloquecida y llamándome de todo.

Sin embargo todo evoluciona. Mi parafilia ha ido mutando y ahora lo que desearía en y para todas ellas sería un silencio permanente y de muerte, no tener que soportar su cháchara inoportuna, chirriante y hueca a todas horas. No pido que se mueran, desde luego no para todas, sólo que no estorben ni molesten.
 
Lo mío no es una parafilia de las jugosas, como los comedores de caca o samuráis de la fusta, pero con el paso del tiempo me he dado cuenta de que es una constante que se repite, un patrón. Ni siquiera llega a ser algo sexual estrictamente, pero es un gusto por algo desviado, así que parafilia le llamaremos.

Soy hijo de carpintero y nieto de chatarrero. He crecido montando y desmontando cosas, la tele tenía mucho más interés por detrás que por delante (esto también me ha pasado con la anatomía, qué curioso). Ser ingeniero, arreglar cosas que otros aún no saben que están rotas, es lo que más me gusta hacer. No suelo soportar los obstáculos fáciles, me aburro y me pongo a otra cosa que me joda un rato más la vida, si sé cuál va a ser el resultado, no veo sentido a continuar con ese problema.

Prefiero una montaña de palets que un recién barnizado mueble del Ikea, me gusta ser el único que ve potencial donde otros ven desperdicio y hacer de ello algo digno de admirar.

Y así es la mujer con la que yo me quedo embelesado. Difícil, un puzzle con una foto preciosa en la portada pero con una alarmante tasa de abandono por parte de quienes intentan resolverlo, "faltan piezas", dicen. Ahí es donde a mí se me pone dura (en sentido figurado, lo siento), donde hay un reto, un verdadero problema, un enigma.

Supongo que a algunos les parecerá una tontería. Pero más de una vez piensas que la vida fácil no debe estar tan mal, que te ahorras mucho disgusto. Luego te aburres de pensarlo, buscas una distracción que te saque del tema y acabas en otro problema nuevo, de otra índole, sí, pero lo que haces no es más que cerrar el ciclo.
 
Eso es mentira, yo trabajo de profesor de lengua en primero de primaria en una escuela de monjas solo para niñas y me gustan más bien mayores, de primero y segundo de la ESO.
 
saca-al-tarado rebuznó:
Lo mío no tiene tanto que ver con el ejercicio personal de una profesión pero sí con lo ocurrido cuando era un niño a cuenta de la ocupación de un familiar.

Tendría yo cuatro o cinco años, no más, y de cuando en cuando íbamos a visitar a mi tío segundo Ramón, quien regentaba una funeraria. Su casa era, en contra de lo que pudiera pensarse en principio, bullanguera, luminosa y alegre, pues era tipo bastante desenfadado y jaranero, tal vez como defensa psicológica hacia lo morboso de su trabajo. Pues bien, en aquel lugar sin embargo existía un umbral real y físico que siempre me había estado vedado traspasar, una puerta que conducía en aquel enorme caserón no sólo a la oficina, el almacén y otras dependencias sino al lugar donde mi tío preparaba a los muertos. Y claro, pese al hedor penetrante de los productos químicos o tal vez atraído por ello, y por supuesto también por el el veto, un día me colé como pude por aquella puerta, hurgué entre las cartas del despacho, jugueteé con el abridor de cartas, enredé entre los papeles, me sentí importante aupado con unos libros de cuentas sobre la silla ante el escritorio de roble.

Más adelante me aventuré por otros lugares y por fin alcancé la estancia en semipenumbra en la que, lo sabría después, mi pariente oficiaba de componedor de destrozos varios. Cuando mis ojos se acostumbraron a aquella oscuridad vi un muerto, mi primer muerto, y además no cualquier muerto. En aquel momento no comprendí nada, porque no entendía cómo podía estarse tan quieta y callada la vivaz y pizpireta chiquilla que aparecía y desaparecía desde la trastienda de la tienda de ultramarinos a la que a veces me llevaba mi madre. Nadie me sorprendió ni lo supo nunca, me limité a cerrar la puerta en total sigilo regresando por donde había venido pero sin duda la procesión interna comenzaba a fraguarse.

A lo largo de los años me acabaría fascinando la inmovilidad de las mujeres durante el sueño. Llegué incluso, tras mucho debate interno, a pedirle en una ocasión a una compañera más o menos ocasional de catre que me dejase contemplarla primero y follarla después estando ella completamente inmóvil y compuesta como una difunta, algo a lo que respondió más o menos enloquecida y llamándome de todo.

Sin embargo todo evoluciona. Mi parafilia ha ido mutando y ahora lo que desearía en y para todas ellas sería un silencio permanente y de muerte, no tener que soportar su cháchara inoportuna, chirriante y hueca a todas horas. No pido que se mueran, desde luego no para todas, sólo que no estorben ni molesten.

Este texto es bárbaro. La sensación de ver por primera vez a un muerto, en una edad en la que aún no puedes racionalizar los pensamientos, pero que intuyes todas las implicaciones que tienes delante. Una de las cosas más impactantes y bellas que puede contemplar un niño, un cuerpo quieto.
 
creo que los mecanicos desarrollan una parafilia menor como es la obsesion enfermiza por el sexo anal, pero ya ni siquiera por la penetracion con su miembro, sino el disfrute de meter cosas por el culo por meter, dar vaselina -por grasa- , hacer rosca, presion, contemplar como la herramienta -bolas de distinto diamentro, dildos, un walkman- se va alojando poco a poco en la cavidad ... a mas de uno me lo imagino con el mono puesto y la lampara de led por ahi colgada
 
saca-al-tarado rebuznó:
A lo largo de los años me acabaría fascinando la inmovilidad de las mujeres durante el sueño. Llegué incluso, tras mucho debate interno, a pedirle en una ocasión a una compañera más o menos ocasional de catre que me dejase contemplarla primero y follarla después estando ella completamente inmóvil y compuesta como una difunta, algo a lo que respondió más o menos enloquecida y llamándome de todo.

 
cancer, hermano, cuanto tiempo. hijos de puta.

me honra que postee en este mi hilo, destrozelo porfavor, llenelo de mierda.
 
Mi padre mea desde la puerta del tractor. Yo no, yo meo en el lavabo porque no salgo de casa, o en su defecto en una botella.
 
Yo llevo unos cuantos años metido en varios hospitales (no como enfermo, de momento) y he desarollado un gusto acérrimo por las enfermeras, pero no las guapas; cuanto más gordas, rebosantes de lorzas, intransigentes y mala hostia calcen más palot me ponen.

Ver como ya no saben más que uno que aún ni es interno, como fruncen el ceño con gesto de desaprobación cuando las corto para terminar sus frases, dedicarme a tirar cosas pequeñas al suelo para que se agachen y así ver como la bata por encima del uniforme les hace simular panderos apoteósicos, como rebuznan al doblarse, os juro que no tiene precio. Últimamente me tengo que recolocar mi titánico cincel de rubidio a media de 5 veces por jornada.


Mil Mierdas rebuznó:
yo meo en el lavabo [...] o en su defecto en una botella.


A mis brazos, abuelo coprofílico. Echo de menos su firma-cómic.
 
general bastardo rebuznó:
cancer, hermano, cuanto tiempo. hijos de puta.

me honra que postee en este mi hilo, destrozelo porfavor, llenelo de mierda.

Por favor, eso jamás.


A mí también me tira el rollo enfermeras. Casi siempre me tocan bellas muchachitas que me cuidan con hamor. Me muero por volver a ingresar.
 
Durante años trabajé y estudié rodeado de modernillos y desarrollé la extraña manía de los cortes de pelo distintos . Me gusta ver personas que se hacen cortes que rompen con el molde social de peluquería de barrio llevada por gente que aprendió en la mili o marujas que tiñen y hacen las uñas. Por ejemplo , el otro día estaba viendo Silent Hill me fijé en el corte de pelo de la mujer policía , la verdad que me gustó mucho , le daba carácter.Esto pasa tanto en hombre como en mujeres, un corte de pelo distinto ( sabiendo llevarlo que hay cada uno que da risa) hace que la persona sea centro de atención social pues da cierto carácter.
 
Cáncer de Colon rebuznó:
Por favor, eso jamás.


A mí también me tira el rollo enfermeras. Casi siempre me tocan bellas muchachitas que me cuidan con hamor. Me muero por volver a ingresar.
Venga no mientas,que te tocan con un traje de buzo,ademas cuando entras al loquero te hacen la ola :lol:
 
ultimatum rebuznó:
Yo soy peseto y me gusta que me laman el ojete.

¡¡¡ HA VUELTO !!!!! A sus pies estimado peseto, pero póngase rápido avatar que sino durará poco.

Espero que abra hilo explicando sus vivencias de estos meses. Seguro que algo interesante sale.


Y hablando de parafilas aunque no es de profesión, es una propia, y son las voces de mujer tipo Luz Casal. Me ponen berraco y aún no se porqué.
 
En mi vida personal soy bastante desordenado, pero profesionalmente he llegado a tener casi enfermedad por el orden en los papeles y documentos oficiales. Afortunadamente me estoy curando de eso, Pero una cosa que me queda profesionalmente hablando es el colocar las bolsas de la compra, me encanta. Me encanta ver como las marías meten cosas sin sentido y sin conocimiento en las bolsas y como luego yo las saco todas y se lo coloco en la mitad de espacio y se quedan flipando. Lógicamente dicen que es que tenían prisa, pero realmente no tienen ni puta idea de colocar cosas si antes no las han planchado o lavado.
 
ultimatum rebuznó:
Yo soy peseto y me gusta que me laman el ojete.


Hombre menos mal que vuelve, ya contará que fue lo que paso en es fin . Yo siempre pensé que se fue a un refugio por lo del fin del mundo maya y ahora que terminó la comida pues imagino que salió a la luz, aun así me alegro de verlo.
 
Pherseo rebuznó:
Creo que le entiendo, el crysis 3 me va a tope super fluido en el ordenata y me pongo tan palote cuando juego que ni con teenfuckr :shock:
El crysis 3 es el juego mas pasillero que he jugado en mi vida, que si que en gráficos es la rehostia y ves las hierbas para matar a los bichos bionicos perfecta pero como argumento e historia es una putisima mierda la saga completa aparte de que en el online estará lleno de freaks flipando y gritando al unísono que bien se ven las hierbas ugh me he gastado 1000 euros para jugar a 60 fps,en la vida real solo va a 28 y cosas así.
 
Le Déserteur rebuznó:
Y hablando de parafilas aunque no es de profesión, es una propia, y son las voces de mujer tipo Luz Casal. Me ponen berraco y aún no se porqué.

Hombre, eso tiene fácil interpretación. Te ponen las mujeres con voces de hombre porque eres mas maricón que un palomo cojo. Nace desde dentro de ti, no luches y sal del armario.
 
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