Si quereis una buena anécdota de la forma de hacer las cosas de éstos santos lugares de hijoputismo, teníamos órdenes de la encargada de que a los guiris se les pusiera siempre el menú gigante, sin preguntarles, lo pidieran o no. Ahí, dejando al país de puta madre.
Como la encargada era un puto tanque, una marimacho francesa enorme con aires de generala, que ponía todo en la bandeja y luego gritaba 'siguiente' con voz de ogro, los guiris se acojonaban y pasaban de protestar. Pero era muy muy descarado cuando aparecía el precio en la pantalla y veías al guiri (99% de los clientes, estamos hablando de un McDonalds q estaba en una playa de Mallorca) mirando para el cartelón gigante que teníamos a nuestra espalda, luego otra vez a la pantalla, y decía... ¿y ése precio?
Encima los cartelones estaban en mallorquín (catalán, vamos), cosa que para los guiris tenía que ser acojonante, aprendes cuatro cosas de español para luego llegar a Mallorca y no entender un carajo. Aunque vamos, el grafismo era esclarecedor.
Normalmente como aún así el precio para ellos era ridículo, y los guiris no son gente de discutir por calderilla, pasaban de todo y se iban poniendote a parir a ti, a los mallorquines y a España entera.
Por supuesto que yo lo hice sólo una vez, luego siempre preguntaba, porque lo que está claro es que yo no voy a estafar a la gente ni a tener pollos con nadie por darle mas pasta a la empresa. Aún si fuera a comisión hasta me lo pensaría (con los yankis por ejemplo, que total esos ni se enteran), pero vamos, que a la tercera vez de decírmelo y ver que no hacía ni puto caso, la encargada tampoco me insistió.