Hay niveles de subnormalidad que rompen todos los medidores.
La izquierda que nos integró económica y militarmente con el Occidente desarrollado, después de décadas de ser los apestados de Europa, la que tuvo cojones de convocar el único referendum de la democracia para lo segundo. La que con 40 asesinatos al año por los etarras mantuvo el tipo sin concesiones y sin que se rompiesen acuerdos con el nacionalismo moderado. La que acabó con Terra Lliure. Hubiese sido preferible la derecha montaraz de Fraga y compañía, claro que sí.
Sin duda es mejor sumar unas cuantas decenas de miles de parados en el Campo de Gibraltar para ponernos gallitos con UK.
Y la inmigración masiva, que convirtió Madrid y Barcelona en suburbios de Quito y Bucarest, empezó a finales de los 90 y principios de los 2000 cuando gobernaba Aznar, pedazo de ignorante.
Y volviendo al tema del hilo, el proximo linchamiento le tocará sin duda a Agatha Christie: clasista hasta decir basta, excluyendo siempre a las clases bajas de las tramas, partidaria de la pena de muerte, estereotipando a los extranjeros, conservadora, rancia.
By the way, es curiosa esa facilidad de los británicos para copar la universalidad en determinadas disciplinas. Después de la Biblia, los más leídos y traducidos de la historia son Blyton, Christie, Shakespeare y la Rowling.