2022
Freak
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¿Qué pasa, que ya no respetamos las tradiciones?
Os voy a contar lo que me ha pasado hoy. Pues no que vengo de la biblioteca esta mañana, porque yo seré muchas cosas, pero me gusta cultivarme. Y me encuentro por una calle a una puta a la que frecuentaba antaño. No me he fijado en su cara hasta que ya la tenía a metro y medio, pero ella me ha debido de ver antes porque al pasar a su lado miraba al horizonte, pero no ha podido disimular una leve sonrisa al ver por el rabillo del ojo que yo me fijaba en ella al pasar. Y yo hasta que he procesado la cara he tardado unos segundos en los que he seguido andando hasta que después de ojear mi catálogo de putas folladas ha aparecido su cara, con su nombre artístico, que era Carmen. Y demás detalles que yo suelo poner en las expes. Y cuando ya la tenía localizada, porque yo soy un fisonomista, me giro y la empiezo a llamar. Oye, eh, pichhhh, eh, oye, perdona, ehhhh. Y la muy payasa haciéndose la sorda. Pasando de mí.
Pero lo que más me ha jodido es que esta puta era super implicada cuando la frecuentaba, me regaló un libro y todo, se dejaba a pelo, por el culo, la comía el culo y todo, incluso una vez me corrí dentro y todo, que se pilló un buen rebote y se fue a lavar al bidé y desde el baño me gritaba: a mí me respetas, me oyes, a mí me respetas. Cosa que me hacía mucha gracia.
Me comía la oreja siempre con que yo era alguien especial, que sentía algo más por mí, etc, de chorradas que dicen ellas, ya tú sabes.
Y ahora me la encuentro por la calle, después de varios años sin saber de ella porque dejó de publicar su anuncio, y la mala puta me la cruzo por la calle y me tuerce el gesto y se hace la sorda, ignorándome como a un mal recuerdo de su pasado.
Seguro que ha cazado a algún pardillo que la ha retirado y ahora va por la calle toda digna. Joder, qué mal cuerpo me ha dejado la desgraciada esta, me ha dolido mucho ese gesto. Es que os lo podéis imaginar el ridículo espantoso que he hecho al llamarla en la calle y que pasara de mí. Estaba lloviendo y yo ahí llamándola con mi paraguas de propaganda y ella toda digna dándome la espalda como a un tuberculoso, menudo gilipollas.
Os voy a contar lo que me ha pasado hoy. Pues no que vengo de la biblioteca esta mañana, porque yo seré muchas cosas, pero me gusta cultivarme. Y me encuentro por una calle a una puta a la que frecuentaba antaño. No me he fijado en su cara hasta que ya la tenía a metro y medio, pero ella me ha debido de ver antes porque al pasar a su lado miraba al horizonte, pero no ha podido disimular una leve sonrisa al ver por el rabillo del ojo que yo me fijaba en ella al pasar. Y yo hasta que he procesado la cara he tardado unos segundos en los que he seguido andando hasta que después de ojear mi catálogo de putas folladas ha aparecido su cara, con su nombre artístico, que era Carmen. Y demás detalles que yo suelo poner en las expes. Y cuando ya la tenía localizada, porque yo soy un fisonomista, me giro y la empiezo a llamar. Oye, eh, pichhhh, eh, oye, perdona, ehhhh. Y la muy payasa haciéndose la sorda. Pasando de mí.
Pero lo que más me ha jodido es que esta puta era super implicada cuando la frecuentaba, me regaló un libro y todo, se dejaba a pelo, por el culo, la comía el culo y todo, incluso una vez me corrí dentro y todo, que se pilló un buen rebote y se fue a lavar al bidé y desde el baño me gritaba: a mí me respetas, me oyes, a mí me respetas. Cosa que me hacía mucha gracia.
Me comía la oreja siempre con que yo era alguien especial, que sentía algo más por mí, etc, de chorradas que dicen ellas, ya tú sabes.
Y ahora me la encuentro por la calle, después de varios años sin saber de ella porque dejó de publicar su anuncio, y la mala puta me la cruzo por la calle y me tuerce el gesto y se hace la sorda, ignorándome como a un mal recuerdo de su pasado.
Seguro que ha cazado a algún pardillo que la ha retirado y ahora va por la calle toda digna. Joder, qué mal cuerpo me ha dejado la desgraciada esta, me ha dolido mucho ese gesto. Es que os lo podéis imaginar el ridículo espantoso que he hecho al llamarla en la calle y que pasara de mí. Estaba lloviendo y yo ahí llamándola con mi paraguas de propaganda y ella toda digna dándome la espalda como a un tuberculoso, menudo gilipollas.