Creo, o, por lo menos, yo así lo he interpretado, que el tema del hilo es sobre la nación más admirada, y no la que más nos guste o con la que más simpaticemos o nos identifiquemos.
Por tanto, si he de decir mi nación 'admirada', como tal, de esa lista ni me lo planteo: Japón.
Japón es un país lleno de contrastes: un gigante económico, empresas rentables, finanzas familiares sólidas, sin apenas mendigos (esto hoy en día es discutible pero no nos metamos en este subjetivo apartado), con una educación que consigue una completa homogeneización, un país muy seguro, limpio: en definitiva, el estado moderno ideal.
Pero...¿siempre ha sido así? No. Aunque en los siglos XVII y XVIII se interpretaba a Japón como un país 'feudal', no lo era del todo, sino que vivía su etapa premoderna. No me voy a meter en ese tema, pero aunque mucha gente cree que gran cantidad de los avances de Japón en tecnología y cultura se deben a su apertura con la llegada de las naves americanas en el siglo XIX y tal, lo cierto es que esas características que les hicieron avanzar tan espectacularmente a finales del siglo XIX y el siglo XX, y que les han hecho levantarse tras la II Guerra Mundial, estaban ya en la mente japonesa.
Japón no fue el único país que tuvo contacto con la tecnología moderna de Europa o de América del Norte en el siglo XIX, pero curiosamente, es el único que desarrolló plenamente una sociedad industrial, y no otros países como el mundo islámico o la India, o incluso China, que tuvieron contacto con occidente mucho antes que los japoneses. Si ese contacto fuera suficiente, cualquier país actual sería un estado industrial moderno. Pero no, otros de Asia no lo han sido, o al menos, no tan rápido y tan desde los cimientos como Japón, y esto se debe al conjunto de valores, actitudes y sistemas sociales que tienen ya de por sí.
Su flexibilidad ante los cambios, su excesiva identidad nacional, su colaboración con el estado, que no ven como una amenaza, sino como todo lo contrario, y otras características, les son únicas.
La prueba está justamente en su religión: son shintoístas (más que religión, sistema mítico que explica el origen de Japón según los dioses que crearon la nación), y a la vez budistas. Y también hay cristianos, y curiosamente estos también practican ritos shintoístas, porque no consideran que estén faltándole a Dios con esto. Cogen de las religiones lo que les interesa, igual que todo, ya que es de los únicos países de este mundo que no encaran las culturas como sistemas, sino como algo formado por elementos constitutivos y cogen los elementos que les interesan, sin pensar qué hay más allá.
Han llegado a ser además una sociedad industrial occidental sin las características de las sociedades occidentales, y los ha superado.
No me voy a meter en otras cosas como el sistema cognitivo o la pirámide de análisis que hacen los japoneses para aprender y asimilar conocimientos, porque eso sería muy largo, pero explicaría como estas personas han levantado su nación, sin ser precisamente una gente especialmente inteligente y con fuerte capacidad de liderazgo, sino más bien, por su inteligencia práctica y su sincretismo.
Podría ser la nación perfecta, pero aún así, los japoneses tienen algo que les hace ser infelices. Como nación son el paraíso, pero la perfección de su sociedad les cansa. ¿No es algo increíble?.
Voto para Japón pero ya.
Perdón por la explicación tan extensa, es que me he emocionado.
