En Sevilla al menos no es así como ustec dice señor Shell. Primero y después de los carnavales viene la semana santa, luego la feria de abril y luego los farloperos del Rocio y la cruz de mayo. En verano las velás de los barrios como la de Triana, y el tiempo restante del año que no hay fiestas señaladas están las putas bandas de semana santa ensayando en la cashe por todos los rincones. Esto en general da auténtico asco si no eres un descerebrado, un cani, un capillita o un politoxicómano enganchado al futbol, pero oiga, es nuestra casa y yo particularmente, después de haberme tirado muchos años currando aquí y allá, en Hezpaña y en el extranjero, me quedo en mi casa.
Es una casa llena de mierda, pero como la habitación de cualquier forero, de modo que estoy muy a gusto aquí y no me mueven ya ni con un soplete.
Y por otra parte, una noche de primavera de las fresquitas en una azotea oliendo a azahar, fumando porros y bebiendo birras con los colegas (imaginarios) no tiene precio. Eso por mucho que se odie a Sevilla o a cualquier otra ciudac andaluza es algo que todo el que viene reconoce y le encanta. Y eso es lo que hay.