Ayer mismo salí con unos hamijos.
La novia de un colega se sintió cómoda, libre, con confianza o sabe Dios qué, como para leerme la cartilla y ponerse a recriminarme mi actitud para con su puto género.
La cosa nace con un "update marujil" de saber quien está con quien y por qué. Sale el tema de una chavala a la que le bastó decir un par de babosadas por el messenger y le vinieron pretendientes en avión desde Barcelona o Francia.
-"Yas ves tú, lo que es una tia." dije yo. Refiriéndome a la ABISMAL diferencia entre lo insultantemente fácil que lo tiene una tia para emparejarse, copular, sentirse apta o lo que sea en comparación con cualquier hombre.
Porque que un tio coja un billete de avión de 200Euros para ir a ver a una tia, para ver si cae algo, que puede ser un polvo o pagar una fanta con dos ceros, es algo admirable, de aplauso, es la actitud que todos deberíamos tener y el que no la tenga es que está enfermo de la cabecita. Porque el tio tiene que ser una fiesta cosnatnte, siempre de buen humor y siempre dispuesto a todo porque una niña le mire bien.
Por supuesto, mi comentario no iba a quedar sin represalia y aquí viene el bombardeo femenino de turno. Primero con un tono jocoso culpabilizador:
-"Claro, porque como somos todas unas putas... ¿No?"
A lo que yo respondía sin ningún ánimo de bronca:
-"Es que es verdad, sois todas unas putas."
Consecuente bufido, miradita a su novio y a seguir con el tema.
La niña insolente pensó que aquello era un tema abierto a discusión, que podía meter baza, que hasta podía imponer su criterio y hacerme cambiar de opinión. Sermonearme con su ejemplarizante vida y milagros esperando una disculpa y un giro de 180º en mi reprobable conducta. Y darle las gracias ya de paso.
-"Es que yo creo que tú estás resentido con las mujeres. Haces mal en generalizar y con esa actitud no vas a conseguir nada." Aquí está el problema desde la perspectiva del público femenino. En cuanto a un tio se le hinchan los cojones y dice abiertamente un par de verdades, el problema es él. Nunca ellas.
Ahora a ese tio hay que machacarlo hasta que vuelva con las demás ovejitas, luego se le recuerda lo equivocado que estaba, se le dan un par de collejas y se le presenta a una amiga obesa. Porque según ellas hay que conseguir algo, conseguir a alguien para estar completo en esta vida. Y vales tanto como lo que consigues.
Luego nos sentamos a tomar algo en una terraza, en la mesa de al lado hay tres panchitos, vestidos con gorras de lado y colores llamativos. La camarera lleva una especie de vestido ajustado con aberturas por todas partes, pintada como una puerta. Cada vez que les lleva cacahuetes a los monos, estos se ponen a gritar y a saltar en sus putas sillas como sacos de hormonas. Actitud esta que la camarera agradecía con sus mejores sonrisas, pasitos y mohines faciales.
Le hago ver a la novia insolente la actitud de los infraseres de la mesa contigua.
-"Es ese el camino, ¿no? hay que ser así."
La niña no entendió nada.
Llevo años siendo así, pensando así y estoy empezando a ver que no voy a cambiar nunca.
No voy a consentir jamás que una mujer me censure, o me humille, o me exija cosas que ella y la sociedad piensan que es normal exigir. Conmigo no se aplican esos términos. Y si ser fiel a mi mismo me lleva a una existencia solitaria, que así sea. Yo de aquí no me bajo. Me da por el culo si es bueno, malo, agradable, reprochable o insostenible.