Cuando los niños os zurraban en la calle

No creo que sea tan diferente, yo también he sufrido varios mordiscos de perro, ya que jugábamos a los encierros con ellos

Las lagartijas las usaba de montura para los carros de los vaqueros, esos de plástico que venían en sobres

Los gorriones que cazábamos con el tirachinas los vendíamos a un bar del barrio que los ponía de tapa, hasta que los gitanos vieron el negocio y con las escopetas de perdigones nos jodieron, competencia desleal

En mi barrio hay un parque en frente de la cárcel que tiene un lago, en el cual pescábamos carpas con un rollo de hilo y un anzuelo, con la captura nos íbamos al mercado y poníamos un puesto echo con una puerta, no vendíamos una mierda, todavía no se porque
 
y a las chicas que te gustaban se lo tenias que decir a la cara, o por mediacion de un amigo/a, nada de moviles, tuentis, ni su puta madre, a la cara, con ese sudor frio de no saber si te querrá dar un beso o te humillará la muy cerda.

A mi que nunca he sido un gamberro, lo que mas me molaba era correr delante de los coches en lso parkings, algunso pasaban pero otros eran asesinos de niños en potencia e iban a cuchillo 8-).

O mas divertido aun joder a los que construian lso parkings y salir corriendo, que mala ostia gastaban los currelas, una vez engancharon aun amigo mio y le soltaron 2 guantazos big size que le dejaron con un pitido en el oido durante meses
 
Mongüiver rebuznó:
Sí, pero vayamos a lo interesante: carcasa del celo o botella cacacola :lol:

botella de agua o cocacola. Los mas idiotas dejaban mucho plastico, quedando una especie de campana como la que ponen a los perros y gatos al cuello en los veterinarios. No se porque pero cortada asi salia mas flojo. Los killers usaban(mos) solo y nada mas la parte dura donde se pone el tapon. Salian verdaderos misiles.

John McClane rebuznó:
Pos qué ricos todos. Gomas elásticas robadas de las fábricas de calzado y papeles enrollados y doblados en forma de boomerang.

Joder :121

esta la tenia olvidada. Haciamos verdaderas guerras en clases vacias, montando barricadas con las mesas y sillas.
 
Tirar piedras a los coches desde los puentes, picar a las casas compulsivamente y siempre a las mismas, joderles la vida a los ancianos. Menos mal que he nacido en los 80.
 
Morzhilla rebuznó:
botella de agua o cocacola.

Eres un mal haminjo, me has vendido por unas monedas, cuando TODOS sabemos que la estructura concéntrica y reforzada por plastiquitos (que Moderador Incógnito dirá el nombre técnico del sistema que da estabilidad), del celo era mucho más resistente que la botella babeada de marras :lol:
 
Te ayudaría Mongüi, pero es que no concibo mentalmente vuestros cacharros. Yo cogía un rollo de papel higiénico, cortaba un globo a la mitad, y lo pegaba con cinta aislante al rollo de cartón del papel y tenía mi garbancera.
 
Deja, ya adjunto yo fotos del ingenio con "estructura concéntrica y reforzada por plastiquitos " interiores :lol:

He intentado que quedase lo más Diogénico posible ;)



Detalle estructural.

 
Para mítico cuando ponían al repelente de la clase a apuntar en la pizarra quién hablaba, con rayitas como los presos para indicar reincidencia.

Mongüi, sigo sin enterarme bien de lo que pretende ustec la verdad... :oops:
 
cariñoso rebuznó:
Payasadas que se hacían en el colegio:

- Poner una chincheta en la silla del pringado de la clase. Ir a la papelera a sacar punta al lápiz sin necesidad, sólo por estar allí un rato hablando con los demás.

Una vez en EGB se lo pusimos a la profesora que ni se enteró :shock: Otra vez, en carnavales pusimos una bomba fétida bajo un de las patas del sillón de la profe; risas mil :lol:

cariñoso rebuznó:
- Pedir el borrador al compañero de clase para que el mio no se gastase. :face: Era pobre y rata como yo solo.
También pedía las pinturas (Alpino), los roturadores (Carioca) y las ceras (Plastydecor) para no gastar las mías.

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Y ya está todo dicho.


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Adivinad cuál tenía el pequeño Mongüiver.



cariñoso rebuznó:
- Pintar bigotes y gafas (con boli) en las fotos de los libros de los compañeros cuando estos estaban en el recreo.

Nunca he pintarrajeado yo un libro.

cariñoso rebuznó:
- Tirar las tizas de la pizarra para que el profesor tuviese que perder 2.5 minutos en ir a por otro paquete al despacho. Esconder los borradores de la pizarra detrás de la papelera como si se hubiese caído accidentalmente allí, con esto te reías un rato y también se perdían 2-3 minutos de clase.

Cuando las tizas eran cuadradas (de Mablas, creo), nos las jalábamos y le hacíamos marcas con los dientes. Sin objetivo alguno, sólo por el placer de hacerlo.


cariñoso rebuznó:
- Dar pepelitos con mensajes de amor a fulanita diciendo que eran de parte de menganito. Todo mentira, por supuesto.

Yo papelitos no, yo iba de emisario y conseguía acercarme y rozar a la niña más que el propio interesado al que "ayudaba".

cariñoso rebuznó:
- Tirar el balón a un charco justo cuando pasaba alguien cerca para salpicarle. Tirar con fuerza el balón a la cabeza de alguno que caminaba delante o estaba distraído, luego había que decir "a siho sin querer, se ma'escapaho". Con el balón de baloncesto daba más risa.

A nosotros, los de 7º, gente con pelo en la cara :shock:, nos embarcaban el balón hacia una calle donde vivían los gitanos. Horreur!! Sobra decir que mi cole estaba en el medio del monte, hoy una de las zonas más deseadas de la capital galaica :face:

cariñoso rebuznó:
- Por las tardes, cinco minutos antes de la hora, preguntábamos en voz alta como el que no quería la cosa,

Nosotros, con nuestros Casios F91W (menos Carlos, que tenía un Databank el hijoputa -no, no era hijoputa, era un buen compañero y amiguete ;)), poníamos sincronizada la hora para, ora conjuntamente ora escalonadamente, se escuchase un brutal TIC-TIC o una sinfonía de tic-tics de medio minuto :lol:

Por cierto, adivinad quién lo usaba:

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Ya en el instituto (:face:), jugábamos a la macedonia. Un monger decía "Naranjas" por lo bajini y una línea entera de mongolos nos levantábamos para volver a sentarnos ante la mirada indecisa de la profesora. Resultado: un servidor y una compañera al Jefe de Estudios y cita con nuestros padres.

Otra mongolada de mucha risa era ir al baño, pillar papel higiénico, mojarlo y, al llegar a clase, bien tras el profesor si estaba de espaldas bien en nuestro sitio mientras no estaba mirando, lanzar en movimiento vertical de abajo a arriba el pegote de papel mojado para que se quedase como una estalactita en el techo de la clase :137

Otro día cuento el lanzamiento de misiles Qassam y la llamada a la oración previa que hacíamos :lol:
 
Moderador Incógnito rebuznó:
Mongüi, sigo sin enterarme bien de lo que pretende ustec la verdad... :oops:

Digo que el soporte del celo es más robusto que una boquilla de una botella de agua, ¿no? ¿Si no pa qué duplicar el cilindro y reforzarlo con los "álabes"?

Dá igual, ¿quieres una pegata :lol:?
 
Mongüiver rebuznó:
Digo que el soporte del celo es más robusto que una boquilla de una botella de agua, ¿no? ¿Si no pa qué duplicar el cilindro y reforzarlo con los "álabes"?

Dá igual, ¿quieres una pegata :lol:?

Ahhh, bueno. Eso por supuesto. Aunque una boquilla de Coca-Cola de 2 litros... ojito eh? que ese plástico es muy burro.
 
Moderador Incógnito rebuznó:
Ahhh, bueno. Eso por supuesto. Aunque una boquilla de Coca-Cola de 2 litros... ojito eh? que ese plástico es muy burro.

Y no hacia falta ni cortar el globo, ni gomas ni mierdas.

Petaba el globo, ponias otro y a correr.
 
qué vergüenza, un hilo remember de juegos y diversión, y en 2 páginas ni una sola polla.
 
Al margen de muchas deliciosas travesuras de las ya comentadas, servidor desarrollaba con su grupete de amigos otras no menos simpáticas:

- Patatas en el tubo de escape de profesores vacilones o propensos a catear. Si sólo eran molestos se cambiaba por un globo.

- Crema de afeitar en toda superficie a nuestro alcance. Particular querencia por las barras y agarraderos del metro. Comentaros solamente que el tacto y olor de tal sustancia es asqueroso una vez se seca. Nosotros usábamos la crema Lea sin brocha, posiblemente la más maloliente de todas.

- De vez en cuando, por no saturar, nos metíamos en grupo en el metro, una vez repartidos los roles de forma democrática. Uno de nosotros llevaba bajo la camisa cuarto kilo de carne picada, y los demás hacíamos comentarios sobre su estado de salud en voz alta, que si tosía mucho, que si tal que si cual. En el momento adecuado, normalmente ante una henvra, el prota estornudaba fuertemente, cogía la carne picada en la mano y la abría comentando... la jodida lepra... arrojándola al suelo a los piés de la víctima.

Aparte de lo anterior cerca de mi casa tenía coches de choque estables casi todo el año y unos billares muy aparentes. Aprendizaje seguro. Y un parque grande donde tirar piedros a los pájaros, vacilar a parejas dándose el lote y otra amplia gama de diversiones.
 
Tenía un amigo que cuando pasábamos por la puerta de la iglesia escupía en el agua de Dios. Y otro que tocaba el culo a todo ser femenino y luego se hacia el mongolo para evitar la riña.
Antes nos hacíamos daño a cada momento, buscábamos cualquier cosa para darnos palos, cables de luz, varas de roble, higos chumbos.. mi favorita era una caña que la medio partías por la mitad, ablandándola, creando una especie de nunchaku. La de riñones que he dejado marcados con eso :lol:

Y poner monedas en las vías del tren. Las viejas gritando "que lo vais a descarrielar" y los zagales volviendo a casa con las monedas de 25 pesetas como pringles. Pero iban mejor para ponerlas al final de la cuerda la trompa (para los retards, peonza).
 
Hacer circuitos de carreras para chapas. Ponías tus dos manitas aún vírgenes una contra la otra, tocándose los dedos anulares, y recorrías el secarral que era el parque quitando la arena hacia los lados, para hacer las cunetas. Curvas, contracurvas, rectas kilométricas, badenes de arena, y ya en plan extraplus, puertos de montaña. En mi barrio se llevaba ser ciclista, los carreristas no existían aún. Las chapas las encontrabas en las afueras del merendero, entre la basura del bar, y si tenías colegueo con algún camarero, le podías pedir la creme de la creme: el chapín de cinzano, que era una chapa de botella más pequeña que las demás. Era más difícil saltar las cunetas con ella.
 
Benito rebuznó:
Y no hacia falta ni cortar el globo, ni gomas ni mierdas.

Petaba el globo, ponias otro y a correr.

¿Es verdad que preferirías ingresar en una cárcel tailandesa acusado de tráfico de droga que irte de birras conmigo?
 
El fin de la feliz infancia, terminaba cuando ya quedabas en casa de algún amigo y tu incauto comprobabas que era para hacerse unas pajillas mirando una porno en vhs, o cuando al grupo se unía un grupo de mujeres (grrrr) o cuando ya se empezaba a tontear con la cerveza, o algun otro elixir.

Ya entrabamos de lleno, en el tenebroso mundo de la adolescencia.
 
Cerca de mi insti estaba el entonces Cine Olimpia, en Lavapiés. De vez en cuando ponían pelis verdes y hacíamos pellas para ir a verlas. Qué grandes tardes... El palacio de las pajas lo llamaban... La mejor que vimos fué "Spermula", una peli rarita de cojones con tías no menos raras en plan sci-fi pero bitetas, como debe ser, y con todo lo demás.

Offtopic. El hormiguero ha fichado una tercera hormiga, Petancas... :face:
 
Para jóvenes los de entonces y para viejos los de ahora, no?
Chapen hilo.
 
Cuantos habeis visto llorando jugando a mosca?

ya sabeis, un pasillo, manos en alto y uno desfilando mientras se le curte a collejas. si cazaba a alguien riendo o pegandole le tocaba desfilar. Yo vi llorar a dos, mas que el dolor de las ostias, las lagrimas eran por la humillacion de recibir y que se descojonasen.
 
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Y una cuesta. A ser posible que acabe en cruce donde pasen coches.
 
Aviso mosca salvaje. Las reglas dicen que la mano abierta y collejas, pero alguno soltaba "cookies" en la cabeza que más tarde era un huevo en el melón.
Como buen murciano, en los campos nos sobraban las naranjas y jugábamos a la guerra, cagoenlaputa cuando te caía una naranja lanzada a más de 30 metros era como un puñetazo en la jeta. Pero lo mejor era cogerlas del suelo, cuando están vacías y como llenas de polvo, llamadas bombas fétidas por como huelen.
 
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