Cuando todo empieza de cero

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Sinopsis: "Feliciano es un arquitecto hijo de ex convicto que trabaja de profesor de boxeo y segurata de garito de copas en Granada. Toca la guitarra, hace triatlones y senderismo y bebe vino con tapa de algas. Gusta de leer en los bares y escribir en internet. Tiene una novia bombero bisexual que le acaba de dejar por una sudaca bollera. Es amigo de su suegro y acaba de publicar una nove... "

Venga, coño, esto no se lo cree ni dios :lol:
En la sección de ciencia ficción
 
Hoy estoy un poco tristón.

Hoy es mi cumpleaños y a mí no me gustan los cumpleaños. No por la edad, ni por sentirme viejo. Todo eso me da igual y, además, creo que estoy en un buen momento. Lo que me apena es todo lo falso que rodea a lo onomástico. Hoy se llena el móvil de mensajes de webs a las que no recuerdo haberme suscrito, de felicitaciones del banco o de la compañía de teléfonos, de empresas que te llaman por tu nombre completo -apellidos incluidos- en lugar de por tu apelativo cariñoso.

Mis amigos, los de verdad, que ya me conocen y saben que todo esto me importa cuatro pollas, se ahorran los parabienes y deseos de felicidad. Hacen un elegante mutis por el foro y a otra cosa. Y yo que lo agradezco.

Por contra llegan, en forma de misivas saturantes, los mensajes de gente que fue y ya nunca más será. No me refiero a mi ex -de ésa no espero ya ni una puñalada por la espalda más- sino de antiguos amigos, compañeros de trabajo o de barra de bar que antaño fueron importantes en mi vida y hoy se han transformado en un mensaje de compromiso. Uno que llega a deshora, que no espera respuesta y que, si la espera, no la merece.

Hoy tengo una sensación rara, como de arcilla en la garganta.

Habrá que neutralizarla bebiendo. Bebiendo hasta quedarme dormido.
 
Por un lado que no importa: Felicidades.
Me resulta divertido que cumplas el mismo día que uno de mis mejores amigos. Cosas de la vida.

Por otro, la idea de rascar y limpiar usando el alcohol está muy minusvalorada. Dale caña con un motivo socialmente aceptable.
 
Hoy estoy un poco tristón.

Hoy es mi cumpleaños y a mí no me gustan los cumpleaños. No por la edad, ni por sentirme viejo. Todo eso me da igual y, además, creo que estoy en un buen momento. Lo que me apena es todo lo falso que rodea a lo onomástico. Hoy se llena el móvil de mensajes de webs a las que no recuerdo haberme suscrito, de felicitaciones del banco o de la compañía de teléfonos, de empresas que te llaman por tu nombre completo -apellidos incluidos- en lugar de por tu apelativo cariñoso.

Mis amigos, los de verdad, que ya me conocen y saben que todo esto me importa cuatro pollas, se ahorran los parabienes y deseos de felicidad. Hacen un elegante mutis por el foro y a otra cosa. Y yo que lo agradezco.

Por contra llegan, en forma de misivas saturantes, los mensajes de gente que fue y ya nunca más será. No me refiero a mi ex -de ésa no espero ya ni una puñalada por la espalda más- sino de antiguos amigos, compañeros de trabajo o de barra de bar que antaño fueron importantes en mi vida y hoy se han transformado en un mensaje de compromiso. Uno que llega a deshora, que no espera respuesta y que, si la espera, no la merece.

Hoy tengo una sensación rara, como de arcilla en la garganta.

Habrá que neutralizarla bebiendo. Bebiendo hasta quedarme dormido.
Si la vida te da limones, haz limonada.
 
Hoy estoy un poco tristón.

Hoy es mi cumpleaños y a mí no me gustan los cumpleaños. No por la edad, ni por sentirme viejo. Todo eso me da igual y, además, creo que estoy en un buen momento. Lo que me apena es todo lo falso que rodea a lo onomástico. Hoy se llena el móvil de mensajes de webs a las que no recuerdo haberme suscrito, de felicitaciones del banco o de la compañía de teléfonos, de empresas que te llaman por tu nombre completo -apellidos incluidos- en lugar de por tu apelativo cariñoso.

Mis amigos, los de verdad, que ya me conocen y saben que todo esto me importa cuatro pollas, se ahorran los parabienes y deseos de felicidad. Hacen un elegante mutis por el foro y a otra cosa. Y yo que lo agradezco.

Por contra llegan, en forma de misivas saturantes, los mensajes de gente que fue y ya nunca más será. No me refiero a mi ex -de ésa no espero ya ni una puñalada por la espalda más- sino de antiguos amigos, compañeros de trabajo o de barra de bar que antaño fueron importantes en mi vida y hoy se han transformado en un mensaje de compromiso. Uno que llega a deshora, que no espera respuesta y que, si la espera, no la merece.

Hoy tengo una sensación rara, como de arcilla en la garganta.

Habrá que neutralizarla bebiendo. Bebiendo hasta quedarme dormido.
Por lo menos el menú en el bar te lo pagas tú...
Esa sensación no me es ajena, se solventó haciendo limpia de amigos que o bien nunca lo fueron o que ya no lo son.
Es duro pero terriblemente práctico, a menos bulto, más claridad.
Reservo mis energías y mi tiempo en quien se lo merece y, sobre todo, en quien me da la puta gana.
Felicidades, llama a los compis que no te llaman porque te conocen y bebe con ellos.
 
Hoy estoy un poco tristón.

Hoy es mi cumpleaños y a mí no me gustan los cumpleaños. No por la edad, ni por sentirme viejo. Todo eso me da igual y, además, creo que estoy en un buen momento. Lo que me apena es todo lo falso que rodea a lo onomástico. Hoy se llena el móvil de mensajes de webs a las que no recuerdo haberme suscrito, de felicitaciones del banco o de la compañía de teléfonos, de empresas que te llaman por tu nombre completo -apellidos incluidos- en lugar de por tu apelativo cariñoso.

Mis amigos, los de verdad, que ya me conocen y saben que todo esto me importa cuatro pollas, se ahorran los parabienes y deseos de felicidad. Hacen un elegante mutis por el foro y a otra cosa. Y yo que lo agradezco.

Por contra llegan, en forma de misivas saturantes, los mensajes de gente que fue y ya nunca más será. No me refiero a mi ex -de ésa no espero ya ni una puñalada por la espalda más- sino de antiguos amigos, compañeros de trabajo o de barra de bar que antaño fueron importantes en mi vida y hoy se han transformado en un mensaje de compromiso. Uno que llega a deshora, que no espera respuesta y que, si la espera, no la merece.

Hoy tengo una sensación rara, como de arcilla en la garganta.

Habrá que neutralizarla bebiendo. Bebiendo hasta quedarme dormido.

Bueno, haz como dice @Retraso Deluxe , un día es un día.

Tus conforers te queremos, aunque seamos unos hijos de puta que te atacamos con las algas y tu super poder lesbianizador, así que felicidades pelúo!!
 
Tienes un menú pagado en el Bar Paco de parte del foro.

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Para que veas que nos importas al menos tanto como importabas a tu novia.
(Además se paga solo por la publi de Polvazotelefonico.com).
 
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En fin, parece que el hilo está agotado. Es normal, no pasa nada.
 
No dejes que el espíritu de Ferris se apodere de ti, por favor te lo pido.

Le ha faltado decir:"moderador puedes cerrar el hilo"

Para a continuación contar una historia rocambolesca con alguna politoxicomana del proyecto hombre, que conocio en un chat o en el Wallapop, por ejemplo. Mientras @Ferris busca madelmans, la yonki busca sacar perras vendiendo el madelman que encontró en la basura, quedaron en un macdonnals en mislata y una cosa llevo a la otra y...
 
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