En el trabajo soy un ermitaño. Estoy en dos oficinas que poco tienen que ver una de la otra. En una estoy bien, con mucho cachondeo y mucho almuerzo, con poca gente y con un sentido del humor cruel y negro. En la otra son un atajo de vagas, ya que todas son mujeres. Mi comportamiento al estar en las "cupulas" del power es bastante distante y serio, porque cuando no estoy trabajando estoy foreando como ahora.
Ayer por la tarde me quedé un rato y había una chica, que como casi todas las que hay aquí son psicólogas. Está de forma temporal y en breve se le acaba el contrato, y aún no sabe si la renovaran o no, pero en cualquier caso se ha pillado un viaje a Colombia para largarse, pero bueno, son detalles que no vienen al caso.
Había buen rollo entre nosotros, aun así ni le conté nada de mi vida y ella muy pocas cosas de la suya, nuestras conversaciones eran sobre el aspecto laboral y de los subnormales que hay trabajando donde estamos. Fuimos un par de veces a almorzar ya que nos encontramos por casualidad y estuvimos hablando de cosas banales.
Ayer por la tarde me quedé a trabajar, y estaba ella, estábamos solos. Estaba liado con mis mierdas así que se dio cuenta y se fue. A las 19 horas, cuando normalmente el puto segurata está nervioso porque quiere cerrar, me vino a buscar y me dijo que nos fuéramos. Salimos por la puerta y noté como se me pegaba de una forma que no era normal. Íbamos andando y se iba dando golpecitos conmigo. Era como si buscara el contacto... no le di excesiva importancia. Ella iba hacía su moto y me dijo que la acompañara. Cuando estábamos a 4 metros de la moto, noté como invadía mi puto espacio vital y ahí me puse muy tenso... el corazón se me puso a mil y tuve esa sensación que tenía en mis años de garrapiñeo, cuando una presa estaba a punto de ser cazada. Noté su mirada fija, clavada, mientras daba pasitos acercándose y yo me alejaba. Acabé la conversación, me despedí de ella y ahí se quedó la cosa.
La situación me puso muy tenso. Es una chica bajita, morena, cara simpática, mirada alegre... debe andar por los 28-30 años, psicóloga, sin trabajo estable, su madre es colombiana y vino aquí desde pequeña, así que tiene los rasgos de la selva, pero el acento no es de cantante de reaggeton. Pero bueno, su aspecto físico no es el caso del tema, el caso a tratar son las putas señales que me acaba de enviar.
Sería muy cómodo, ella se va, y no depende de mí que se vaya o no, pero tengo claro que si por mí fuera no quiero un elemento perturbador ahora mismo ni en mi trabajo ni en mi vida.
El caso es esa sensación que tuve en el momento en que noté ese acercamiento excesivo, esa tensión que casi se puede tocar cuando algo está a punto de suceder. No quiero que suceda nada a lo
@THORNDIKE style, pero uno no puede olvidar así como así sus tiempos de
@Sureño lifestyle.
Me gustó la sensación, pero al mismo tiempo me incomodó, porque yo no busqué nada, y no lo quiero... pero es jodido evadirse de algo que hace tiempo era un absoluto gozo. Y no estoy hablando de la coyunta, estoy hablando del rapiñeo.
Ahora mismo espero no coincidir de ninguna manera con ella, pero el jueves que viene por la tarde puede ser algo tenso.