Día de San Valentin: románticos contra tristes a hostia limpia

  • Iniciador del tema Iniciador del tema Victor I
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te ponen las trans?

  • Una boca es una boca y ellas saben los puntos clave de una buena mamada...

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  • Me gusta ponerlas mirando para cuenca y disfrutar de ese agujero apretadito

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  • No me importaría comerles todo el mejillon pero en mi culo no entra ni el pelo de una gamba

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  • Lo reconozco, soy hetero pero me han borrado todo el 0 poniendome a comer almuada

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  • Una vez iba borracho y me confundí

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  • A ti que coño te importa HIJO DE PUTA!!

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Nunca he regalado algo un 14 de febrero.

Prefiero dar algún detalle cualquier día.

Hoy la luna se ve teñida de rojo y la marea es baja.
 
FatalDeLoMio rebuznó:
La segunda fue orquestada con sutileza: Fui a su pueblo sin que ella lo supiera, gracias a la ayuda de su madre y su hermana. Me presenté en su casa estando ella sola, con mi maleta y una rosa en la mano. Me reservaron mesa en un restaurante y habitación de matrimonio en un hotel (y lo pagué yo todo). La noche fue un desastre y acabé con un dolor de huevos de antología. Fue el principio del fin de aquella relación.


No me quedan ganas de payasadas románticas, hoygan.

Vaya FAIL. Eso es precisamente un motivo para no celebrarlo. Cuando por obligación esa noche tiene que ser antológica, cuando todo debe sailr bien y ser romántico por ser San Valentín, en cuanto algo falla, viene la decepción.
 
Eso,eso que en el titulo del post especificaba a ostia limpia,estaria bien un giro de volante y sacar miserias asociadas a la fecha del amol!!
 
MisterM rebuznó:
¿Qué ocurrió? Nos ha dejado a todos con la polla en la mano.

Pues la cena estuvo bien, en un restaurante de categoría. Cuando acabamos los postres, ella empezó a quejarse de que no se encontraba bien (a veces tenía nauseas por la noche, o algo*). Total que fuimos para el hotel, y en el momento que aproveché para ir al baño, ella ya se había echado a dormir.

A la mañana siguiente, yo esperaba que le hubiesen dejado un poco de margen en el curro (trabajo familiar), pero tuvimos que madrugar y todo. Ni siquiera me avisó y me jodió no haberme traido ropa de faena para no estropear la que llevaba puesta. Naturalmente no dio tiempo ni a un magreo decente y ella tampoco estaba por la labor.

Todavía logró engatusarme para que fuesemos a comprar ropa con cargo a mi tarjeta. Que vergüenza me da contarlo a día de hoy.

Aquel año, la única vez que tuvimos sexo fue en Reyes. La anterior a esa, dos meses atrás (no pude viajar para verla en ese periodo). Unos 6 meses después de San Valentín, la dejé.


Al menos me queda el buen regustillo de este sabado, en el cual le comí la boca a una amiga mía que está como un queso. Se que es lo máximo que me va a dejar, pero yo encantao :P


* Seguramente era mentira, como tantas otras cosas...
 
Creo que ya lo he contado más de una vez, pero va.

Al igual que otros foreros, yo nunca he tenido el típico “día de los enamorados” empalagoso, con regalitos de y para la novia, cenita y polvo, abrazos y arrumacos, y un “te quiero” post orgásmico como culminación final del día.

La verdad es que mis sentimientos al respecto han sido siempre ambiguos. No he tenido envidia de quien ha vivido eso, y tampoco he experimentado la sensación de asco rotundo por el Día del Corte Inglés. Sencillamente un día más.


No recuerdo haber celebrado San Valentín más que una vez, en el instituto. Y fue porque cuando cursaba COU la asociación de alumnos tuvo la genial idea de celebrar una fiesta en el salón de actos con esa festividad como excusa.


Pero si hubo, cosa que me ha recordado este compañero, un catorce de febrero memorable. También en el instituto, también en COU.

Todos los años, para pagarse la excursión de fin de curso, se vendían claveles (las rosas eran caras de cojones y no había presupuesto para eso) para regalar de forma anónima a la chica que te gustaba. Y cada año pasaba lo mismo: las guapas recibían varios claveles, las normalitas quizá alguno del noviete del momento, las feas nada de nada (y a veces hasta les enviaban UNA PATATA, para mofa y risión del resto de la clase).

Ese año, jatetú, decidí espontáneamente que cada compañera de clase iba a tener el suyo, y así se lo notifiqué al colega que vendía los claveles: “Quiero un clavel para cada una de la clase, y que no se entere ni dios de quién lo envía y tal”.

- Quinientas pesetas – contestó sonriente.


Y tan a gusto que se las pagué.

Esa noche (estudiaba en el turno de noche, llevaba el papeleo de la empresa familiar durante el día, gajes del oficio de ser un pringao) llegó “la hora de los claveles”, y la profesora permitió complaciente que el chaval empezase a nombrar a las chicas a las que les habían regalado su clavelito, claveeeliiiito, claveliiiito de mi corazón.

La casualidad quería que las primeras de la lista fuesen las mas guapas, así que no hubo sensación general de sorpresa, pero cuando los nombres de las compañeras de clase se sucedían, uno tras otro, y todas y cada una, sorprendidas, se levantaban para tener su clavel, el rumor y los cuchicheos, la sensación general de sorpresa, aumentaba, mientras yo sonreía para mi mismo y, lo reconozco, disfrutaba inmensamente con el espectáculo.

Fue delicioso ver la cara de auténtica felicidad de todas, que se miraban unas a otras, cada una con su clavel en la mano. Impagable.


No menos sorprendente fue que al día siguiente muchas de esas compañeras de clase prácticamente acorralaron y obligaron al chaval que vendía las flores a decirle a cada una QUIÉN le había enviado el clavel.

El pobre, temiendo un linchamiento feminazi, confesó, y les dijo quién había sido. Me trataron bastante bien el resto del curso, y pasé de ser un anónimo absoluto a ser saludado con el “hola” y “hasta luego” por prácticamente todas las compañeras de clase, y bastantes más de clases adyacentes que habían oído hablar del suceso.

Sólo por ese acontecimiento, por esos momentos que viví gracias al 14F, no puedo criticarlo, por mucha creación comercial que haya detrás de esta fecha.
 
Eres un mentiroso, esa misma la historia la contaste ya cambiando el final: que algunas tiraron el clavel al suelo y te retiraron el saludo. Con cuál nos quedamos? :lol:
 
Candela rebuznó:
Eres un mentiroso, esa misma la historia la contaste ya cambiando el final: que algunas tiraron el clavel al suelo y te retiraron el saludo. Con cuál nos quedamos? :lol:

Con esta, la otra versión las escribí bajo la influencia de la misoginia Wetamirista. Ahora he cambiado y soy un ser de luz. :lol:

Sea como fuere, reconozco que el 14F no hace daño a nadie, y si alguno se ve agobiado (el lado oscuro de San Valentin) porque le fuerzan a hacer regalos, a pagar cenas y demás, sin que quiera o pueda permitirselo, es un buen día para replantearse si la pareja de uno comparte la misma filosofía de vida y actitudes ante esta, y sopesar si un futuro con esa persona es factible.


Pero siendo positivos, a nadie le amarga un dulce, y una celebración de amor, por muy modesta que sea, si es sincera, supongo que siempre es bienvenida.


La envidia no ha lugar en este día, si se desea tener eso, puede incluso ser un estímulo, un trampolín, para intentar nuevas relaciones, eso allá cada cual.
 
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