Cocina El método Montigñé: Dictamos tu comida, somos tu vida.

Esos botes de claras de huevo qué tal son? cuanto duran abiertos sin estropearse? llevan chorromil ingredientes cancerígenos o son las claras solas?

yo me hago unas tortillas de chorizo paacios pivcante con 3 claras y una yemma, cebolla y ajo que arde en un candil

dr becergñec, ¿qué sabe de los ingredientes de mis chicles? (sorbitol, manitol, maltitol, xilitol...)
 
Los botes de claras de huevo deben ser eso, 100% claras de huevo sin mierdas añadidas. La duración desde su apertura dependerá de cada envasador, pero suele venir indicado en el recipiente. Creo recordar que las del Metadona son 4 días, pero yo las he comido dejando pasar más plazo abiertas y sin problema ninguno (otra cosa es que quizá puedan perder propiedades, lo cual desconozco). Y con respecto a los chicles, hasta donde yo sé, van cargados de venenos múltiples difícilmente compatibles con una alimentación sana si aquellos se consumen con mucha frecuencia.
 
Se recuerda a los señores foreros que la propaganda mainstream contra las yemas de huevo es otra de las soplapolleces de los códigos nutricionales imperantes.
 
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Todos sabemos que Mundo Desconocido es una mina de LOL pero este video sin duda trata cuestiones muy interesantes.
 
Becerro de oro rebuznó:
Se recuerda a los señores foreros que la propaganda mainstream contra las yemas de huevo es otra de las soplapolleces de los códigos nutricionales imperantes.

Yo me como, desde hace mucho tiempo, una media de seis huevos semanales, con sus correspondientes yemas, y no tengo ni idea de qué es eso del colesterol alto. (Me hago análisis de sangre completísimos cada tres meses aproximadamente).

¿Pues no dicen ahora por ahí que la mantequilla, no la mierda esa de la margarina, es buenísima?

¡Ah! Otra cosa. Hace años que no pruebo la fruta. Por supuesto no tengo ningún tipo de carencia de vitaminas ni mandangas de ésas. A los análisis me vuelto a remitir.

Llevan décadas mintiéndonos como bellacos con el tema de la alimentación. El motivo no lo acabo de ver, pero que nos mienten, no hay duda ninguna.
 
_Anagramo_ rebuznó:
La Conspiración de la Alimentación - YouTube

Todos sabemos que Mundo Desconocido es una mina de LOL pero este video sin duda trata cuestiones muy interesantes.

Muy buena aportación. He visto el vídeo (hay una segunda parte) y básicamente las premisas que defienden son las de la Dieta Paleolítica.
O bueno, también todas estas dietas para adelgazar que están de moda ahora y que se basan sobre todo (en realidad había puesto sobre todo junto porque soy un subnormal) en una alimentación con proteína y grasas de calidad, minimizando en lo posible los hidratos de carbono.
 
lo saludable o no que puedan ser las yemas de huevos depende de lo que le den de comer a las gallinas. no son los mismos ácidos grasos los que gallinas que picotean por ahí y alimentadas con semillas de lino que las de gallinas encerradas en una nave y alimentadas exclusivamente con soja y maíz. y la carne igual y la mantequilla de las vacas igual. y todo es asi.
 
Esta semana no porque vengo tarde de correr y ya no desayuno, como directamente, pero venía desayunando todos los días 4 huevos. Y ya.

Hablando de teorias conspiranoicas, yo ya he dejado de usar champú.
 
Manchuria rebuznó:
Yo me como, desde hace mucho tiempo, una media de seis huevos semanales, con sus correspondientes yemas, y no tengo ni idea de qué es eso del colesterol alto. (Me hago análisis de sangre completísimos cada tres meses aproximadamente).

¿Pues no dicen ahora por ahí que la mantequilla, no la mierda esa de la margarina, es buenísima?

¡Ah! Otra cosa. Hace años que no pruebo la fruta. Por supuesto no tengo ningún tipo de carencia de vitaminas ni mandangas de ésas. A los análisis me vuelto a remitir.

eso puede ser bueno para ti pero puede ser malo para otra persona. lo que es una mierda es lo de la pirámide de la alimentación porque el porcentaje de grasas, proteinas y carbohidratos que necesita una persona varia de una a otra. pero hay gente que si se pusiera a comer como tú, se enfermaría.

y yo no sé que hago a las 3 menos cuarto de la madrugada escribiendo en un foro.
 
Eire rebuznó:
lo saludable o no que puedan ser las yemas de huevos depende de lo que le den de comer a las gallinas. no son los mismos ácidos grasos los que gallinas que picotean por ahí y alimentadas con semillas de lino que las de gallinas encerradas en una nave y alimentadas exclusivamente con soja y maíz. y la carne igual y la mantequilla de las vacas igual. y todo es asi.
En mi caso los huevos que consumo son de total confianza y sé al 100% que no toman mierda ninguna. ¿La afectación en el consumo sigue dependiendo de cada persona o en términos generales se pueden comer huevos de esas gallinas sin miedo? Tampoco es que abuse ni mucho menos (quizá 3-4 huevos semanales), pero es por saber.
rendder rebuznó:
Esta semana no porque vengo tarde de correr y ya no desayuno, como directamente, pero venía desayunando todos los días 4 huevos. Y ya.Hablando de teorias conspiranoicas, yo ya he dejado de usar champú.
¡¡ Ahora sé donde acaban las mamadas a su vecino !! :lol::lol:
Eire rebuznó:
eso puede ser bueno para ti pero puede ser malo para otra persona. lo que es una mierda es lo de la pirámide de la alimentación porque el porcentaje de grasas, proteinas y carbohidratos que necesita una persona varia de una a otra. pero hay gente que si se pusiera a comer como tú, se enfermaría.y yo no sé que hago a las 3 menos cuarto de la madrugada escribiendo en un foro.
¿Cómo saber qué porcentaje es bueno para cada uno? ¿Exclusivamente mediante el "ensayo prueba-error"?¿Hasta qué punto puede ser nocivo o válido "científicamente" ese ensayo prueba-error con uno mismo? Me hejplico: hace tiempo que tengo claro que en el tema nutricional o bien nadie tiene ni puta idea o cada cuerpo es tan distinto que es sumamente complejo establecer patrones generales válidos. Por ello estoy empezando a probar conmigo mismo a hacer cambios en la alimentación e intentar ver cómo me afectan. La cuestión es que no sé hasta qué punto esas pruebas pueden resultarme perjudiciales para la salud (no lo creo, pues no son cambios muy bruscos, pero doctores tiene la Iglesia...) e igualmente no tengo ni idea de cuánto tiempo pueden tardar en apreciarse (si es que lo hacen) esas modificaciones alimentarias. Ejemplo 1: me encanta la fruta y creo que como demasiada. Cuando acabe la que queda en casa probaré a no tomarla, por aquello del abuso de fructosa, etc... No creo que una dieta sana pase por prescindir totalmente de la fruta, pero también creo probable que alguien pueda estar 100% sano sin tomarla. Ejemplo 2: llevo un par de días cocinando sin nada de sal (bastante sacrificado, al menos al principio). No considero que antes abusara de ella, pero seguramente se pueda estar 100% sano sin tomarla (o consumir la poca que lleve incorporada naturalmente algún alimento consumido). Sé que no estaré así toda mi vida pues me encanta la fruta y me gusta la comida con su dosis justa de sal, pero no creo que pierda nada por probar. También es probable que sea un tarado haciendo el gilipollas y que todas estas mierdas que pergeño no valgan un carajo. Siento el ladrillaco. Discas, bros.
 
Lo de la restricción de sal es otro mito infundado, solo los hipertensos parece que deban controlarse.
 
¿La sal tampoco retiene líquidos ni es recomendable moderar lo posible su consumo? La virgen... Como dije en mi anterior post, aquí nadie sabe a qué cojones atenerse para intentar hacer bien las cosas. Por cierto comer sin nada de sal es un infierno (y eso que he usado ajo en polvo, perejil, pimentón y demás especias para intentar alegrar un poco los platos), y precisamente hace un rato había ido al Metadona a comprar sal sin sodio (supongo que mal tampoco me hará ¿no?).
 
Becerro de oro rebuznó:
Lo de la restricción de sal es otro mito infundado, solo los hipertensos parece que deban controlarse.

Tú con tal de llevar la contraria al establishment eres capaz de soltar cada gilipollez.....
 
Tiboroski rebuznó:
¿La sal tampoco retiene líquidos ni es recomendable moderar lo posible su consumo? La virgen... Como dije en mi anterior post, aquí nadie sabe a qué cojones atenerse para intentar hacer bien las cosas. Por cierto comer sin nada de sal es un infierno (y eso que he usado ajo en polvo, perejil, pimentón y demás especias para intentar alegrar un poco los platos), y precisamente hace un rato había ido al Metadona a comprar sal sin sodio (supongo que mal tampoco me hará ¿no?).

A la sal, como a ciertos alimentos, le ha caido unas culpas de males que correspondían a los carbs:

En defensa de la sal | Naturarla: espacio sobre nutrición, vida sana, sostenibilidad y recetas naturales con queso
 
Becerro de oro rebuznó:
A la sal, como a ciertos alimentos, le ha caido unas culpas de males que correspondían a los carbs:En defensa de la sal | Naturarla: espacio sobre nutrición, vida sana, sostenibilidad y recetas naturales con queso
Oiga, si artículos en la wec ya sé que existen y habrá kilotones en un sentido u otro... Pero menuda puta mierda de vida nutricional ésta en la que uno no sabe a qué cojones atenerse para intentar hacerlo bien. Y por cierto, cuando tenga un rato pásese por el hilo de la paleodieta y nos cuenta, que he dejado ahí posteada petición de experiencias.
 
Eire rebuznó:
eso puede ser bueno para ti pero puede ser malo para otra persona. lo que es una mierda es lo de la pirámide de la alimentación porque el porcentaje de grasas, proteinas y carbohidratos que necesita una persona varia de una a otra. pero hay gente que si se pusiera a comer como tú, se enfermaría.

y yo no sé que hago a las 3 menos cuarto de la madrugada escribiendo en un foro.

Estoy totalmente de acuerdo contigo. No creo en el igualitarismo en materia alimenticia. Lo que para uno puede ser saludable para otro puede ser veneno.
Por eso no hay que comerse tanto el coco buscando la dieta ideal, pues no existe. En todo caso, existiría nuestra propia e individual dieta ideal. Y a esto me temo que hay que llegar a base de experimentar y darse muchos trompazos.
En cuanto a los huevos que consumo, son de garantía. Ecológicos, y tal. Se supone que llevarán menos mierda que los de las gallinas encerradas en una jaula y explotadas intensivamente.

¿A las tres menos cuarto escribiendo en un foro? Pues lo que casi todos, engancharnos a esto y luego estar mañana por la mañana hechos unos zombies.
 
Manchuria rebuznó:
Estoy totalmente de acuerdo contigo. No creo en el igualitarismo en materia alimenticia. Lo que para uno puede ser saludable para otro puede ser veneno.

yo estuve varios años interesándome por estas mierdas, conozco muchas teorías sobre alimentación, he leído las opiniones de muchos y he ido probando muchas dietas. la conclusión es que no hay ni un solo alimento que todo el mundo coincida en decir que es bueno, ni siquiera el agua porque unos dicen que hay que beber mucha, otros que hay que beber poca, unos dicen que no se puede beber con la comida, otros que da igual, otros que incluso es beneficioso. para los hindues el arroz integral es el de peor calidad de todos, mientras que los macrobióticos lo convierten en la base de su alimentación.

lo que veo es que cada sistema de alimentación que se base un poco en la ciencia o en la tradición sobre todo tiene sus propias reglas. y bueno, cualquier gastronomía tradicional también, los macrobióticos que comen cereales en grano tres veces al día no comen casi nada de grasa y evitan las grasas saturadas, si lo hiciesen pues sería muy perjudicial comiendo tantos carbohidratos; los paleolíticos que comen carne o pescado tres veces al día no toman sal (esto va por ti, Becerro, si por ti) dado que la carne ya contiene mucho sodio, además que Loren Cordain dice que la sal es mala por el cloruro y no tanto por el sodio, pues el cloruro produce ácido en los riñones después de digerirse (el sodio es un mineral alcalino, el cloro es un mineral ácido), vamos que la sal sin sodio tiene que ser acidificante y mucho peor, digo yo (lo digo por el comentario de Tiboroski). la sal marina si que es alcalinizante.

vamos, que las teorías pueden ser interesantes y que casi todas tienen su lógica y su propio equilibrio pero que yo creo que todas las dietas que dicen todo el mundo debe comer de la misma manera están equivocadas. la dieta paleolítica es muy interesante, Robb Wolf sobre todo es un bioquímico que controla y mola leerlo pero después lees a Olga Cuevas que es también bioquímica pero que sigue los principios macrobióticos aunque con matices y argumenta opiniones totalmente dispares.

pues eso, que cada persona es diferente y que hay personas que les conviene carne rica en purinas y otros van mejor con quesos y huevos, y otro mucha grasa y otro muy poquita.

y luego está lo de que llamamos a esto "carne" y a esto "huevo" y a esto "pan" pero que no es lo mismo que comían nuestros antepasados, que el salmón será cojonudo con los ácidos grasos que tiene pero el que es cojonudo es el salmón salvaje porque si lo alimentan con piensos en una piscifactoría pues ya no lo es tanto; que el pescado azul salvaje era muy bueno también por lo mismo, por el contenido en omega 3, pero es que ahora los mares están llenos de mierda y que cuanto más azul y cuanto más grande es el pescado más mercurio acumula. que el trigo que comemos, joder, no es el trigo que se comían los romanos hace 2000 años, porque es un tipo de trigo que está hibridado.

el trigo puede ser que en dos ocasiones ha hibridado, la ampliación de su genoma a partir de 14 cromosomas en su forma ancestral (einkorn trigo) a los 28 cromosomas (Emmer de trigo) a través de la hibridación con la hierba de cabra, más tarde a 42 cromosomas mediante hibridación con otra hierba Triticum para crear trigo moderno.

incluso la gente que entiende de esto dice que en Europa los productos vegetales contienen 4 veces más potasio y la mitad de magnesio que hace 100 años, esto es gracias a un subnormal alemán que en el siglo XIX descubrió que suministrando a un suelo nitrógeno, fósforo y postasio aumentaba su productividad pero es que en la vida todo tiene sus consecuencias y no se puede ir de campeón alterando el equilibrio natural porque debido a la competencia catiónica entre el potasio y el magnesio ahora tenemos unas carencias de magnesio del copón.

y bueno, que yo no sé porque me acabo poniendo tan serio en este sucforo y escribiendo estos tochos, lo del tema de la alimentación en realidad ya me toca un poco los cojones y lo que realmente querría es escribir posts como los de Toneti pero es que aquí no me salen.
 
Eire rebuznó:
la conclusión es que no hay ni un solo alimento que todo el mundo coincida en decir que es bueno, ni siquiera el agua.

lo que realmente querría es escribir posts como los de Toneti .

Pues en esto lo has calcado, vamos.

Menos mal que luego lo has explicado poniendo ejemplos de lo que querías decir y no de lo que has escrito.
 
Eire rebuznó:
Loren Cordain dice que la sal es mala por el cloruro y no tanto por el sodio, pues el cloruro produce ácido en los riñones después de digerirse (el sodio es un mineral alcalino, el cloro es un mineral ácido), vamos que la sal sin sodio tiene que ser acidificante y mucho peor, digo yo (lo digo por el comentario de Tiboroski). la sal marina si que es alcalinizante.

Desarrolla esa gilipollez, por favor. Yo no soy químico pero para que una sal sea sal necesita una base y un ácido. La acidez de la disolución dependerá de la fuerza de la base (si partimos del mismo ácido). Si en vez de una base fuerte como la de sodio tenemos otra fuerte como la de potasio, también obtenemos una disolución básica. De hecho la sal sin sodio de Mercadona tiene sal potásica y, al parecer no tiene los inconvenientes del sodio.
Aunque su sabor deja mucho que desear (es una puta mierda).

Voy a probar con sal marina, a ser posible la que desprendan mis huevos peludos después de un día de playa
 
Eire rebuznó:
yo estuve varios años interesándome por estas mierdas, conozco muchas teorías sobre alimentación, he leído las opiniones de muchos y he ido probando muchas dietas. la conclusión es que no hay ni un solo alimento que todo el mundo coincida en decir que es bueno, ni siquiera el agua porque unos dicen que hay que beber mucha, otros que hay que beber poca, unos dicen que no se puede beber con la comida, otros que da igual, otros que incluso es beneficioso. para los hindues el arroz integral es el de peor calidad de todos, mientras que los macrobióticos lo convierten en la base de su alimentación.

lo que veo es que cada sistema de alimentación que se base un poco en la ciencia o en la tradición sobre todo tiene sus propias reglas. y bueno, cualquier gastronomía tradicional también, los macrobióticos que comen cereales en grano tres veces al día no comen casi nada de grasa y evitan las grasas saturadas, si lo hiciesen pues sería muy perjudicial comiendo tantos carbohidratos; los paleolíticos que comen carne o pescado tres veces al día no toman sal (esto va por ti, Becerro, si por ti) dado que la carne ya contiene mucho sodio, además que Loren Cordain dice que la sal es mala por el cloruro y no tanto por el sodio, pues el cloruro produce ácido en los riñones después de digerirse (el sodio es un mineral alcalino, el cloro es un mineral ácido), vamos que la sal sin sodio tiene que ser acidificante y mucho peor, digo yo (lo digo por el comentario de Tiboroski). la sal marina si que es alcalinizante.

vamos, que las teorías pueden ser interesantes y que casi todas tienen su lógica y su propio equilibrio pero que yo creo que todas las dietas que dicen todo el mundo debe comer de la misma manera están equivocadas. la dieta paleolítica es muy interesante, Robb Wolf sobre todo es un bioquímico que controla y mola leerlo pero después lees a Olga Cuevas que es también bioquímica pero que sigue los principios macrobióticos aunque con matices y argumenta opiniones totalmente dispares.

pues eso, que cada persona es diferente y que hay personas que les conviene carne rica en purinas y otros van mejor con quesos y huevos, y otro mucha grasa y otro muy poquita.

y luego está lo de que llamamos a esto "carne" y a esto "huevo" y a esto "pan" pero que no es lo mismo que comían nuestros antepasados, que el salmón será cojonudo con los ácidos grasos que tiene pero el que es cojonudo es el salmón salvaje porque si lo alimentan con piensos en una piscifactoría pues ya no lo es tanto; que el pescado azul salvaje era muy bueno también por lo mismo, por el contenido en omega 3, pero es que ahora los mares están llenos de mierda y que cuanto más azul y cuanto más grande es el pescado más mercurio acumula. que el trigo que comemos, joder, no es el trigo que se comían los romanos hace 2000 años, porque es un tipo de trigo que está hibridado.



incluso la gente que entiende de esto dice que en Europa los productos vegetales contienen 4 veces más potasio y la mitad de magnesio que hace 100 años, esto es gracias a un subnormal alemán que en el siglo XIX descubrió que suministrando a un suelo nitrógeno, fósforo y postasio aumentaba su productividad pero es que en la vida todo tiene sus consecuencias y no se puede ir de campeón alterando el equilibrio natural porque debido a la competencia catiónica entre el potasio y el magnesio ahora tenemos unas carencias de magnesio del copón.

y bueno, que yo no sé porque me acabo poniendo tan serio en este sucforo y escribiendo estos tochos, lo del tema de la alimentación en realidad ya me toca un poco los cojones y lo que realmente querría es escribir posts como los de Toneti pero es que aquí no me salen.

Amigo, es usted amo en esto. Se le nota muy puesto y muy leído.
Y efectivamente, llego a su misma conclusión: te compras doscientos libros de dietética, todos tienen su lógica, todos prometen la salud perfecta, pero al final cada uno da soluciones absolutamente diferentes. ¿A cuál le haces caso?
De todas maneras, me guardo su aportación. Canela fina.
 
Otro gran falso mito difundido por el establishment es que el matarratas sea venenoso.
 
Le yema del huevo es un alimento mejor y más completo que la clara, tiene más proteínas, etc. pero tiene mucha grasa, por lo que, el que coma mucho huevo, deberá aumentar la ingesta de claras en detrimento de las yemas, esto no significa eliminarlas, sino limitarlas.

La sal, ¿qué sal?


SAL REFINADA

Veneno cotidiano

La simple evaporación del agua de mar, deja como consecuencia un residuo sólido, al cual llamamos sal. Este residuo está compuesto por los 84 elementos estables de la tabla periódica. Por supuesto que el cloro y el sodio son los principales elementos cuantitativos, representando casi el 90% de su composición. Pero la importancia cualitativa de ese 10% restante es verdaderamente extraordinaria... se fue descubriendo el gran valor industrial del componente básico de la sal (el cloruro de sodio ó cloruro sódico) en el desarrollo de los productos de síntesis química. Una vez liberado de “impurezas” (y por tanto del equilibrio iónico que le confieren los restantes 82 elementos), el cloruro de sodio es un reactivo perfecto y económico. Por esta razón se perfeccionó la técnica de refinación y limpieza, a fin de conseguir la máxima pureza en la producción de cloruro sódico. Esta sustancia se convirtió en un elemento imprescindible de la industria química, sobre todo para la producción de plásticos, aceites minerales, desmoldantes, etc. También la industria alimentaria la incorporó en su batería de aditivos preservantes, como inhibidor de procesos de descomposición: un ejemplo es el yogurt, que contiene cloruro de sodio, no como saborizante sino como conservante.

La Dra. Sherry Rogers aporta otra pista sobre el porqué de la refinación de la sal, en su libro “La cura se encuentra en la cocina”: “La sal de mesa común que ha invadido el mercado de Estados Unidos en los últimos 50 años, parece ser un subproducto de la manufactura de armas. Las grandes compañías (como la Morton Thiokol, fabricante de combustibles para cohetes) refinan sal para extraer ciertos minerales que luego utilizan en sus producciones bélicas y espaciales. En el proceso de refinación industrial, la sal de mesa pasa por temperaturas de 670ºC, lo cual altera definitivamente su natural estructura cristalina”.


Por estas razones se refina exhaustiva y prolijamente la sal en el mundo moderno. Una sola cifra nos permite comprender mejor esta realidad: el 93% de la sal que se refina en el planeta está destinada a fines industriales no alimentarios, un 4% es utilizado por la industria alimentaria como conservante; apenas el minoritario 3% restante se destina al uso como sal de mesa. Traducido en términos más sencillos, “de paso” la mesa “liga” los “beneficios” de la excelente “pureza” de la refinación industrial y nuestras amas de casa se “benefician” al disponer de un producto “inmaculado” y que no se apelmaza.

También existe otra importante fuente de cloruro de sodio, que si bien no proviene de la refinación, es consecuencia de un desecho industrial y por tanto arrastra la nocividad de la manipulación tecnológica, sobre todo a nivel energético. Nos referimos a las fábricas de pastas para papel o “pasteras”, tan en boga últimamente por la cuestión ambiental. El cloruro de sodio es uno de los desechos emergentes del proceso de producción de la pasta celulósica, base de la industria papelera. Como rezan las advertencias de las películas, “cualquier relación entre esta actividad y marcas de sal, es solo pura coincidencia”.

Siguiendo con la refinación de la sal, digamos que en 1971 el gobierno japonés decretó que toda la sal para consumo humano se debía elaborar por el dudoso proceso de intercambio de iones, que usa 3.000 voltios y 120 amperes de electricidad para extraer los iones de cloruro de sodio del agua de mar. Un físico atómico, Katsuhiko Tani, contrario a esta decisión oficial, comenzó a realizar estudios al respecto, creando la Asociación de Investigación de la Sal.

En una de sus primeras experiencias, Tani trabajó con almejas vivas sumergidas en distintas concentraciones de sal naturalmente obtenida por evaporación de agua de mar. Luego imitó estas concentraciones con la sal para consumo humano y con la sal de potasio (cloruro potásico), un sustituto artificial para hipertensos. El resultado: las almejas sumergidas en las soluciones con sal natural reaccionaron abriendo sus caparazones, mientras aquellas sumergidas en las soluciones con sal obtenida por intercambio de iones o con sal de potasio, permanecieron cerradas, reaccionando como si estuvieran en un ambiente hostil.

Los párrafos anteriores tienen que ver con una trágica realidad que a casi nadie preocupa: el cloruro de sodio, como compuesto químicamente puro, no existe en la naturaleza. Algo análogo ocurre con la sacarosa (azúcar blanco). Biológicamente el organismo no reconoce estas sustancias refinadas y de extrema pureza; es más, las considera tóxicas por su reactividad. Irónicamente, por la misma razón que la industria aprecia al cloruro sódico (capacidad reactiva), el organismo lo rechaza.

Para comprender mejor esta “fobia” corporal hacia los compuestos químicamente puros, podemos usar dos ejemplos burdos pero ilustrativos: la caña de azúcar y la hoja de coca. Estudios hechos en Sudáfrica sobre muestras de orina de dos mil trabajadores de plantaciones de caña de azúcar, no hallaron trazas de glucosa, pese a que en promedio mascaban 2 kg diarios de caña, o sea que ingerían unos 350g de azúcar por día. La explicación es sencilla: mientras la caña mascada es un alimento natural, completo y fácilmente metabolizable, el azúcar refinado es un producto extraño y nocivo para el organismo. Otras investigaciones realizadas en África e India muestran que la diabetes es desconocida en pueblos que no incluyen carbohidratos refinados en su dieta.

Respecto a la coca, es simple observar en los pueblos andinos que el cotidiano consumo de la hoja mascada (benéfica para el apunamiento) no genera los efectos devastadores del extracto refinado, conocido como cocaína. Siempre estamos hablando de productos vegetales, pero de por medio está presente el proceso de refinación y purificación.


EL PROBLEMA DE LA ADITIVACIÓN

Volviendo a la sal refinada de mesa, no todo termina en el “desguace” de sus restantes 82 elementos constitutivos. Luego “sufre” la aditivación de otros compuestos refinados. El caso del yodo y el fluor, ambos minerales tóxicos y reactivos en las formas antinaturales que se adicionan industrialmente. ¿En que argumentos se basa este procedimiento, obligatorio por ley?: resolver problemas tiroideos (yodo) y proteger la salud dental (fluor). Pero nadie toma en cuenta que el cuerpo no puede metabolizar la suplementación artificial de yoduros y fluoruros. Muchos científicos están advirtiendo que estos compuestos son los principales responsables de la formación de nitratos en el estómago; y se sabe que los nitratos son las sustancias cancerígenas más agresivas, y responsables de tumores selectivos en muchos órganos. También son responsables de reacciones alérgicas y otros problemas de salud. Recientes estudios demuestran que la adición de yoduros a la sal de mesa puede causar hipertiroidismo, tiroiditis autoinmune y disminución de fertilidad. Por su parte el fluor, aún en concentraciones bajas, está relacionado con problemas neurológicos y endocrinos, afectando el sistema nervioso y provocando déficit de atención (DDA) en niños y adultos.

A este trágico panorama, se suma la aditivación de otros preservantes, por supuesto que todos legalmente autorizados e incluso sin obligación de ser declarados en las etiquetas. Además de yoduro de potasio, la industria de la sal adiciona dextrosa, un tipo de azúcar que sirve para evitar la oxidación del yodo (¡¡¡o sea que la sal tiene azúcar!!!). Luego le agregan bicarbonato sódico, para que la sal no tome un tinte púrpura tras la adición del yoduro de potasio y la dextrosa. Para evitar el apelmazamiento se adiciona hidróxido de aluminio. Es bien conocida la relación aluminio-Alzheimer y el papel que juega este metal liviano en las disfunciones neuronales, bloqueando los procesos del pensamiento. ¡¡¡Como si no tuviésemos bastante con el uso de utensilios de aluminio en la cocina, latas de aluminio para las bebidas o papeles de aluminio para envolver alimentos!!!

Otros aditivos que encontramos en la sal de mesa son: el carbonato cálcico, que no es otra cosa que un pulverizado de huesos animales, el aluminato de silicio sódico, el ferrocianuro de sodio, el citrato verde de amoníaco férrico, el prusiato amarillo sódico y el carbonato de magnesio.


EL PROBLEMA DEL SODIO

A través de la sal refinada, ingresa diariamente al organismo gran cantidad de sodio, un mineral que si bien es necesario en la química corporal, hoy en día se ha convertido en un problema a causa de su excesivo consumo, sobre todo en formas inorgánicas. El sodio contribuye al mantenimiento del equilibrio ácido-base y del balance hídrico y electrolítico del organismo, siendo necesario para la correcta transmisión del impulso nervioso y para la excitabilidad normal de los músculos. La forma ideal de su consumo es a través de los alimentos frescos, que lo contienen en modo biológicamente asimilable. Pero el enorme consumo de sodio (representa el 40% de la sal común) proviene de productos industriales y a su vez está relacionado con deficiencias del electrolito sinérgico: el potasio. El desorden sodio/potasio se ha convertido en una de las grandes causas de los modernos problemas de salud.
Normalmente se piensa -y así lo sugieren los especialistas- que con evitar la sal se resuelve el problema del exceso de sodio. Sin embargo, el consumidor moderno se ve expuesto a la inadvertida presencia de variadas y a veces nefastas formas de sodio en los alimentos industrializados de uso corriente, la mayoría de las cuales no están indicadas en las etiquetas de los productos que las contienen. Un ejemplo es el pan común, que suele aportar 1,3% de sal, o sea unos 500mg de sodio por cada 100g de un producto que se consume en grandes cantidades. Si tenemos en cuenta que la OMS recomienda que las personas adultas no superen los 6 gramos de sal al día (2,4 gramos de sodio), vemos que solo 500g diarios de pan bastan para superar dicho valor.
El cloruro de sodio refinado es ampliamente utilizado por la industria alimentaria, que además de la propiedad saborizante, toma en cuenta el aspecto conservante de la sal. En muchos productos se usa en forma abundante para resaltar cualidades gustativas, mientras que en otros cumple una función preservante. Además, el sodio forma parte de gran cantidad de aditivos alimentarios legalmente autorizados: conservantes, estabilizantes, emulgentes, espesantes, gelificantes, potenciadores de sabor o edulcorantes. Veamos aquí la nómina de 44 aditivos basados en el sodio, que a veces aparecen en las etiquetas con la simple indicación numérica:

E-201 sorbato sódico
E-211 benzoato sódico
E-215 derivado sódico del 4-hidroxibenzeno
E-221 sulfito sódico
E-222 bisulfito sódico
E-223 metabisulfito sódico
E-237 formiato de sodio
E-250 nitrito sódico
E-251 nitrato sódico
E-262(i) acetato sódico
E-262(ii) diacetato sódico
E-281 propionato sódico
E-301 ascorbato sódico
E-325 lactato sódico
E-331a citrato monosódico
E-331b citrato disódico
E-331c citrato trisódico
E-335a tartrato monosódico
E-335b tartrato disódico
E-337 tartrato sódico-potásico
E-339a fosfato monosódico
E-339b fosfato disódico
E-339c fosfato trisódico
E-350i malato sódico
E-350ii malato ácido de sodio
E-401 alginato sódico
E-450a(i) difosfato disódico, trisódico
E-450b(i) trifosfato pentasódico
E-450c(i) polifosfatos de sodio
E-470 sales sódicas, potásicas y cálcicas
E-481 estearoil 2-lactil-lactato sódico
E-500a carbonato sódico
E-500b bicarbonato sódico
E-500c sesquicarbonato sódico
E-514 sulfato sódico
E-524 hidróxido sódico
E-535 ferrocianuro sódico
E-541 fosfato ácido de sodio y aluminio
E-554 silicato de sodio y aluminio
E-576 gluconato de sodio
E-621 glutamato monosódico
E-627 guanilato sódico
E-631 inosinato disódico
E-635 5´-ribonucleótido sódico

Párrafo aparte para el glutamato monosódico, considerado como un aditivo peligroso. Su empleo en la industria alimentaria y en la restauración se remonta a casi medio siglo de historia, como potenciador de sabor. El E-621 (tal su identificación en las etiquetas) actúa como neurotransmisor, implicado en la respuesta sensorial característica del sentido del gusto, al intervenir en la transmisión de señales eléctricas a lo largo de las neuronas. Normalmente se usa en comidas precocidas, sopas, aperitivos, salsas, embutidos, cereales, carnes, mezclas de especias, conservas, alimentos procesados, sopas de sobre, cubitos de caldo, aderezos, etc.
Pese a estar autorizado su uso, numerosos estudios han cuestionado seriamente la inocuidad del glutamato monosódico. Investigadores japoneses lo relacionan con la pérdida de visión a largo plazo y la ceguera. En diversos experimentos se demostró que su inyección directa en el ojo, en concentraciones entre bajas y moderadas, causa daño nervioso. Una investigación clínica de la Universidad Complutense de Madrid, ha revelado que la ingesta de glutamato monosódico aumenta considerablemente el apetito, con el consiguiente riesgo de obesidad. Consumido en exceso y/o desde la infancia, puede modificar el funcionamiento de una zona del cerebro que regula el apetito, aumentando el deseo de comer hasta en un 40%.
En síntesis, el glutamato monosódico puede producir: contracciones musculares en la cara y el pecho, palpitaciones, ataques de asma y jaquecas, esterilidad, obesidad y el famoso “síndrome del restaurante chino” (rigidez muscular en cuello y mandíbula, degeneración de las células del cerebro, problemas gástricos, rigidez y/o debilidad en las extremidades, visión borrosa, mareos, cefaleas, opresión torácica, sensación de calor y hormigueo, aturdimiento y enrojecimiento facial). Puede ser suficiente la ingesta de 3 gramos de esta sustancia para generar dicho síndrome.

PERJUICIOS DE LA SAL REFINADA

Creímos conveniente abordar los daños que produce el consumo de sal refinada, recién después de haber pasado revista a la problemática industrial. Esto nos permite comprender mejor los mecanismos defensivos que debe desarrollar el organismo para intentar neutralizar esta agresión cotidiana. Como hemos visto, el problema tiene dos facetas principales e igualmente graves: la pésima calidad (física, química y energética) y la elevada cantidad que se ingiere.
El consumo principal de sal refinada proviene de los alimentos industrializados, que, como vimos, la utilizan por sus efectos gustativo y conservante. En este aspecto no hay que pensar solo en conservas o típicos productos salados (aceitunas, jamones, quesos, embutidos, fiambres, papas fritas, caldos en cubos o polvos, etc), sino en alimentos aparentemente inofensivos (panificados, o el “saludable” yogurt diario que tiene cloruro sódico como conservante).
Más allá del desguace provocado por la refinación, el principal problema de la moderna sal de mesa para la salud humana, es justamente aquello que la hace un inapreciable ingrediente de la química industrial: su reactividad. Frente a la amenaza que representa este compuesto reactivo (cloruro sódico), el organismo se ve obligado a poner en marcha varios mecanismos de defensa que, además de generar un importante gasto de energía y recursos, no bastan para resolver totalmente la magnitud del problema.

RETENCIÓN DE LÍQUIDOS

Un primer mecanismo de neutralización es la hidratación y se basa en el empleo de agua intracelular o plasma. Este precioso elemento -un recurso limitado en el organismo y originalmente destinado a otros fines fisiológicos- se usa para compensar iónicamente la reactividad de las moléculas de cloruro sódico. Cada gramo de cloruro de sodio que debe ser contrarrestado, exige el consumo de 23 veces su peso en agua intracelular. El producto resultante, aunque haya sido balanceado eléctricamente, igualmente debe ser eliminado como sustancia tóxica. Los riñones pueden excretar sólo una parte: se calculan unos 5/7 gramos diarios, frente a un consumo promedio de 12/20 gramos. Este déficit cotidiano entre lo que ingresa por boca y lo que puede salir por vía renal, es uno de los grandes problemas que nuestro estilo de vida le crea al organismo. Para tomar conciencia de la magnitud del problema, basta multiplicar estos valores por los 30 días de un mes o los 365 días del año!!! Aquí también podemos encontrar el verdadero origen de otra difundida problemática moderna: la retención de líquidos. Esto deriva en aumento de peso y mayor exigencia para órganos (corazón, hígado, riñones), que deben trabajar en exceso.
Otra consecuencia negativa de este mecanismo cotidiano de neutralización, es la merma del volumen de líquido intracelular. Frente al gran caudal que demanda el cuantioso ingreso de moléculas reactivas, el organismo se ve obligado a optar entre atender las naturales necesidades de plasma para la renovación celular (los millones de células que se fabrican diariamente, requieren este fluido corporal como principal material constitutivo) y la exigencia de neutralizar la peligrosa reactividad, usando este vital elemento. La consecuencia a mediano plazo es la paulatina deshidratación celular y corporal, también conocida como senilidad latente. Beber agua no basta para reponer dicha carencia, pues el agua intracelular no es únicamente H2O, sino también los restantes 82 elementos que forman el plasma marino. En síntesis, por un lado el organismo tiene un nefasto exceso de cloruro sódico y por otro, una grave carencia de sal completa y correctamente estructurada.

OBESIDAD Y CELULITIS

El cloruro sódico que no logra eliminarse por vía renal, al permanecer en el cuerpo, genera un segundo mecanismo de neutralización: la captura lipógena. El organismo “reclama” células grasas para “encapsular” al cloruro de sodio “vagante”. Por este medio, el cuerpo busca aislar material toxico que no puede evacuar en el momento, a la espera de algún momento de pausa, en el cual eliminarlo definitivamente del medio. Ese momento sería, por ejemplo, un ayuno, que demás está decir, jamás tiene lugar en nuestro vertiginoso ritmo de vida.
Como consecuencia de este segundo mecanismo de neutralización, el organismo va formando un tejido esponjoso que deposita en la hipodermis, el estrato más profundo de la piel. Este edema acidulado genera dos consecuencias por demás conocidas y temidas: sobrepeso y celulitis. Puede afirmarse que este proceso de neutralizar sustancias tóxicas (no solo el cloruro de sodio) en el tejido graso, es una de las causas profundas de la obesidad, aunque sea algo difícil de aceptar a causa de nuestro condicionamiento cultural. Concretamente: más toxinas quedan en el organismo por colapso de los emuntorios, más incremento de grasa corporal. O dicho de otro modo: la toxemia corporal genera obesidad.

CRISTALIZACIÓN Y ESCLEROSIS

Las moléculas de cloruro de sodio que no consiguen ser eliminadas por los riñones o aisladas en el tejido graso, obligan a desarrollar un tercer mecanismo de supervivencia: la cristalización. Y bien decimos supervivencia, porque la acumulación de más de 35g de estos cristales puede resultar letal para el cuerpo. El cloruro sódico se une con aminoácidos de origen animal (presentes en los productos lácteos y cárnicos) y da lugar a la formación de cristales de ácido úrico. Los cristales que no consiguen ser evacuados del organismo, se depositan en huesos y articulaciones a la espera de una oportunidad futura de excreción (tal como sucede con el tejido graso), provocando dolores osteoarticulares (artritis, gota, reuma) por sus características punzantes. Otros cristales de ácido úrico se recombinan con más cloruro de sodio y oxalatos de calcio, dando lugar a la formación de arenillas y cálculos (vejiga, riñón, vesícula). Otra variante de esta cristalización la encontramos en las paredes de venas y arterias, causando fragilidad capilar y esclerosis. La cristalización es, originalmente, un mecanismo protectivo y de emergencia que el organismo desarrolla para defender la calidad del medio celular y el correcto funcionamiento de las células. Pero la cronicidad de la intoxicación termina por envenenar al sistema, ya que el exceso de cristales no consigue ser evacuado del organismo y ello provoca graves dolencias, también crónicas.
Otros perjuicios del consumo de sal refinada han sido evaluados por distintos investigadores: problemas emocionales, excitación, insomnio, fatiga, úlceras, dependencia adictiva, hipertrofia de las glándulas suprarrenales, pérdida del cabello, estreñimiento, cáncer de estómago y osteoporosis (el exceso de sal incrementa la excreción de calcio a través de la orina, favoreciendo la desmineralización del hueso). La diagnosis oriental brinda indicadores físicos para detectar la excesiva presencia de sal en el organismo: piel oscura, rigidez muscular, mandíbulas apretadas, dientes inferiores sobresalientes, derrames en el blanco del ojo, orina fuerte y heces oscuras y confitadas.

Extraído del libro “La Sal”
 
La sal sin sodio que compré el otro día en Metadona es una reputísima mierda. Ya, ya sé lo que me van a decir: "¿Qué esperabas, so retarded?" Pues no esperaba nada, pero de cuando en cuando haciendo estas mongoladas se hacen buenos descubrimientos, pero ya les digo que éste no es uno de ellos.
BAILARÉ SOBRE TU TUMBA rebuznó:
La sal, ¿qué sal?
Bien. ¿Qué sal entonces? De las sales que se venden habitualmente... ¿Cuál es la "no refinada"? ¿Hay que comprar sales rarísimas, inencontrables para el común de los mortales o de precio sólo apto para Briatores y mods para no morir mañana por la mañana? Porque al final la cosa suele derivar en: "La única que se puede tomar es una que se obtiene de frotarle las ingles a un tigre dientes de sable con el cuerno de un unicornio hermafrodita", con el consiguiente pollazo económico (y sin erótico resultado).
 
Tiboroski rebuznó:
La sal sin sodio que compré el otro día en Metadona es una reputísima mierda. Ya, ya sé lo que me van a decir: "¿Qué esperabas, so retarded?" Pues no esperaba nada, pero de cuando en cuando haciendo estas mongoladas se hacen buenos descubrimientos, pero ya les digo que éste no es uno de ellos.Bien. ¿Qué sal entonces? De las sales que se venden habitualmente... ¿Cuál es la "no refinada"? ¿Hay que comprar sales rarísimas, inencontrables para el común de los mortales o de precio sólo apto para Briatores y mods para no morir mañana por la mañana? Porque al final la cosa suele derivar en: "La única que se puede tomar es una que se obtiene de frotarle las ingles a un tigre dientes de sable con el cuerno de un unicornio hermafrodita", con el consiguiente pollazo económico (y sin erótico resultado).

Cabronazo, léete los posts (bueno el megablock de BSTT no): SAL MARINA.

Hay que huir de lo refinado: ni harinas, ni sales, ni modales.
 
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