Las influencias deben entenderse como a ir más allá de algún límite, The Cure es un ejemplo musical de dicho concepto. Un grupo, sí, quizás sombrío en la textura y con estructura sólida que quedará por siempre en la aeterna memoria musical.
En una de las carreras musicales más longevas y extrañas, han dado discos que han dado giros, pero que al fin y al cabo les han brindado reconocimiento mundial a The Cure. Como anécdota, Disintegration fue el primer disco del grupo que se grabó en formato CD, cuya versión traía 2 canciones más que el LP; canciones de inusitada duración en la trayectoria de The Cure, ya que la mayoría superan los 6 minutos.
Para The Cure, los singles no son más que las puntas de un iceberg musical que propone Robert Smith en sus discos, que refuerzan la trascendencia del grupo por el impacto que tiene en músicos en activo y en potencia.
Atendiendo a la calidad musical, el grupo es una sucesión brillante de canciones oscuras, funestas, envueltas por la atmósfera más densa creada por Mr Smith. Grupos ya mencionados como Radiohead, Placebo y otros como Pixies o The Essence, Sad Lovers and Giants, tienen en su existir musical influencias del talento de Robert, de las guitarras de Porl Thompson y el bajo de Simon Gallup.
Descúbranse y voten a una belleza musical que sólo ha profundizado en majestuosidad en estos 30 años y tengan fresco el conocimiento que pocos como Robert Smith serán tan ambiciosos, inspirados y valientemente creativos.
He dicho.