Aquí un servidor tuvo un abceso perianal. Al ser interno no sabia que me pasaba, pensaba que eran hemorroides internas. Cuando ya no podía soportar más el dolor y empezaba a salirme pus por el ojete, mis padres me llevaron a urgencias del hospital. Me atendió el cirujano, me puso anestesia en el ojete (que duele como su puta madre) y cuando empezó a explorarme con el dedo, casi palmo del dolor (o de gusto nunca lo sabré). El cirujano, al ver que me retorcía de dolor con la anestesia pinchada en tol ojete, se asustó bastante, me preguntó que si hacia mas de dos horas que había comido, como le dije que si, directo a kirofano sin pasar por la casilla de salida.
Como intermedio, contaré la anécdota de la anestesia. Estando ya en la mesa de operaciones, me colocan los cacharros esos de subir las piernas de las preñadas y me atan las piernas. Una auxiliar viene con una maquinilla y empieza a afeitarme el ojete. Ante mi cara de pánico, el anestesista le dice "esperate un poco que ahora te aviso". A todo ello se ve que yo ya tenia calmantes metidos por la vía. El anestesista se me presenta muy cachondo el y me dice que me va a dormir, pero que puedo elegir con que quiero soñar, si mulatas, blancas o asiáticas. No recuerdo que le dije, pero empezaron a partirse todos la caja, se ve que ya estaba yo más pallá que pacá.
Y ahora viene uno de los momento mas extraños/mágicos/reveladores de toda mi vida. El anestesista me dice que me pone una mascarilla para la anestesia, que contaríamos el y yo hacia atrás desde diez y que cuando llegásemos a cero que me relajase y tranquilizase. Empezamos a contar los dos desde diez. Llegué a ocho. Juraría que no llegue ni a completar la palabra ocho. De repente note como un mareo y simplemente desaparecí, dejé de existir. Como si hubiesen apretado el botón OFF de mi ser y se acabase todo. Fue una de las cosas mas extrañas que me han pasado en la vida.
Una vez explicado este episodio, cuando empecé a despertarme de la anestesia, estaba en una camilla, veía en el techo pasar barras fluorescentes en lo que era un túnel subterráneo del Hospital General de Valencia. Mis padres y la que hoy es mi mujer estaban a los lados de la camilla, mientras el celador me llevaba por lo que a mí me parecian interminables kilómetros de túnel en busca de un ascensor. Si la escena de por si ya era dantesca, como todavía estaba bajo los efectos de la anestesia, me dio por empezar a gritar a pleno pulmón "MI CULO, MI CULO". Yo veía que todos se retorcían de risa y no entendía por que. Rápidamente empezó a bajarme el efecto de la anestesia y dejé de gritar como un subnormal, entendiendo por fin por que se reían de mi.
Me subieron a la habitación y mi madre quiso quedarse a pasar la noche conmigo (ingresé sobre las 20:00h). Al rato empecé a sentir un dolor cada vez más fuerte y profundo. Mi madre llamo a las enfermeras que vieron el percal y me dijeron "tranquilo que ahora te traemos algo bueno de verdad para el dolor".
Esta es otra de las experiencias de mi vida. No se que mierda de substancia conectaron a la vía y se fueron. Yo estaba hablando con mi madre y de repente empiezo a notar un calor extraño en la mano, tan extraño que me quedé mirando fijamente y mi madre empezó a preguntarme que me pasaba. Le dije lo de la mano e inmediatamente el calor empezó a subir por el antebrazo. Al contárselo a mi madre me dijo que seguro que serian los calmantes.
Del antebrazo pasó al brazo entero, del brazo al hombro, del hombro a la zona del pectoral derecho y de repente, BUM. El calor apareció en todo el cuerpo de golpe. Era como una calidez que te acogía y te arropaba susurrandote que nunca jamas te pasaría nada malo y que el universo vela por tu existencia y por que tengas una vida plena y buena. Experimenté la felicidad en su máximo esplendor. Yo era consciente de que era efecto del medicamento, pero daba igual, ese grado de felicidad se lo llevaba todo por delante. Le dije a mi madre que lo que me habian puesto era bueno de verdad, y me contestó algo que me sorprendió y nunca me lo hubiese esperado, "disfrútalo mientras dure". Fijaros si era buena esa mierda, que siendo yo un hombre parco en palabras, estuve hablando con mi madre unas tres horas sobre lo humano y lo divino, con temas que jamas hubiese hablado con ella, y con una soltura que para mí era trivial. Al final que dijo que me durmiese y eso hice enseguida, pasando una noche estupenda y sin contratiempos.
A la mañana siguiente, con los pies ya en la tierra, estaba deseando que me mandasen a casa. Mi madre me dijo que primero pasarían a curarme y después el cirujano a ver como estaba y según me daría el alta o no. Pero amigos, LOL nunca golpea una sola vez. Yo tenia 22 años. Esperaba que me curase una enfermera de forma rápida y profesional y a otra cosa mariposa. Se abre la puerta y aparece una chavalilla de mas o menos 1.65m, morena con el pelo muy corto estilo "pixi", un piercing de diamante al lado de unos labios carnosos como fruta tropical, ojazos preciosos y unas caderas en proporción exacta con unas tetas redondas y en su puto sitio. No me lo podía creer. Allí mismo me hubiese casado con ella 700 veces y habría tenido hijos como para devolverle la invasión a Marruecos. Mi adre se dio cuenta enseguida, me miraba y se reía por lo bajini. Cuando empezamos a hablar la chica era muy simpática, y cuando empezó la cura se notaba una tensión que se podía cortar con un cuchillo. Ella espectacular. Yo, 22 años, cuerpo fuerte y moldeado trabajando de encofrador, morenazo porque era Mayo y desde mediados de marzo no llevaba camiseta para trabajar y medio desnudo en la cama. Había feromonas como para llenar tres hospitales.
La cura fue bien, pasó el cirujano, me dio el alta y me dijo que hiciese las curas en casa con unas pinzas y una gasa con betadine para desinfectar la herida. Ya veis a mi madre metiéndome una gasa con unas pinzas dentro del ojete mientras estoy con el culo en pompa. Preciosa estampa.
Total, pasa una semana y me voy un fin de semana con mi novia y una pareja al apartamento de sus padres. Imaginaros a mi señora novia en el baño con las pinzas, mirándome como diciendo "esto no me puede estar pasando a mi". LOL en estado puro.
Vuelvo a casa y a los días empiezo a notar sensaciones que ya había tenido antes pero que no quiero identificar. Mi madre me pregunta "¿estás bien?". Le digo que noto algo raro y que estoy preocupado. Al día siguiente empieza el dolor, le digo a mis padres que me lleven al hospital. Me atiende un cirujano, explora y me pregunta "¿Hace más de dos horas que has comido?". Hacia quince días exactos de la anterior operación de urgencia. Una parte de mi alma murió al escuchar esas palabras otra vez y nunca pude recuperarla. Otra vez directo al quirofano sin esperar ni un segundo. Mismo proceso, me atan, vía, etc. Viene un anestesista, mas serio que el anterior, no hace bromas y me dice lo de contar hasta diez, y yo pensando "a mi me vas a engañar ahora, hijo de la gran puta, que hace quince días estaba en un puto quirófano igual que este haciendo lo mismo". Total, que sabiendo lo que venia, me propongo aguantar como un campeón y demostrarles que estaba curtido en esas lides. Conté hasta nueve y me llevó la muerte. No pude hacer nada, es inútil ofrecer resistencia, estás totalmente vendido. La sensación que viene después al recordar el momento es de impotencia absoluta, de que tu vida no te pertenece.
Me operan, todo bien. Me suben a la habitación sin gritos estúpidos de subnormal ni delirios. Mi novia decide pasar la noche conmigo. Bien por ella, haciendo puntos.
Al rato viene una enfermera viejuna y me pregunta si he orinado. Le digo que no y se va. Al rato vuelve y me pregunta otra vez lo mismo. Le digo que no, y me contesta que si no orino enseguida me van a tener que sondar. Os juro que fue oír la palabra "sondar" y entrarme las mayores ganas de mear que he tenido en mi puta vida. Una vez pasado este episodio, me ponen calmantes pero nada que ver con la mierda buena de la primera vez (serían opiaceos de los que arrastran al hombre a su perdición).
Paso la noche regular, me despierto y como LOL nos bendice, recién operado y con 700 kilos de gasas dentro del ojete, me entran unas ganas de cagar que me moría. Se lo decimos a la enfermera y nos dice que no puede ser la cosa porque estoy recién operado. Yo le contesto que tiene que ser si o si, o mato a alguien por el camino. Me dan luz verde, voy al váter y empiezo a sacarme gasas de dentro del ojete como para enterrar a Tutankamon y todos sus primos. Empiezo a cagar medio diarrea y aquello es una fiesta de mierda, sangre e hilos de gasas. Así estuve una hora hasta que se me pasó. Enseguida vinieron a hacerme las curas y arreglar el estropicio que había montado yo.
Pasa el cirujano, nos dice que para casa, que la intervención había tenido que ser mas agresiva que la primera, así que podía haber algo de incontinencia fecal pero que no me preocupase, que eso lo sabríamos con el tiempo. Las palabras "incontinencia fecal" y tener 22 años con toda una vida por delante son mala combinación para el cerebro. Al final gracias a LOL no se dio el caso.
El cirujano nos dice que es muy raro que en quince días se vuelva a reproducir, que si ocurre es en muchos meses o años. Le contamos como me curaban en casa todos los días con las pinzas y la gasa. La cara del cirujano mientras nos oía pasó a un color blanco como la cera y se quedó tieso como un palo. Nos dijo que eso era imposible tratarlo sin instrumental médico y personal cualificado, que hiciésemos el favor de darle el nombre del cirujano que tuvo tan magnífica idea.
Nos indica que tendría que ir al centro de salud durante tres semanas a que me curasen, al principio todos los días y luego según fuese cicatrizando se espaciarian las curas, y que así seguro que sanaria sin inconvenientes. Me receta calmantes por si me hacen falta (Nolotil en ampollas de cristal, de nosecuantos kilos de mierda por miligramo).
El primer día aparezco en el centro de salud como un jabato. Me pongo en pompa y una señora muy amable empieza la cura. Me limpia la herida con la jeringuilla con suero, me mecha la herida y a casa. Todo rápido, sin apenas dolor y perfecto.
Yo pensando "esto va de puta madre".
Como los caminos de LOL son inescrutables, el segundo día aparezco como un jabato, me encuentro a un profesional muy simpático que empieza el proceso. Me quita la mecha del día anterior y me hace bastante daño. Me limpia con la jeringuilla y todo bien. Empieza a meter la nueva mecha. Pocos dolores superiores a ese, por no decir ninguno, he pasado en mi vida. Pensaba que me moría. Al terminar, el señor algo afectado me dice que al ser interno es de las peores curas y que está en una zona de las que más terminaciones nerviosas tiene en todo el cuerpo y que es una putada. Me pregunta que que me había tomado para el dolor antes de ir. Le digo que nada. Poco menos que me dice subnormal por ir a las curas a pelo sin estupefacientes.
Al dia siguiente, dos horas antes de ir a las curas pienso "estos hijos de puta no me pillan a mi hoy". Me preparo un vaso de zumo, saco la ampolla de Nolotil, la rompo y pienso "una ampolla es mucho, nunca tomo medicamentos". Me pongo media en el zumo y me lo bebo.
Viendo la tele con mi madre empiezo a sentirme extraño, con malestar. Me tumbo en el sofá y empiezo a verlo todo con tonos azulados, como con un filtro azul. Se lo digo a mi madre y enseguida empiezo a llorar de una forma total y absolutamente desgarradora encogido en el sofá como una bola. No podía parar de llorar, el universo entero estaba sufriendo y yo estaba pagando el precio con mis lágrimas. Pasando un buen rato, una media hora, mi madre ya iba al teléfono para llamar al 112. De repente empieza a desaparecer el azul, dejo de llorar, me siento en el sofá, me quedo mirando a mi madre y le digo "pero que cojones ha sido esto". Ampollas a la basura y en la puta vida he vuelto a tomar nada para el dolor, y muchísimo menos Nolotil.
Las curas cada vez dolían menos, se empezaron a espaciar en el tiempo, me derivaron a un cirujano que me revisó el ojete y me dio el alta.
Después de toda esta mierda que he soltado, como comprenderéis, cada vez que noto lo mas mínimo en el ojete o me lo imagino, me entran los siete mil males y entro en paranoia durante una semana. Solo leer este hilo me quita la vida.
Después de esos episodios nunca más tuve ningún problema, tengo un ojete fuerte y sano y a LOL imploro que así siga el resto de mi vida.
Hijos de la gran puta.