[h=5]Dirigido al grupo que realizo una parte terrorífica de la película Caídos. Soy vecina de la Puebla de Arenoso y vivo allí casi la mayor parte de mi tiempo. En la semana santa del 2012, estando yo en mi casa tan tranquilamente sobre las once de la noche escuche unas voces en la antigua bodega que tenemos enfrente de casa. Llovía intermitentemente y la noche era muy oscura, yo alertada por el ruido y por el movimiento de muchas personas, me vi obligada a mirar por una de las ventanas que dan a la calle. Entonces observe a varios chicos algunos en la puerta de la arcada de la bodega, algunos de ellos con paraguas tapándose con lo que no pude reconocer a nadie. Las voces no eran de chicos adolescentes, eran de personas adultas que se esperaban unas a otras, y que se hablaban con bastante volumen en la voz. Le comente a mi marido que debían de ser alguna colla que se meterían en la bodega para hablar de sus cosas, o que quizás deseaban estar muy solos y que les gustaría aquel insólito lugar. Sentí el tintineo de algunas botellas y me convencí de que aquellas personas deseaban estar solos y en las afueras del pueblo. Sin más inquietud me acosté en mi cama ajena y muy tranquila a lo que allí pudiera suceder y sin ningún sobresalto amanecí sin pensar en lo ocurrido la anterior noche. A media mañana decidí caminar un poco y me fui sin pensar en el movimiento de la noche pasada, a tirar mi bolsa de basura a los contenedores que hay en la entrada de la Puebla, de subida me pare a mirar que había adentro de la bodega, me imagine encontrarme botellines de cerveza, de refrescos, algún papel o cualquier otra cosa que suelen dejar las personas descuidadas. Si, efectivamente vi en el fondo unas botellas extrañas apoyadas en la pared alguna cosa colgada y lo que me inquieto mucho más que nada, en medio del suelo de la bodega había un libro muy gordo con un puñal que lo atravesaba por encima de lo que era la cubierta. Huy pensé, esto es muy raro ¿Qué paso aquí anoche? Hay incauta de mi quizás fue la curiosidad que se me apodero que sin pensármelo ni una vez ni dos, me decidí a bajar los escalones para poder comprender que es lo que había sucedido aquella noche, de una intensa lluvia y de una oscuridad absoluta. Por todo el suelo habían infinidad de marcas de suelas deportivas, cuerdas y cosas extrañas, yo no toque nada solamente era que todo me parecía muy extraño y yo tenía que saber que era lo que habían hecho aquellas personas allí adentro, el libro me impresiono mucho y todo el entorno me lleno de escalofríos, ni que decir tiene que en dicha bodega hay una temperatura muy inferior a la de afuera en la calle, mis ojos lo veían todo mientras mi cabeza investigaba que era lo que podía haber pasado en aquel lúgubre lugar. Fui dándome la vuelta y mis cabellos se erizaron y el corazón se me salió del sitio, un cadáver recién salido de su tumba reposaba a mano derecha del suelo, dios mío me dije y eche a correr escaleras arriba, solo tuve que cruzar la calle para meterme en mi casa, no podía creérmelo no daba crédito mi cabeza a lo que llegue a ver. Con las manos en el corazón le explique a mi marido lo que acababa de ver con mis propios ojos reprochándome a mi misma el por qué me había dejado dominar por mi curiosidad. La curiosidad me fue nefasta y me desbarato todo el cuerpo no podía quitarme lo visto de mi cabeza, quien podía haber hecho una acción tan macabra, yo no daba crédito a lo que había ahí adentro y hasta llegada la tarde no me entere de lo ocurrido. Estuve inquieta todo el día y daba la casualidad que tenia a mi esposo escayolado hasta la rodilla por una rotura del peroné. ¡Ho Que mala suerte la mía! Yo necesitaba poder contárselo a alguien para saber de alguna cosa razonable para tal disparate que todavía bailaba en todo mi cuerpo. Contárselo a mi marido fue fácil pero él no podía bajar para ver lo que yo había vivido, así que casi se tomo a risa mi inquietud y todo aquel misterio que yo no le podía desvelar a él le parecía de película. Horas más tarde me entere de que unos muchachos de la Puebla estaban rodando una película de terror, terror el que pase yo cuando me encontré al esqueleto aquel tumbado en el suelo con las ropas roídas y envejecidas. Por la tarde noche volvió a llover de nuevo y durante el día aquella bodega estuvo en el más absoluto silencio y sin ser visitada por nadie. Aproximadamente a media noche me picaron en la puerta, un chico resguardado bajo un paraguas me preguntaba si tenía yo una pala, mi corazón me dictaba que le hablara del susto que por mi curiosidad me había llevado, al bajar para ver qué era lo que había pasado la anterior noche. Quise también decirle o reprocharle él porque no habían pensado en nosotros advirtiéndonos de que no nos asustáramos por el movimiento o por lo que iban a dejar allí, tan fácil que hubiera sido picar como hicieron pero en la primera noche explicando el motivo por el cual estaban allí y lo que iban a hacer. Pero me sentí avergonzada por haber bajado a mirar y me calle, no dije nada porque todavía me sentía mal, ahora pasado el tiempo ya puedo explicarlo e incluso haceros sabedores de mi experiencia vivida. Quizás este vivencia os sirva como guion para otra película, pero tener presentes que lo más fácil hubiera sido hacernos participes de vuestra aventura y yo hubiera ahorrado un buen susto. En fin pasado el tiempo causa mucha risa cuando lo explico a mis amigas o familiares, el caso es que no creo que vuelva a meter mis narices en donde no me llaman sirviéndome de escarmiento para cualquier otra ocasión. Recibir un saludo con cariño y sin ningún rencor por mi parte, que os llegue toda la suerte del mundo para vuestra película y que os llueva el éxito sin más. [/h]