Candela
Freak
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Aún no me ha llegado ningún paquete. Mi talla de zapatos es 40.Qué hay de lo mío?
Bueno, cada uno es libre de hacer e invitar a quien quiera, pero hay que ser subnormal para llamar al cumpleaños de tu hijo a la cría que le pega y le rompe las cosas. Que no es una pelea puntual, son hechos cotidianos. Yo no voy a caer en el buenismo de pensar que todos los niños son ángeles, que el agresor es víctima también y que no hay que dejar fuera a una sola persona.Sepa usted que una parte significativa de la gente que ayer, envalentonada, suscribió ese boicot progresivamente se rajará con peregrinas excusas y acabarán invitando a la niña filoterrorista.
Y suscribo lo que han dicho: se va a por los padres y, o lo corrigen ellos ya, o los corrijo yo a ellos. Y a la niña.
La exclusión empezó ayer cuando la madre de la agresora llamo a otra diciéndole que se había enterado que habían quedado todos los niños de la escuela y a ella no le habían dicho nada, y ella le contestó que éramos unos pocos, no todos. Y al preguntar si estaba feo autoinvitarse, le dijo que sí. Y no vino. Después seguiré yo evitandola en un cumpleaños, habida cuenta de que en el de otro niño la tuvieron que separar de los demás porque se puso en plan berserker por no de sabe qué motivo, aunque suele ejercer una violencia más sutil.Años de foro deberían haberte enseñado algo sobre la naturaleza humana en general y la femenina en particular.
Según llegaron a casa, las mujeres de esos hombres atractivos se dedicaron sistemática e indudablemente a despellejar a la puta racista e intolerante a la que momentos antes reían las gracias y ponían buena cara. A partir de ahora, vas a notar el vacío de las excusas peregrinas, el estigma de una amable condescendencia cobarde, y sobre todo el ostracismo al que has condenado a los tuyos gracias a tu estupidez. A los que no van a invitar a los asquerosos y egomaníacos cumpleaños urdidos por carapadres es a tus hijos, huesitos.
Eres cobarde, te juntas con cobardes, y esperas algo de dignidad de un aquelarre de cobardes.
En fin, ya espabilarás según te empiecen a pitar los oídos.
Si alguien tiene ese doblez que tú dices para hacer y decir una cosa y pensar lo contrario, no me interesa su amistad ni compañía y me hacen un favor dejándome de lado, pero no creo que sea el caso de la gente de ayer, que querían apartar a la delincuente sin saber cómo.