Con 16 años me fui de gira por Marruecos con la orquesta. El viaje y todos los gastos creo que nos lo pago la embajada/consulado. El hachís no lo pagaban.
Lo nuestro era un colegio con conservatorio por lo que íbamos chavales de entre 14/17 años. Pero en el conservatorio había un percusionista de treinta y tantos y tocaba los timbales en la orquesta. El Papá le llamábamos. Un fumao con el pelo largo que siempre se venía con nosotros a los viajes, todo el mundo le quería.
Dos greñudos compartiendo habitación con el objetivo de fumar todo lo que pudiéramos.
Bajamos en un convoy de un par de autobuses, Tarifa y en ferri a Tánger.
En el bus íbamos bebiendo whisky y latas de Mahou como si fueran las últimas (de hecho lo eran, en Marruecos el alcohol estaba carísimo). Pues el personaje empezó a decir que se meaba, a la media hora dijo que la cosa estaba poniéndose complicada, siguieron dándole largas. Pues al final se meo encima, justo cuando el autobusero estaba cogiendo la salida a una gasolinera. Sacó la maleta de la bodega, se cambió, nos fumamos unos petardos, compró otras 300 latas de cerveza y otra vez al bus.
En el ferri bajando a África nos fumamos un porro en la cubierta.
Los profesores nos tenían super vigilados por habernos escapado una noche de fiesta con los chavales del colegio español de esa ciudad y se volvían locos viendo a "nuestros amigos" venir a visitarnos al hotel. (el colgado había bajado farlopa y en algunas ciudades venía al hotel algún contacto suyo a por un poco de esa mierda. Venían trajeados y le traían buenas piedras de hachís. Fue la primera vez que vi esnifar y me dio algo de yuyu).
Lógicamente al volver del viaje me echaron del colegio... y después del viaje del año siguiente también me echaron del conservatorio. Todavía recuerdo a las subnormales de la directiva quejándose a mi madre y ella respondiendo que ya sabían cómo era antes de llevarme, que no lo hubieran hecho, que todos los años le decían la misma mierda pero luego bien que me llevaban al siguiente viaje.
La vida de este personaje da para película ¿a quien podríais de director?
Yo tambien me meaba una vez en un autobus, no sé quien acabo peor, si tu amigo y yo.
Estábamos en la mili y alquilamos un bus tipo escuela springfield para que pasase por varias ciudades y nos llevase al cuartel. La nuestra era de las últimas, o la última. Y no llegaba. Y venga a pimplar cubalibres. Total que me pido otro y justo despues llega. Lo vacío de un trago y nos vamos. El chofer comduciendo como loco, me imagino que algunos tarados lo hicieron esperar, o algo. De aquellas no hacía como ahora, que meo con o sin ganas cuando puedo en previsión de cuando no pueda. Pues aun no saliamos de la ciudad y ya me estaba meando de forma salvaje, no me podía comtener, le digo al chofer y me manda a la mierda, él y todos. Insisto, y que no y que no y que no. De por sí costaba trabajo mantenerse en pie con ese imprudente.
Había un santanderino con una botella de agua grande, le quedaría 1/3, tío déjame la botella que no me aguanto, que no que es mi agua que blao, que me meo encima...al cabo de un rato lo convencí, pero claro, no es lo mismo vosotros que meteis la polla con todo y huevos dentro de la botella, que yo, que apenas podía pegar el agujero del glande a la boca y aguantar los meneos del bus. Total que de eso no me acuerdo mucho, pero entre los volantazos del chofer y el cubalibre entero en el estómago las pasé putas.
No sé si fue solo culpa mía o la conducción o todo el proceso de andar pidiendo y usando la botella de aquí para allá, que ni me aduerdo bien, pero el caso es que al acabar, ya pensando en la victoria, me vomité encima...
Me dió una pájara y como que me aletargué y... zasca entolpesho
Por alguna razón me daba vergüenza que me vieran en ese estado, no sé si por la guerra que había ya dado o por si el chofer se ponía tonto o porqué. No sé si me vieron, yo como no veía...entonces decidí que para cubrir mi rastro nada mejor que tirar la camiseta por la ventana y ponerme otra del macuto. Y bien bonita que era, negra con el partenón en azul fosforito, me la habia regalado una gringa que su madre era de origen griego.
Y así fue como, en aquellos aciagos días, conseguí no mearme encima pero me vomité encima.