Yo siempre he trabajado en lo financiero y los seguros, con mucho trato a los departamentos de ventas.
Solo hay (básicamente) dos tipos de comerciales, los de alto standing que venden por lo corporativo y tratan con CEOs directamente mientras copian el estilo de vida de Julio Iglesias y luego están los mataos llama-puertas, cold-calling o engaña-viejas : sin estudios, rebotados de mil trabajos, con trajes baratos, zapatos sucios de andar demasiado y corbatas de poliester sacadas de la boda de un gitano pobre.
Hay muy poca clase media : el del vendedor suele ser un muy buen trabajo o un muy mal trabajo.
Lo que siempre me ha sorprendido de la infantería de ventas es que REALMENTE se creen las chorradas que se les mete a calzador en su cerebro en los cursos de formación. Da igual que sea un seguro de salud, unas enciclopedias o el ultimo cacharro pseudo-medico para los hipocondríacos, da igual que intenten asimilar conocimientos que les superan, lo abrazan con la resignación estúpida de quien ya no sabe a que encomendar su vida.
Pero la mayoría creen que el producto que venden es la leche, sin punto alguno de ironía. Como Jaldre.
He conocido visitadores médicos - con carreras de letras - soltando unas plastas sobre su producto milagroso realmente divertidas, repitiendo como loros terminología medica que no comprenden con la misma fe de un newborn christian en el mas allá de papito Dios..
Al que le interese el tema o el cine raro hay un documental fascinante de los años 60 sobre vendedores de biblias :
Salesman (film) - Wikipedia, the free encyclopedia