Tom Bombadil
Clásico
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- 4 Jun 2005
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En ciertas ocasiones, cuando la complicidad en la pareja es grande, y las formas de relacionarse de manera convencional ya se han llevado a la práctica, existe la posibilidad de innovar con juegos y fantasías que permiten ir un poco más allá y proveen de nuevos estímulos a la relación, permitiendo dar salida a esa faceta picaresca que todos tenemos (unos más que otros)
Evidentemente estos juegos eróticos no son necesarios para que una relación de pareja funcione correctamente, pero en muchos casos pueden ser un estímulo divertido.
Con una exnovia mía, decidimos explorar nuevas experiencias, no siempre salió todo según lo planeado.
Estos fueron algunos de nuestros “jueguecitos”
* Sexo en lugar público: Junto a la novedad de realizarlo en una zona poco habitual, está el nerviosismo (y el morbo) por la posibilidad de ser descubiertos, habíamos oído de parejas que lo hacían en la playa, eso fue fácil, pero dentro del mar nos resultó imposible, el movimiento de las olas nos descolocaba y desistimos.
* Plato “especial”: En lugar de comer sobre un frío plato de porcelana ¿Qué mejor que hacerlo sobre la tersa piel de un cuerpo caliente?
Concedí mucha importancia a la puesta en escena, mi chica fue esposada a la parte superior de la cama (tipo instinto básico), le puse una venda sobre los ojos y unos auriculares con música suave y relajante, y la dejé así unos minutos, ese parcial aislamiento sensorial sirvió para aumentar la sensibilidad de su piel, saqué el paladín del armario para preparar chocolate, y tras unos 15 minutos volví al dormitorio con una buena taza de chocolate espeso, un spray de nata y un bote de miel.
Debo admitir que fue un manjar exquisito, previamente a su degustación dibujé un hermoso mosaico en su cuerpo que ya lo hubiera firmado Miró..
Como efectos secundarios, gran parte del producto se escurrió hacia los lados dejándome las sábanas echas un mapamundi, y también un ligero lamento suyo al verterle el chocolate sobre sus pezones, quizás estaba un poco más caliente de lo que yo creía .
*La calientaviejos: Sí, mi chica era una calientapollas de cuidado, una noche se vistió sexy y fue sola a un local mayoritariamente frecuentado por cincuentones y sesentones, y se apoyó en una barra en una pose provocativa, en realidad no estaba sola, yo me situé a unas distancia prudencial, para entrar en acción si sucedía algo incómodo.
Nuestra intención era reírnos viendo como le entraban buitrescos sexagenarios, la idea era darles bola un ratito para que se pensasen que había plan y luego dejarles cortados y con un palmo de rab….esto de narices.
El desenlace no fue ni de lejos el previsto, por que les dio miedo su actitud desafiante o por lo que fuese, lo ciertos es que ,excepto uno que le dijo cuatro cosas y luego se fue, todos se mantuvieron a una distancia prudencial de ella, con una mezcla de miedo y respeto, ni que decir tiene que volvimos algo frustrados.
*Violación simulada: Se le daría a ella un recorrido por una zona poco transitada, y yo la esperaría en algún punto del mismo que ella no conocería, con el fin de simular una violación, pero no lo llevamos a cabo, si la zona era muy poco transitada se corría el riesgo de que algún indeseado espontáneo se nos uniese, en el caso opuesto, alguien podía verlo y llamar a la policía, por lo que la “película” se realizó en mi casa, no hubiese ganado el oscar, tenía miedo de hacerle daño con algún gesto brusco y no me metí bien en mi papel.
*La “intelectual” provocativa: Otra manera diferente de dar rinda suelta a su calientapollismo, ella se sentó sola en el banco de un parque leyendo un libro ¿Y donde estaba el puntillo? Pues en algún detalle: piernas ligeramente abiertas, y minifalda.
Yo también me quedé cerca para aparecer en caso de necesidad, pero a una distancia prudencial para que no me asociasen con ella, pretendíamos observar las reacciones de la gente.
Desenlace: Algunos de los paseantes parecían tener un curioso tick en el cuello que les hacía girarlo hacia a derecha …..
¿Alguien más se ha divertido de una manera especial?
Evidentemente estos juegos eróticos no son necesarios para que una relación de pareja funcione correctamente, pero en muchos casos pueden ser un estímulo divertido.
Con una exnovia mía, decidimos explorar nuevas experiencias, no siempre salió todo según lo planeado.
Estos fueron algunos de nuestros “jueguecitos”
* Sexo en lugar público: Junto a la novedad de realizarlo en una zona poco habitual, está el nerviosismo (y el morbo) por la posibilidad de ser descubiertos, habíamos oído de parejas que lo hacían en la playa, eso fue fácil, pero dentro del mar nos resultó imposible, el movimiento de las olas nos descolocaba y desistimos.
* Plato “especial”: En lugar de comer sobre un frío plato de porcelana ¿Qué mejor que hacerlo sobre la tersa piel de un cuerpo caliente?
Concedí mucha importancia a la puesta en escena, mi chica fue esposada a la parte superior de la cama (tipo instinto básico), le puse una venda sobre los ojos y unos auriculares con música suave y relajante, y la dejé así unos minutos, ese parcial aislamiento sensorial sirvió para aumentar la sensibilidad de su piel, saqué el paladín del armario para preparar chocolate, y tras unos 15 minutos volví al dormitorio con una buena taza de chocolate espeso, un spray de nata y un bote de miel.
Debo admitir que fue un manjar exquisito, previamente a su degustación dibujé un hermoso mosaico en su cuerpo que ya lo hubiera firmado Miró..
Como efectos secundarios, gran parte del producto se escurrió hacia los lados dejándome las sábanas echas un mapamundi, y también un ligero lamento suyo al verterle el chocolate sobre sus pezones, quizás estaba un poco más caliente de lo que yo creía .
*La calientaviejos: Sí, mi chica era una calientapollas de cuidado, una noche se vistió sexy y fue sola a un local mayoritariamente frecuentado por cincuentones y sesentones, y se apoyó en una barra en una pose provocativa, en realidad no estaba sola, yo me situé a unas distancia prudencial, para entrar en acción si sucedía algo incómodo.
Nuestra intención era reírnos viendo como le entraban buitrescos sexagenarios, la idea era darles bola un ratito para que se pensasen que había plan y luego dejarles cortados y con un palmo de rab….esto de narices.
El desenlace no fue ni de lejos el previsto, por que les dio miedo su actitud desafiante o por lo que fuese, lo ciertos es que ,excepto uno que le dijo cuatro cosas y luego se fue, todos se mantuvieron a una distancia prudencial de ella, con una mezcla de miedo y respeto, ni que decir tiene que volvimos algo frustrados.
*Violación simulada: Se le daría a ella un recorrido por una zona poco transitada, y yo la esperaría en algún punto del mismo que ella no conocería, con el fin de simular una violación, pero no lo llevamos a cabo, si la zona era muy poco transitada se corría el riesgo de que algún indeseado espontáneo se nos uniese, en el caso opuesto, alguien podía verlo y llamar a la policía, por lo que la “película” se realizó en mi casa, no hubiese ganado el oscar, tenía miedo de hacerle daño con algún gesto brusco y no me metí bien en mi papel.
*La “intelectual” provocativa: Otra manera diferente de dar rinda suelta a su calientapollismo, ella se sentó sola en el banco de un parque leyendo un libro ¿Y donde estaba el puntillo? Pues en algún detalle: piernas ligeramente abiertas, y minifalda.
Yo también me quedé cerca para aparecer en caso de necesidad, pero a una distancia prudencial para que no me asociasen con ella, pretendíamos observar las reacciones de la gente.
Desenlace: Algunos de los paseantes parecían tener un curioso tick en el cuello que les hacía girarlo hacia a derecha …..
¿Alguien más se ha divertido de una manera especial?