Jacques de Molay rebuznó:
Pues es una lástima, porque la bayoneta supone un factor psicológico muy a tener en cuenta.
El enemigo se rila por la parta abajo cuando ve un hermoso fusil con la bayoneta calada.
Y eso que a lo largo de la historia en contadísimas ocasiones se llegó al cuerpo a cuerpo a la bayoneta.
En la 2ª Guerra Mundial, sobre todo en el frente ruso, eran habituales los asaltos con palas afiladas. Al parecer dichas palas, en principio diseñadas para cavar trincheras, eran más útiles que la especie de cuchillo-bayoneta del Mauser K98.