Creo que hará tres o cuatro días estuve discutiendo con otro miembro de la alta alcurnia del Parque Amate qué era peor, si la violencia en el talego o en la calle.
Él mantenía que la violencia carcelaria era peor y más despiadada, mientras yo replicaba que ni de coña. Yo argumentaba que en la cárcel, la mayor parte de la violencia que se ve, es provocada por la falta de jaco paco y la consiguiente aparición del mono, por deudas también por jaco paco o por venganzas de algún tipo. En la calle existe la violencia gratuíta y desproporcionada, como cuando dos mongolos queman a un mendigo en un cajero. Niñatos buscando pelea porque sí, y que cuando la encuentran no dudan en rajar a alguien o abrirle la cabeza de un botellazo. Luego está la violencia de genaro injustificada, los curros que se dan los imbéciles ultras de los equipos de fumbol mientras sus ídolos, por los que se masacran, están en sus kelis de puta madre recibiendo mamadas a tres bocas de auténticas diosas, etc.
En el talego, si hay caballo de sobra, no pasa absolutamente nada nunca, es como cuando llegas a la playa y te encuentras el mar liso como una piscina. En la calle, la violencia nunca para y es de acojonar a veces. El que está preso, aunque no se meta drogaína, un día llega su abogado y le dice que se tiene que comer cuatro años mas por la movida aquella que blao. Sale del locutorio, vuelve al patio, y ¿qué se encuentra? ¿A su mujer o a su madre con palabras de cariño y una sopita caliente? No, se encuentra a una mancha de hijos de puta que si pueden te la juegan. Luego lo meten en un chabolo a cagarse de frío (imaginemos que sea invierno), si está de turno un funcionario cabrón y le contesta a algo de manera que no le guste (al funcionario) igual le cae un parte y todo. Ahora ponte a acumular días y días y días... Al final, por un estornudo de uno demasiado cerca se monta una pelea a pincho en un santiamén, pero es el resultado de estar encerrado y recibir malas noticias, que te saca de quicio y explotas.
Nunca he visto en la cárcel hacer daño por que sí, por disfrutar haciendo daño, en la calle sí; pero claro, se tiene esa imagen de que el talego es el infierno y que en la calle se está a salvo de ese infierno, cuando yo creo que es todo lo contrario. A veces, en la cárcel se está más a salvo que en la calle, aunque esto pueda sonar a majadería. Esta es mi aportación de mierda al hilo.
Por cierto, le doy la réplica, señor Spizo: