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Verruga rebuznó:Y las propinas de esa gente, en navidad salen a 600 euros por cabeza. Propinas de 200 euros y más les dejan algunos, la propina de 50 euros es la más baja y creo que ningún rácano se atreve a dejar tal miseria...
B0BBY Perú rebuznó:A mi me hace gracia cuando el típico entendido suelta el 'es crujiente en boca'. A ver hijo de puta, no va a ser crujiente en culo, que seguramente es lo que te gustaría, so invertido.
Morzhilla rebuznó:jarrete de cordero cocinado durante 24 horas en una maquina de esas de las que habla Doctor Asperger
Y el bacalao antes era comida de pobres, como tantas y tantas otras cosas que dieron forma a la cocina tradicional española. So fucking whatpatizambo rebuznó:Jarrete de cordero [emoji38]
Es increíble cómo los Arolas, Bullis y cosas de estas hacen influir a las masas: donde antes las carrilladas eran morrala que nadie quería, ahora son exquisiteces, donde antes el jarrete era pieza de la ternera que la gente ni demandaba ahora es una exquisitez y no tener un trozo de jarrete en el puchero es de pobres.
Esas piezas antes se daban a los perros, y fíjate ahora. Eso sí, luego hay tanto cocinero que se cree experto en carne que se inventan los nombres como pedir un pollo macho.
Qué manera de pervertir a la comida.
Verruga rebuznó:No pasemos por alto que en esos restaurantes no sólo se paga la comida en función del número de estrellas, que también cobran por un servicio afectado propio de la corte de Luis XVI.
Algunos de esos restaurantes tienen varios comedores. Cada uno tiene una ambientación determinada, y por supuesto cada uno tiene su caché. El que yo conozco tiene tres comedores. Los nuevos ricos de la zona, al rebufo de la fama, van al más barato, 60 euros el menú, más luego la bebida. Extranjeros de paso y gente del cine y la farándula, el de 90 euros menú. Y el más exclusivo para gente de alcurnia, representantes de Philips Morris por España, la familia Aznar, gente con maseratis, etc.
Se puede reservar el comedor entero, como le gusta a la familia Aznar cuando van todos: Josemari, Ana, Alonsín, Josito, Anita, Agag, y los pequeños Pelayo y Rodri. Esta gente por lo que se ve han llegado ya a la cúspide de la pirámide de los estratos sociales, que si no es con George Bush no se rebajan a compartir salón para comer.
Pero luego después de reservar el puto salón para ellos solos, los muy ratas, no se piden el menú de 160 euros, no. Josemari una hamburguesa, 30 euros, Ana un plato de pasta, y así todos. En beber tampoco se estiran mucho.
Yo creo que a esa gente lo que les gusta es que les traten como a reyes, el poder de reservar todo el comedor para ellos, el placer de que todos los empleados les agasajen: recepcionistas, camareros, sumiller, el mismo chef michelín que sale a preguntarles que qué tal la comida, el propio dueño del restaurante que les recibe con genuflexiones. En fin, ese trato más propio de otras épocas pero que aún algunos románticos se empeñan en perpetuar.
Morzhilla rebuznó:Os recomiendo ir al Streetxo del corte ingles en Serrano, es muy barato, en la carta tiene algunos platos del 3 estrellas y si vais con vuestra pareja os saldrá cerca de los 100 aurelios, eso si, es comer a toda ostia, en barra y te largan.
Por una vez veo que habla con conocimiento de causa,hijo de puta.Verruga rebuznó:No pasemos por alto que en esos restaurantes no sólo se paga la comida en función del número de estrellas, que también cobran por un servicio afectado propio de la corte de Luis XVI.
Algunos de esos restaurantes tienen varios comedores. Cada uno tiene una ambientación determinada, y por supuesto cada uno tiene su caché. El que yo conozco tiene tres comedores. Los nuevos ricos de la zona, al rebufo de la fama, van al más barato, 60 euros el menú, más luego la bebida. Extranjeros de paso y gente del cine y la farándula, el de 90 euros menú. Y el más exclusivo para gente de alcurnia, representantes de Philips Morris por España, la familia Aznar, gente con maseratis, etc.
Se puede reservar el comedor entero, como le gusta a la familia Aznar cuando van todos: Josemari, Ana, Alonsín, Josito, Anita, Agag, y los pequeños Pelayo y Rodri. Esta gente por lo que se ve han llegado ya a la cúspide de la pirámide de los estratos sociales, que si no es con George Bush no se rebajan a compartir salón para comer.
Pero luego después de reservar el puto salón para ellos solos, los muy ratas, no se piden el menú de 160 euros, no. Josemari una hamburguesa, 30 euros, Ana un plato de pasta, y así todos. En beber tampoco se estiran mucho.
Yo creo que a esa gente lo que les gusta es que les traten como a reyes, el poder de reservar todo el comedor para ellos, el placer de que todos los empleados les agasajen: recepcionistas, camareros, sumiller, el mismo chef michelín que sale a preguntarles que qué tal la comida, el propio dueño del restaurante que les recibe con genuflexiones. En fin, ese trato más propio de otras épocas pero que aún algunos románticos se empeñan en perpetuar.
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