Mataría por ella (A Teta to Kill for)

Tú se supone que lees el foro. Voy a pedir que te degraden el rango y te bajen el sueldo.

Hamijo Pulgachef, pero qué falta de foro tiene usted.

El manido "la brilla la piel" es un sello y estándard de calidad, creado, mantenido y patentado por el forero Verruga para dar el visto bueno, la ITV de las putas, que garantiza que vale la pena pagar por cada kilogramo de carne de puta y es la garantía de que no vamos a tirar el dinero ganado tan duramente ganado despedazando ferralla.

Las comillas y la reiteración de la expresión son por algo.
Necesita mejorar.

Cómo no, Un Me Gusta de Boniato, que tiene un leve grado de autismo, poca capacidad para captar una ironía y el muy subnormal parece que me la guarda porque le corregí una vez, como buen cristiano que ayuda a los shunormales.
Lol :121:

Lo leo, otra cosa es que me acuerde de lo que diga Verruga.
 
La culpa es del celador por menguao. Ahora se va a comer unos años preso mientras ella como inductora no estará encerrada ni la mitad de tiempo.

Si se demuestra que le dejó las llaves del garaje su figura jurídica pasaría a ser de "colaboradora necesaria". Le corresponde la misma pena que al autor material del delito.
 
Le corresponde la misma pena que al autor material del delito.
A ver si se pasa algún leguleyo por aquí, y nos confirma si son ciertas las estadísticas que dicen que ellas van menos a la cárcel de lo que les corresponde por delitos cometidos, y además sus condenas resultan sensiblemente inferiores por el mismo delito.
 
A ver si se pasa algún leguleyo por aquí, y nos confirma si son ciertas las estadísticas que dicen que ellas van menos a la cárcel de lo que les corresponde por delitos cometidos, y además sus condenas resultan sensiblemente inferiores por el mismo delito.
Pero eso es pq se dejan bukkakear por el jurado
 
Me da mucha penita el wasá de ingeniero.
Es que eso de molestar la voz... Es que no puedes ver a la personita delante, y menos ingenierus penis erectus. O sea... le trata como mierda y ahí está ingenierus con su penis intentando arreglar su matrimoño. Así es la vida.
 
Penita y asco, pobrecito con su carilla y muerto, pero..ufff
 
Si le molestaba su voz... Mal asunto.
Es odio
 
https://es.linkedin.com/in/salvador-rodrigo-lapiedra-5981a163

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Quién se anima? :lol:


Te refieres a llamar por teléfono o al tema de acechar este sábado noche para cuando la hija vuelva medio borracha, secuestrarla como trofeo en tu sótano, donde la cuidaras y mimaras adjunto eternum?


Si es la segunda pues allí nos vemos, amigo. Susurra un "tengo ladillas como centollos" en la oscuridad de la noche y sabré que eres tú.


Es lo que pasa cuando ves a una tía que está buena pero es una hija de la gran puta, que estando follable no te importa su maldad intrínseca.

Lo acojonante es que la gente no se de cuenta de que esas dos cosas son inseparables.

Preguntad a Gina Gross, ella sabe.



Que se joda la princesita, ahora a lidiar con las gitanas.


En dos meses tienes al celador de la prisión matando por ella. A esa no le tose nadie.
 
Ah eso, que me lo había dejado en el tintero...

Que aquí el ganador es claramente el publicista.

Ese desgraciado no sabe de la que se ha librado. Porque aparte de sacarle la pasta en viajes y prebendas varías, cuando la Majestuosa ya no sintiera maripositas en el estómago por el Jose, a saber la forma despiadada de liberarse de el que habría tenido.

Vamos, que si el tío no es todo tonto del todo, ahora mismito tiene que estar pensando lo mismo que el chófer pagafantas amigo de la señorita protagonista de La Manada: "De la que me he librado".
 
Si se demuestra que le dejó las llaves del garaje su figura jurídica pasaría a ser de "colaboradora necesaria". Le corresponde la misma pena que al autor material del delito.
Uno no puede evitar preguntarse de qué coño va esa gente, y que se creen que es la vida. Se mete un tío en un garaje sin forzar la cerradura, supuestamente a robar, le mete seis puñaladas a otro y se marcha sin llevarse nada. La cerradura sin forzar, mensajes de la mujer del muerto y el asesino en los teléfonos a tutti, van a hacer las maldades con los teléfonos (que hoy hasta el más tonto del barrio sabe que un teléfono es un geolocalizador con el que además se puede hablar, y mandar mensajes que nunca se borrarán). Todo el mundo sabe que en un altísimo porcentaje de casos de asesinato alguien del entorno más cercano está implicado y la policía siempre va a buscar indicios o móviles ahí, meter presión, tirar del hilo. Pues ahí van los tortolitos, a por todas, a saco y a full. Todo el mundo sabe que cualquier movimiento de un coche queda registrado por cientos de cámaras, y que las cámaras disponen de reconocedores de caretos. Pues nada, el pobre desgraciado a matar al marido y la otra echando un kiki mientras tanto.
Delirante y demencial.
Porque ya te digo yo que el celador iría con su coche y el teléfono en el bolsillo (en modo silencioso, porque hay que ir con cuidado y tal). Yo es que me hago cruces. ¿No se les ocurre forzar la puerta del garaje con una palanqueta y que el notas se lleve el coche del otro y lo haga desaparecer? Nah, paqué.
Vamos, yo no soy James Moriarty, pero hasta ahí llego. Yo me pondría alzas en los zapatos, zapatos dos tallas más grandes que los míos, y dejaría huellas con ellos, con que sé yo, trazas de fertilizante, porque todo el mundo sabe que si estás grabado en vídeo por los parámetros físicos al final te reconocen. Llevaría toda la ropa comprada de segunda mano a trescientos kilómetros del lugar del crimen y luego la quemaría. Yo me cambiaría la cara con maquillaje/latex y me pondría una peluca, y un almohadón atado a la cintura que me haga parecer un gordo, apalancaría la puerta y robaría algo. Al teléfono le quitas la batería, lo desmigas a martillazos y lo echas al infierno. Te puedes registrar en un motel de carretera y salir por la ventana sin que te vea nadie para tener coartada. Yo que sé, mil cosas.
Pero no, este lila va con las llaves de ella, o con una copia hecha en la ferretería de la calle de atrás el día antes. Seguro.

Ahora que, ya te digo yo que el desgraciado del celador aún la encubrirá y dirá que las llaves las robó él porque estaba loco por ella y blao blao. Al final esa sale de rositas y se come el marrón entero el pánfilo. Es que visto lo visto no se me ocurre otra cosa.
 
He leído el artículo que en El Español han publicado hoy de este caso.

Es absoluta y totalmente descorazonador. Es demoledor. Demoledor. La descripción de los hechos, la miseria humana, el ultrapagafantismo extremo radical del asesino, la frialdad de la inductora (puta)... todo en el rezuma pena y tristeza infinita.


- Me pongo presumida cuando viene, coqueta, me gusta que sepa que estoy allí, no tengo ni idea de lo que siente, quizás ni me vea como una mujer para él, pero a mí me anima que venga a planta y verlo… y pasar a su lado. “Está el gotero de Ringer vacío” me dice. Y yo pienso… “Ufff, pues llénamelo tú”.

Ella escribía estos textos como si fuesen un diario íntimo, pero en realidad eran cartas que luego le entregaba en mano a su destinatario, a su compañero de trabajo. Así, pidiéndole que le "llenase el gotero de Ringer", logró seducir Maje a Salva. La enfermera al celador. La joven al maduro. La viuda negra a su esclavo.

Son escritos de septiembre de 2015, cuando esta extraña pareja se conoció trabajando en el Hospital de La Salud de Valencia. Él es Salvador Rodrigo, de 47 años, un auxiliar de enfermería sumiso, infantil y soñador. Padre de una chica de 19 años y casado desde hace 22 con otra trabajadora del hospital. Pero en septiembre de 2015 aparece en su vida María Jesús (Maje) Moreno. Una enfermera de 27 años atractiva, dulce, cariñosa… y que se enamora de él desde el primer momento.

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Maje sellaba las cartas con besos y corazones para seducir a Salva

Eso es, al menos, lo que ella le escribe en las cartas. La realidad es bien distinta. Maje es una persona fría y calculadora que alterna varias relaciones sexuales a la vez con otros chicos de su edad, todos atléticos y musculados. También seduce a Salva. ¿Por que, si físicamente es tan distinto? Porque ve en él al 'pagafantas' perfecto. A una persona a la que, con darle muy poco, se lo va a entregar todo. A alguien capaz de matar por ella, como finalmente sucedió.

EL ESPAÑOL ha accedido al sumario del caso del crimen de Antonio Navarro, el ingeniero de Novelda. En él, la Policía, tras haber estudiado las grabaciones telefónicas, concluye que Salva "emplea un tono ilusionado, entusiasta y jovial, rozando en ocasiones el ridículo, especialmente cuando habla de hacer planes juntos o cuando Maje le hace caso y le regala una camisa". Ella, en cambio, "emplea un tono emocionalmente plano, como si realmente (que es lo que realmente ocurre) no tuviese ningún tipo de afecto hacia Salva.

Durante la surrealista relación entre Maje y Salva, ella consigue que su compañero de trabajo se someta tanto, que incluso le da igual que tenga otros novios y se vaya con otros hombres. Salva llega a matar el 16 de agosto de 2017 a Antonio Navarro, el marido de Maje. Lo hace porque se ilusiona con empezar una vida en común con ella. Pero una vez Salva ha perpetrado el crimen, Maje decide irse a vivir con José, otro chico al que ha conocido. Salva se pone triste, pero luego asume esa decisión y le dice que “si esa relación no te sale bien, me tienes por aquí”. Incluso, cuando ella le dice que se va a ir a pasar el Año Nuevo 2018 a Italia con su nuevo novio, él se ofrece a llevarla al aeropuerto.

Un niño grande
Salva es un tipo que, con 47 años, tiene comportamientos infantiles. Es un soñador, amante de la naturaleza, de la fotografía y de su ciudad. Tiene una especie de blog en el que cuelga fotos de los rincones más emblemáticos de Valencia. Los videojuegos son otra de sus aficiones, y pasa horas jugando. Además de su trabajo como celador, tiene una tienda de artículos de buceo con su socio, un médico del hospital. Personas de su entorno lo definen como “un tonto útil”. Maje enseguida cala su carácter y se aprovecha de él.


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Salva es un hombre felizmente casada y con una hija de 19 años



Se conocen en septiembre de 2015 y ahí empiezan una tórrida relación… epistolar. Ella finge que se ha enamorado y le empieza a escribir cartas de amor. Él le corresponde. Se entregan las cartas en mano cuando se cruzan en el hospital, como dos adolescentes enamorados. Una relación que ambos tratan de ocultar a sus compañeros de trabajo. Ella porque no quiere que nadie la relacione con el auxiliar. Él, porque está casado y su esposa, Inmaculada, también trabaja en el centro como supervisora.

Sólo sexo oral
Salva claudica. Pierde por completo la noción de la realidad. Se obsesiona con Maje. Le compra regalos, la lleva en su moto a todos lados, le hace los recados. A pesar de esta entrega, ella reconoce después a la policía que Salva no le atrae y que sus relaciones sexuales eran esporádicas y se limitaban al sexo oral.

Durante la relación, Maje tampoco parece preocuparse mucho por corresponderle físicamente. En una de sus cartas le dice cosas como que “el mejor regalo no es algo físico, eso ya vendrá”. O que el amor no es solamente una cuestión física: “Voy a cuidarte y mimarte, nunca vas a estar solo, nunca, pues yo estaré ahí… a veces físicamente… a veces espiritualmente”. Sobre todo espiritualmente, porque aunque ella mantiene varias relaciones extramaritales, la que tiene con Salva es más de cartas que de otra cosa. Pero a él no le hace falta más.

"El momento más doloroso de mi vida"
A todo esto, Maje tiene novio. Se llama Antonio Navarro y es un ingeniero de 36 años. Maje le oculta a Salva que se va a casar en septiembre de 2016. Cuando finalmente ella se lo confiesa, Salva le manda una carta en la que le reconoce el dolor tan grande que le supone, pero acaba comprendiendo que tenga que entregarse a otra persona:

“Es el momento más doloroso de mi vida (…) pero ahora tienes que entregarte a otra persona. (…) a mí me vas a tener ahí, a tu lado, siempre que me necesites, ayudándote, apoyándote, escuchándote”.


Se despide de ella haciendo un dibujito infantil y una cita entregada:

Siempre tuyo, tu brujo, tu petardo, simplemente Salva”.



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Salva le hacía dibujos para despedirse de ella en las cartas



Maje, sin embargo, no lo ve claro. No quiere perder a un esclavo, por lo que le propone seguir siendo amigos “con derecho”. Con derecho a roce, se entiende. Y a nada más que a roce, a tenor de la ausencia de relaciones sexuales que ella misma ha confesado después a la policía. Maje se lo propone en una carta que, por cierto, despide con una frase inquietante:

Venga pollo, ánimo con esa cesárea, saca al crío tú rajando”.

Una broma entre personal sanitario que, con la perspectiva del tiempo, es de un cinismo terrible, porque al final Salva mató al marido de Maje rajándolo.

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"Venga pollo, ánimo con esa cesárea, saca al crío tú rajando"

Maje se casa, se echa un novio... y recurre a Salva
Maje se casa con Antonio Navarro el 3 de septiembre de 2016. Una boda que peligró por las numerosas infidelidades de Maje. Infidelidades que ella no le contó a Salva.

A principios de 2017, Maje no llevaba ni medio año casada, pero conoció a un publicista llamado José. Se enamoró y empezó una relación extramatrimonial con él. Paralelamente, su matrimonio con el ingeniero empezó a ir mal. En alguna conversación de Whatsapp del matrimonio, su marido Antonio le viene a decir que no le vuelva a poner la mano encima. Al parecer, Maje le ha pegado tras una discusión. Ella vuelve a echarse en los brazos de Salva, su esclavo sumiso, para quejarse de presuntos malos tratos de su marido.

"Qué pena que mi marido no se haya muerto"
A principios de verano de 2017, un desafortunado incidente se convierte en el detonante de la gran tragedia. El marido de Maje trabaja como ingeniero en una constructora. En su empresa se registra un accidente laboral con fallecidos. Salva y Maje leen la noticia y la comentan en el trabajo. Ella piensa en voz alta: “Qué pena que no haya sido mi marido el que haya estado ahí dentro”.

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Antonio y Maje el día de su boda, hace menos de dos años

A Salva se le abre ahí un nuevo horizonte. Imagina a Maje viuda, a él divorciándose de Inma, su esposa. Una vida en común con Maje. Entonces se lo propone. Se ofrece para asesinar a Antonio. Él lo hace por amor. Ella, movida por la posibilidad de verse libre y dueña de la herencia, empieza a tramar el crimen. Deciden que Salva lo matará en el garaje donde Antonio encierra el coche, porque ahí no hay cámaras. Y que lo harán en agosto, cuando menos gente hay.

Lo planifican durante los meses de verano. Salva decide matar a Antonio el 16 de agosto. Maje le facilita las llaves del garaje, para que Salva asesine allí a su marido por la mañana. Con una frialdad que espanta, Maje decide tomarse esa noche libre en el trabajo. Y, sabiendo que van a matar a su marido al día siguiente, decide pasar la noche con José, su amante real. A su marido le dice que esa noche tiene guardia en el hospital.

Salva mata a Antonio
Salva mata a Antonio Navarro el 16 de agosto en torno a las diez de la mañana. Lleva allí desde las 7:30 esperando. Puede hacerlo, porque él sigue de vacaciones, pero su esposa Inmaculada ya ha empezado a trabajar ese día. Antonio aparece para coger su Peugeot 208 blanco. Entonces aparece Salva, lo asalta por la espalda y le pega ocho navajazos. Lo mata en el acto y huye del parking por la rampa. Luego llama a Maje, que ha pasado la noche con su amante, para quedar a las tres de la tarde en persona. Cuando se ven, le informa de que ya está hecho. Que ha matado a Antonio. Ella se empieza a sentir mal y se marcha.

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Antonio Navarro recibió ocho navajazos de Salva

A partir de ahí no se vuelven a ver en varias semanas. Entierran a Antonio y ella se muestra muy compungida en el funeral. Incluso lee una emotiva carta de despedida. A Salva no se vuelve a dirigir, aunque él le manda un Whatsapp a ella el 6 de septiembre para felicitarla por su cumpleaños. Ella ni siquiera le contesta.

La Policía investiga el asesinato y, sabedora de que Maje tiene una relación extramatrimonial con el publicista José, lo toma como primer sospechoso. Pinchan los teléfonos de Maje y se enteran, escuchando las conversaciones con su amiga Rocío, que Maje se siente feliz, liberada y eufórica. Que planea irse a vivir con José en poco tiempo y tener un hijo en menos de dos años.

Conversación del 8 de noviembre
Pero el 8 de noviembre cambia todo. La policía averigua que un tal Salvador Rodrigo Lapiedra ha estado ha estado llamando a Maje en varias ocasiones. Y en una de estas, escuchan la conversación. Hay una frase que le convierte automáticamente en sospechoso. Maje y Salvador habían coincidido esa mañana en el trabajo y el le había confesado a ella que no estaba bien. Que le había dado un bajón muy grande. Pero que ya hablarían tranquilamente. Maje se poner nerviosa y le telefonea para que le explique qué pasa. Antes de entrar en materia, por cierto, ella le pregunta si ya le ha enviado un paquete, tal y como ella le ha encargado. Ella lo sigue teniendo de recadero. Él, obediente, le dice que sí. Y le confiesa:

Salva: “Me ha venido a la cabeza que es verdad, que tu madre tiene razón, que tendrás que desconectar de tu casa (…) y en cierta medida también tendrás que desconectar de mí porque yo te lo voy a recordar cada día que me veas. (...) Me ha dado un bajón bestial (…) y el otro día llamé a la Policía”.

Maje empieza a gritar como loca, pensando que él ha confesado.

Maje: “¡Qué dices! ¡Salva por Dios no hagas locuras eh!”

Salva la tranquiliza diciéndole que no, que ha contactado con un amigo policía para saber cómo están las investigaciones. Y que ha sido ahí cuando se ha enterado de que ella tiene un novio que se llama José y que se van a ir juntos a Italia.

Salva: Hay otra persona que no sé quién es, un tal José Antonio (…)

Maje: Sí, sí, el publicista. También te hablé de él. ¿Te acuerdas del publicista?

S: Sí… y me ha dicho que te vas con él a Italia.

M: …

S: Sí (sollozos)

M: Sí, pero con más gente.

S: Ya. Entonces nada, porque me ha dado un bajón terrible (suspiros).

Salva está devastado porque se acaba de enterar de que, aunque ha matado al marido de Maje para poder estar juntos, ella se ha echado un novio nuevo y se va a ir con él de viaje. Él le pide comprensión, pero él esta destrozado. Maje, no obstante, parecen importarle muy poco los sentimientos de Salva y le pregunta:

M: Pero escúchame, entonces ¿me están investigando a mí?

S: A ti o a él (José) porque él… lo saben.

M: Hostia

Tras unos titubeos, Salva vuelve a la carga con resignación:

S: Si no te hago feliz, dímelo

Y se pone a llorar. No por haber matado a un hombre, si no por saber que Maje está con otro chico. Pero a Maje eso no le importa. Ya sólo piensa en que la están investigando y lo cita presencialmente:

M: Madre mía. Pero ¿podemos vernos o no?

S: (llorando) ya pero… deja que… tú eres libre y puedes hacer lo que quieras.

M: Pero si eso ya se habló

S: Ya… pero por lo menos saberlo. Por lo menos decir… mira.

Él le achaca (llorando) que no le haya dicho que tiene novio. Ella le contesta:

M: Igual que tú tienes una familia, o sea… y te jodes, pues… me jodo. Pues ya está. O sea, es así, no voy a estar sola esperándote. Es así.

S: Ya… pues por eso, quería saber qué.

M: Eso no quita que me hagas feliz o no, que igual que tienes una familia y disfrutas de tu hija, yo no puedo estar esperando a que… sabes.

Salva tiene el corazón partido. Ha matado a un hombre para estar con esa chica, pero ella se ha ido con otro y no le ha dicho nada. A pesar de la traición, es incapaz de enfadarse con ella:

S: No te lo estoy criticando. O sea, que quiero que me entiendas (…) ya te digo, siempre te he dicho que tú puedes hacer absolutamente lo que crea conveniente, absolutamente, siempre, siempre, porque no hay nadie dueña de ti. Pero es que… (suspiros).

Ahí Salva se arma de valor y le pregunta:

S: (…) ¿dónde me quieres exactamente en esta historia”.

M: Madre mía. Yo bastante tengo, ¿sabes? Como para estar preocupándome por eso.

Maje no quiere hablar más porque le da miedo tener el teléfono intervenido. Quedan en un local de Valencia y Salva le consigue a ella otro teléfono. Una línea que no esté pinchada, sólo para hablar entre ellos con seguridad. Evidentemente, el teléfono lo paga él.

Conversación del 7 de diciembre
La policía, que ha escuchado esta llamada, consigue que un juez autorice el pinchazo de este teléfono de seguridad, por lo que también escucha conversaciones como las que mantienen el 7 de diciembre. Ahí, Salva ya ha asumido que Maje se va a ir a vivir con José, pero le pide que le deje una puerta abierta por si las cosas no le van bien:

S: Yo te voy a apoyar con lo que hagas, y si tu decides irte a vivir con José, pues te vas a vivir con él. Pero que te vaya bien o te vaya mal, que no estés nunca en ningún sitio obligada a estar.

Maje entonces le confiesa que José y ella se van a ir a vivir juntos en enero, mucho antes de lo que Salva pensaba.

S: ¡¡¡En enero!!!

M: Sí

S: Ajá (se percibe que no le sienta bien)

M: Porque en mi casa es que, entre los papeleos y que se va a tomar una decisión en diciembre [sobre la herencia de Antonio], pues en enero o febrero me iré. Porque yo en casa pues eso, con los vecinos preguntando, no puedo hacer nada. No estoy.

S: No, no estás.

M: Y es una lástima, porque me encanta mi casa.

S: Ya.

M: Pero aún la ropa de él, es que no se la van a llevar nunca. Me han dicho que no la tire. O sea… ¡Haced algo, pero no me la dejéis ahí!

S: No, si tienes muchos recuerdos.

Salva le plantea entonces la posibilidad de que las cosas con José no salgan bien:

S: Esto ya sé que es muy delicado y si quieres contestar me contestas, y si no ya hablaremos (…) que yo quiero que tú seas feliz y te vaya bien. Pero si no te fuera bien con Jose, ¿qué tienes pensado hacer?

M: Si no me fuera bien con Jose, me iría a casa de mi hermana hasta encontrar algo.

Otro chasco. Tras una breve conversación acerca de pisos y alquileres, Salva le confiesa que la echa de menos, porque, al parecer, ella lo ve en el hospital pero no le hace ni caso.

S: (Risa nerviosa) Es que no me lo quito de la cabeza. Qué pesado soy, se me hacen las semanas eternas (…) de pensar que no te veo hasta… ¿cuándo?

M: Ya es que mira

S: Pufff… se me hace…

M: Eso es imposible.

S: El martes (…) yo pasaba por teléfono [al parecer coincidieron] y digo ¡Hostia! Sí que disimula la cabrona, sí. (se ríe). ¿Me viste en la moto o no? ¿Me viste? ¿No me viste?

M: ¿Al salir?

S: Al salir, sí

M: Sí te dije hasta luego, ¿no?

S: Ah sí, vale, vale. Es que no te oí.

M: Si te levanté la mano.

S: Ah bueno, vale, sí, sí (ríe)

M: ¿Qué quieres? ¿Que te dé un abrazo?

S: Noooo, no, que va, que va, que no (se ríe)

M: Ah vale, digo… no sé qué pretende.

Él entonces se viene arriba y le propone quedar el viernes. Ella decide dejarle las miguitas y le dice que vale.

S: ¿Vale? Y hacemos lo que te apetezca (…)

M: Vale, guay. Yo creo que para salir y comemos en casa. Hacemos una (pizza) calzone en plan así de marisco como la que dijiste

S: ¡Vale! (Con entusiasmo)

M: Vemos una peli y ya está

S: Vale, vale.

Salva tiene más que suficiente con verla un ratito y que Maje le permita cocinar para ella.

La emboscada del 28 de diciembre
El 28 de diciembre, Día de los Inocentes, la policía y Vicente Navarro, el hermano del asesinado, tienden una trampa a la extraña pareja. Maje y Salva ya son los principales sospechosos, pero los investigadores necesitan una confesión telefónica. La estrategia es la siguiente: Vicente queda con Maje por un asunto de la herencia y le revela que la policía ya tiene identificado al asesino. Que la captura es cuestión de días. Maje se asusta y llama a Salva muy nerviosa. Él la calma y le viene a decir que a él nadie le ha interrogado, que probablemente vayan a detener a una persona que en realidad no es la autora.

M: Entonces la justicia, ¿qué? ¿Es una mierda?

S: No, estás temiendo por mí. No temas, ya te lo digo yo, ¿vale?

Él le da una serie de explicaciones tranquilizadoras para demostrarle que es imposible que él sea sospechoso y confiesa en varias ocasiones que ha sido él. Maje se lo cree y se calma:

M: Entonces, ¿respiro?

S: Sí, sí. Te digo yo que respires, ¿vale? Respira tranquila.


Pastillas para el mareo
Y después de respirar, hablan del viaje a Italia que se va a pegar Maje en Nochevieja con su novio José. Entonces Salva, con su amor incondicional, le ofrece incluso llevarla al aeropuerto, le desea buen viaje y le da varios consejos para que no se maree durante el viaje.

La policía ya tiene suficiente y los detiene a los dos la mañana del 10 de enero, después de que ella haya vuelto de viaje de Italia. Ambos prestan declaración y sus versiones son bien distintas. Ella reniega de él desde el primer momento, dice que Salva es un tipo que no le atrae y que se ha obsesionado con ella. Él, en cambio, lleva su amor hasta las últimas consecuencias y se achaca toda la responsabilidad de haber matado a Antonio Navarro. Fiel y leal hasta el final.

La policía registra la casa de Salva. Su mujer, Inmaculada, hace entrega a los agentes de una mochila propiedad de su marido. En el interior, guardadas como oro en paño, estaban las cartas que Maje le enviaba. Las mismas con las que le pedía que le llenase el gotero de Ringer y las mismas con las que lo embaucó hasta convertirlo en un asesino.

Que reputísima la tía.

Este tema me inflama tanto de ardor la próstata que si me hace el urólogo la prueba le calcino el dedo.
 
Última edición:
Supongo que habréis hecho zapping y pillado alguna tertulia. ¿En alguna habéis escuchado a alguna personas del mismo género usar calificativos gruesos, o alguna palabra de desprecio ante la actitud y vida de la Maje? Yo no.
Pero lo mismo se me ha pasado. Ahora intentad recordar lo que se ha soltado de otros casos, cuando ha sido el marido con amante la que le ha buscado las vueltas a la mujer.
 
Que reputísima la tía.

Este tema me inflama tanto de ardor la próstata que si me hace el urólogo la prueba le calcino el dedo.
Entonces mejor que use algo de aluminio.

Pero a lo que vamos, que aún no hemos visto nada. El espectáculo que se va a ver en el juicio va a ser la cre.ma de la vida. Aún hay mucha miseria por salir a la superficie en esta historia. Aún hay que verla a ella, altiva y fría, negarlo todo y escupir cicuta sobre el pobre desgraciado, que antes de reconocerse a si mismo que ha hecho el turbo-huevazos, aún se echará el muerto a la espalda en un último servicio a la jodida puta.
 
Yo hasta esta noche no he entendido al Salva, pero joder, esta noche he echado el mejor polvo de mi vida, o mejor dicho: Me han echado.

La verdad es que ultimamente parezco un tipo de hésito, tengo negocio propio, empleaus (pol holas) y he ido adelgazando hasta conseguir no ser gordo... no se porqué oscuro motivo, desde que se operó el cambio, me esoy hinchando a follar con locas del coño que van como locas buscando un subnormal que se encoñe con ellas porque ya se les empieza a pasar el aloz y con treintaytantos se les activa el geolocalizador de mongolos beta-proveedores y ahí estoy yo recogiendo las mieles del hésito en forma de coños con más kilometraje que el carro de Escobar... la mayoría son coños rodeados de carne que se piensan que se abren de patas y del chichi les sale un arcoíris que acabarán alimentando gatos, pero de vez en cuando te encuentras a una hija de puta que lo de encoñar tios se lo toma como una auténtica profesión.

Pero esta noche me han follado como nunca, con una pedorra administrativa que trabaja para unos clientes que me he encontrado por la noche, que no es que tenga un cuerpo perfecto pero tiene un culo trabajado y tetones de órdago... yo tirado en mi sofá y la tipa chupando con las dos manos apoyadas en mis piernas, solo trabajo de cuello, que manera de jugar con la lengua, que de babas, joder, y cuando creía que me iba a estallar la polla, se me monta encima y no se que coño ha hecho que entre el parriba pabajo, con movimiento de caderas mientras me ponía los tetones en la cara y me decía "chúpamelas, chúpamelas", me ha debido ver con cara de gñeeee y me ha pedido que me corra dentro, yo ahí me he empezado a correr y no se que ostias ha echo con el coño, un fabuloso juego muscular en la vagina tiene esta hija de puta, pero me he estado corriendo un rato del copón, una vez en frío, calculo que igual me he estado corriendo durante 2 minutos, nunca me había pasado, generalmente me corro y ya esta, pero ahí ha estado la polla bombeando, primero grumo y luego aire, durante dos minutazos mientras yo estaba flipando y ella movía coño y cadera, cuando ha notado que me quedaba plátano se la ha sacado, me ha pegado dos chupadas que me la han dejado limpia, se ha puesto con el culo hacia mi y se ha empezado a tocar el chichi para correrse ella justo encima de mi polla ahora ya arrugada e inerte, mientras veía como el grumo descendía por sus muslos, méteme un dedo en el culo me ha rogado, y ahí estaba yo, explorando ese culo perfecto, escuchando sus jadeos que se me ha vuelto e empalmar y cuando ella ha notado que estaba dura otra vez se la ha metido en su coño grumiento y ha hecho que nos corramos a la vez (aunque creo que ella ha notado cuando estaba yo bombeando y lo ha fingido), aunque esta vez con menos intensidad porque las cañerías estaban vacías... y todo eso sin moverme yo nada.

Deseando estoy verla de nuevo, joder, ya os digo, si me pide que mate a su marido lo mato, si me pide que mate a sus hijos y a sus padres, a todos los de su trabajo y a todo el foro de putalocura, joder que si los mato, ostia puta, menudo polvo... mataría a media humanidad por echar otro polvo así.
 
Última edición:
Uno no puede evitar preguntarse de qué coño va esa gente, y que se creen que es la vida. Se mete un tío en un garaje sin forzar la cerradura, supuestamente a robar, le mete seis puñaladas a otro y se marcha sin llevarse nada. La cerradura sin forzar, mensajes de la mujer del muerto y el asesino en los teléfonos a tutti, van a hacer las maldades con los teléfonos (que hoy hasta el más tonto del barrio sabe que un teléfono es un geolocalizador con el que además se puede hablar, y mandar mensajes que nunca se borrarán). Todo el mundo sabe que en un altísimo porcentaje de casos de asesinato alguien del entorno más cercano está implicado y la policía siempre va a buscar indicios o móviles ahí, meter presión, tirar del hilo. Pues ahí van los tortolitos, a por todas, a saco y a full. Todo el mundo sabe que cualquier movimiento de un coche queda registrado por cientos de cámaras, y que las cámaras disponen de reconocedores de caretos. Pues nada, el pobre desgraciado a matar al marido y la otra echando un kiki mientras tanto.
Delirante y demencial.
Porque ya te digo yo que el celador iría con su coche y el teléfono en el bolsillo (en modo silencioso, porque hay que ir con cuidado y tal). Yo es que me hago cruces. ¿No se les ocurre forzar la puerta del garaje con una palanqueta y que el notas se lleve el coche del otro y lo haga desaparecer? Nah, paqué.
Vamos, yo no soy James Moriarty, pero hasta ahí llego. Yo me pondría alzas en los zapatos, zapatos dos tallas más grandes que los míos, y dejaría huellas con ellos, con que sé yo, trazas de fertilizante, porque todo el mundo sabe que si estás grabado en vídeo por los parámetros físicos al final te reconocen. Llevaría toda la ropa comprada de segunda mano a trescientos kilómetros del lugar del crimen y luego la quemaría. Yo me cambiaría la cara con maquillaje/latex y me pondría una peluca, y un almohadón atado a la cintura que me haga parecer un gordo, apalancaría la puerta y robaría algo. Al teléfono le quitas la batería, lo desmigas a martillazos y lo echas al infierno. Te puedes registrar en un motel de carretera y salir por la ventana sin que te vea nadie para tener coartada. Yo que sé, mil cosas.
Pero no, este lila va con las llaves de ella, o con una copia hecha en la ferretería de la calle de atrás el día antes. Seguro.

Ahora que, ya te digo yo que el desgraciado del celador aún la encubrirá y dirá que las llaves las robó él porque estaba loco por ella y blao blao. Al final esa sale de rositas y se come el marrón entero el pánfilo. Es que visto lo visto no se me ocurre otra cosa.

Que todo eso del crimen perfecto está muy bien, pero se le escapa un factor: el hombre blandengue estaba programado genéticamente para derrumbarse en el interrogatorio. Así que aunque lo hubiese ejecutado como Dios manda, a nada que lo hubiesen presionao una miqueta hubiese cantao la canción del colacao, desayuno y merienda.
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Yo hasta esta noche no he entendido al Salva, pero joder, esta noche he echado el mejor polvo de mi vida, o mejor dicho: Me han echado.

La verdad es que ultimamente parezco un tipo de hésito, tengo negocio propio, empleaus (pol holas) y he ido adelgazando hasta conseguir no ser gordo... no se porqué oscuro motivo, desde que se operó el cambio, me esoy hinchando a follar con locas del coño que van como locas buscando un subnormal que se encoñe con ellas porque ya se les empieza a pasar el aloz y con treintaytantos se les activa el geolocalizador de mongolos beta-proveedores y ahí estoy yo recogiendo las mieles del hésito en forma de coños con más kilometraje que el carro de Escobar... la mayoría son coños rodeados de carne que se piensan que se abren de patas y del chichi les sale un arcoíris que acabarán alimentando gatos, pero de vez en cuando te encuentras a una hija de puta que lo de encoñar tios se lo toma como una auténtica profesión.

Pero esta noche me han follado como nunca, con una pedorra administrativa que trabaja para unos clientes que me he encontrado por la noche, que no es que tenga un cuerpo perfecto pero tiene un culo trabajado y tetones de órdago... yo tirado en mi sofá y la tipa chupando con las dos manos apoyadas en mis piernas, solo trabajo de cuello, que manera de jugar con la lengua, que de babas, joder, y cuando creía que me iba a estallar la polla, se me monta encima y no se que coño ha hecho que entre el parriba pabajo, con movimiento de caderas mientras me ponía los tetones en la cara y me decía "chúpamelas, chúpamelas", me ha debido ver con cara de gñeeee y me ha pedido que me corra dentro, yo ahí me he empezado a correr y no se que ostias ha echo con el coño, un fabuloso juego muscular en la vagina tiene esta hija de puta, pero me he estado corriendo un rato del copón, una vez en frío, calculo que igual me he estado corriendo durante 2 minutos, nunca me había pasado, generalmente me corro y ya esta, pero ahí ha estado la polla bombeando, primero grumo y luego aire, durante dos minutazos mientras yo estaba flipando y ella movía coño y cadera, cuando ha notado que me quedaba plátano se la ha sacado, me ha pegado dos chupadas que me la han dejado limpia, se ha puesto con el culo hacia mi y se ha empezado a tocar el chichi para correrse ella justo encima de mi polla ahora ya arrugada e inerte, mientras veía como el grumo descendía por sus muslos, méteme un dedo en el culo me ha rogado, y ahí estaba yo, explorando ese culo perfecto, escuchando sus jadeos que se me ha vuelto e empalmar y cuando ella ha notado que estaba dura otra vez se la ha metido en su coño grumiento y ha hecho que nos corramos a la vez (aunque creo que ella ha notado cuando estaba yo bombeando y lo ha fingido), aunque esta vez con menos intensidad porque las cañerías estaban vacías... y todo eso sin moverme yo nada.

Deseando estoy verla de nuevo, joder, ya os digo, si me pide que mate a su marido lo mato, si me pide que mate a sus hijos y a sus padres, a todos los de su trabajo y a todo el foro de putalocura, joder que si los mato, ostia puta, menudo polvo... mataría a media humanidad por echar otro polvo así.
R I P Senior Putas. Nos puede pasar a cualquiera, pero le ha pasado a usthez.
Es como La invasión de los ultracuerpos: "No te resistas, duérmete ya. Si estamos mejor así"... le decían a la protagonista.
 
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Que todo eso del crimen perfecto está muy bien, pero se le escapa un factor: el hombre blandengue estaba programado genéticamente para derrumbarse en el interrogatorio. Así que aunque lo hubiese ejecutado como Dios manda, a nada que lo hubiesen presionao una miqueta hubiese cantao la canción del colacao, desayuno y merienda.
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La verdad es que sí, que hay gente que no debería nunca salirse de matar mostros en la pantalla de su PC.
 
Que todo eso del crimen perfecto está muy bien, pero se le escapa un factor: el hombre blandengue estaba programado genéticamente para derrumbarse en el interrogatorio. Así que aunque lo hubiese ejecutado como Dios manda, a nada que lo hubiesen presionao una miqueta hubiese cantao la canción del colacao, desayuno y merienda.
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Y yo lo que flipo es la habilidad que tienen para ponerse bajo la lupa. Recuerdo que en el caso del chicle, llama la mujer a la GC para ver si la están investigando a ella o la marido. Y aquí el planchabragas tiene los santos cojones de preguntar a un colega policía por donde van con la investigación. Si en ese momento el objetivo era el publicista llamado José que se pinchaba a la Maje, ahora todas las pesquisas serían para el preguntón. La Policía no es tonta, pero es que con estos mimbres no se hace un asesino coño.
 
Supongo que habréis hecho zapping y pillado alguna tertulia. ¿En alguna habéis escuchado a alguna personas del mismo género usar calificativos gruesos, o alguna palabra de desprecio ante la actitud y vida de la Maje? Yo no.
Pero lo mismo se me ha pasado. Ahora intentad recordar lo que se ha soltado de otros casos, cuando ha sido el marido con amante la que le ha buscado las vueltas a la mujer.

Es acojonante, pero sí. Esto no está saliendo en medios nacionales, sólo en los locales y en algún que otro digital, porque tú abres El País o El Mundo y ni rastro, NI RASTRO. Y no se sabe por qué, porque este puto crimen tiene de todo, es un folletín que narrativamente conjuga decenas de elementos, resultando una historia tremebunda. Con menos mimbres se han hecho películas y series. Pero es más interesante, por lo visto, un arranque de celos en el que fulano mata a fulana, o un intento de asesinato por el despecho de que te dejen.

Sabía que Josequito acabaría mal...

Muahahahahahaha, hijo puta, es clavao a @Josekito.


En fin, que El Español ha publicado otro capítulo del folletín, y en cada hecho, en cada evento, se aprecia un detalle de vileza infame.
La pérfida habilidad de Maje, la viuda negra: cuatro amantes a la vez que preparaba el asesinato de su marido
La viuda negra de Novelda (II): El primero de los amantes de la enfermera era publicista. El segundo, Mosso d´Esquadra. El tercero, un ligue de una noche. El cuarto era compañero de trabajo y mató a su marido Antonio porque ella se lo pidió. "Nos gusta la movida, vamos a ser sinceras. Eso sí, la movida con tíos buenos. La movida con sexo", le decía a una amiga.
3 febrero, 2018 01:26

-Cuando seamos abuelas, escribiremos un libro de nuestros ligoteos.

Ella llevaba una doble vida con casi todo el mundo. La frase pertenece a una conversación telefónica que tiene lugar el 13 de septiembre, 30 días después del asesinato de Antonio Navarro Cerdán, el ingeniero de Novelda (Alicante). El cadáver todavía está caliente. Sin embargo, a su mujer, María Jesús Moreno Cantó, Maje, la viuda negra, parece no importarle demasiado.

A la vez, esos días recibe llamadas de amigos, familiares y conocidos. Todas son para darle el pésame. En ellas, la mujer, enfermera, 27 años de edad, dice que está mentalmente destrozada, compungida por la pérdida. Que no sabe cómo tirar para delante, que lleva un mes sin salir de la cama y que apenas come. Solo tiene fuerzas para acercarse a la nevera e ingerir un yogur una vez al día. Que dice que está fatal.

Intercaladas a esas llamadas le llegan otras. Entonces, nuestra protagonista se transforma, cambia el tono de voz y muestra su verdadera cara. Por ejemplo, cuando le llama José para quedar en su casa. O Rocío, con quien comenta cómo José le hace el amor. O cuando sale de fiesta y se acuesta con Sergio. O su madre, con quien comenta lo bien dotado que está Sergio. En esas llamadas, la viuda que llora desconsolada por su marido asesinado se transforma en una persona alegre, feliz y fiestera.

Ahí es donde la Policía que seguía el caso comenzó a sospechar. No había ningún móvil que atribuirle al crimen. Antonio era un tipo sencillo, sin antecedentes y respaldado por las versiones de su familia y amigos. Lo único que sabían los investigadores era que Maje le había sido infiel a Antonio y que quería separarse de él. Es entonces cuando comienzan a investigarla también a ella.

La realidad es que para Maje, como le dice a su amiga Rocío, la aparición del cadáver de su marido en el garaje de casa con seis puñaladas en el pecho resulta todo un alivio. Un soplo de aire fresco. “Una liberación”.

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Maje y su marido Antonio, a quien asesinó con la ayuda de uno de sus amantes.

EL ESPAÑOL ha accedido al sumario del caso del crimen de Antonio Navarro, el ingeniero de Novelda. En él, la Policía, tras estudiar las grabaciones telefónicas, detalla cuáles fueron los pasos que siguió la ‘viuda negra’ para acabar con su marido sirviéndose de uno de sus amantes. Qué fue lo que hizo en los meses posteriores al crimen.

En la primera entrega analizábamos su relación con Salvador, el hombre al que encargó el asesinato de su pareja. En la segunda, el relato discurre por los amores que mantuvo con sus distintos novios en los últimos años mientras estaba casada. Tuvo al menos cuatro: José, Sergio, Mateo y, cómo no, Salvador, el asesino sumiso y padre de familia. Esta fue la clave que llevó a la policía a dar con el autor de los hechos. Pero a Maje no la delató la escena del crimen. A Maje la delató el cinismo. A Maje la delató su impostura. A Maje la delató Maje.

Cuando Maje se comió "el cristal"
Unos fines de semana después de la muerte de su marido, Maje decide marcharse de fiesta con su amiga Rocío. Ambas cogen el coche, alquilan un hotel y se van de farra a Barcelona. Allí beben, comen y salen de fiesta. Se lo pasan de miedo. Como si no hubiera pasado nada. Como si días antes no hubiera pasado nada.

Esa noche conocen a dos chicos. Sergio, con el que Maje se queda, es Mosso d´Esquadra. Las dos mantienen esa noche relaciones sexuales con sus respectivos ligues. Hasta ahí todo bien.

Días después comentan la jugada por teléfono. Maje le dice a Rocío que parece que hay avances en el caso de Antonio. La policía le comenta que el caso del descuartizador de Valencia (fue detenido el pasado mes de septiembre) está relacionado con el tema de Antonio (Maje miente. Nadie en la policía le ha dicho eso nunca).

Luego cambian de tema y pasan a hablar de Sergio, el Mosso d´Esquadra, y del sexo con él. De sus conversaciones se intuye que el hombre con el que estuvo Rocío también pertenece a las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado.

-Rocío: Bueno, escucha: el ‘malaguita’ me cae bien, así inocente y todo lo que quieras… Y me gusta.

-M: ¡Pero es buena persona!

-R: Pero yo sé que ahí la que mando soy yo (risas). Pero le haría creer que manda él (Risas de las dos).

-M: Yo igual. Con Maikel tendrías de historias que flipas.

-R: Igual el chaval es hiperactivo.

-M: Y nos dirían “¡Estáis atentando contra la autoridad!”

-R: Ya ves, te imaginas... De repente, un día te enfadas con ellos y cogen y te violan y au...

-M: (Risas) ¿Cómo eres tan animal? Por favor.

-R: Tía, te lo juro, y dirían “pues ahora sí que quiero” y yo que no, y … ya está. Yo en verdad te digo una cosa: no me gusta, o sea, me disgusta pero también me gusta.

-R: En plan de llevarles la contraria.

-M: Tú y yo estamos locas.

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Así se encontraron los agentes el cadáver de Antonio en el lugar de los hechos. EL ESPAÑOL

Su amiga es su mejor compinche. Con ella habla de sexo, de tíos, de dinero, de todo. Ella la consuela y la comprende. Que está mucho mejor ahora, sin ese, sin Antonio, que está como más liberada. Rocío es su compañera de copas. Su compañera de juerga. Su compañera de “movida”.

-M: Nos gusta la movida, vamos a ser sinceras. Eso sí, la movida con tíos buenos, yo la movida con Antonio, que en paz descanse, no la quería (risas).

-R: Ya claro, es que tiene que ser movida con sexo.

-M: Porque si yo luego me lo tenía que tirar después de la reconciliación no me apetecía, ¿vale?. Y con éste… Éste me va a follar como me folló en el baño, o sea que quiero, ¿vale?

-R: Pero Maje, ¿este te lo hizo bien o qué?

-M: ¿Que si me lo hizo bien? Casi me como el cristal, Rocío, jajajaj. Casi me como el puto cristal y tenía más culo que yo. Le voy a preguntar como hace ese culo ‘pa’ fuera tía.

-R: Tía que guay, pero ¿cómo lo tiene así?

-M: No, yo le voy a preguntar, ¿eh?

-R: No, te lo juro, yo creo que lo han inyectado o algo.

-M: No, al tuyo sí, el tuyo se ha puesto botox (risas).

-R: En las tetas.

-M: Tía, pero rocío, los boxers, esos calzoncillos súper…. Eh… tía, que yo quiero ese culo, ¿eh?.

Apenas habían pasado dos meses de la muerte de Antonio. Lo que no sabía ninguna de las dos es que al otro lado de la línea siempre había una tercera persona escuchando. Las primeras semanas, Maje fue precavida en sus conversaciones telefónicas. Sin embargo, los investigadores mantuvieron la esperanza la teoría de que se le iría soltando la lengua con el paso del tiempo. Tuvieron razón. Maje tardó poco en delatarse a sí misma.

Sacarle el dinero a la suegra
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Salva es un hombre felizmente casada y con una hija de 19 años.

Maje y su suegra, la madre de Antonio, no es que se llevasen mal, es que directamente no se llevaban. Como su hijo, sabía desde hacía mucho tiempo de las infidelidades de ella. Un mes antes de la boda, el 3 de septiembre de 2016, Antonio llama a su madre y le dice que no se quiere casar. No le dice la razón pero ella lo intuye. Al final todo se arregla y la boda acaba celebrándose.

Hay una escena que la suegra recuerda a posteriori cuando le preguntan los agentes de la policía durante la investigación de su nuera. Situémonos: último fin de semana antes de la muerte de Antonio. 13-14 de agosto. El matrimonio come ese día en la casa de la madre de Antonio en Novelda. Todos reposan el postre sentados al rededor de la mesa del comedor. En ese momento, Maje se levanta y se va a hablar por teléfono a una habitación del fondo.

Da la casualidad que la suegra estaba en la cocina y pudo escuchar parte de la conversación. Ante la policía, recordó que Maje hablaba muy bajito y casi no entendía lo que decía. Antonio salió del comedor y se adentró en el pasillo en dirección al fondo de la casa. Al entrar en la habitación, ella levantó mucho la voz despidiéndose y diciendo algo como “si pasa algo ya me avisas”. A la suegra le dio la sensación como que cortaba rápido la llamada disimulando y hablando alto al entrar su hijo en la habitación. Antonio llevaba mala cara al salir de allí.

Tres meses después, el 13 de octubre de 2017, Antonio ya está enterrado bajo tierra. Maje llama a su amiga Rocío. Su nuevo novio, José, acaba de volver de su viaje en Alemania. Han pasado solo dos meses desde el crimen. A Maje no le podía haber ido mejor: sigue viviendo, sin reparo alguno, en la casa que estaba a nombre de su ex marido, cobra 1.100 euros de pensión de viudedad y se pega la vida padre. Va a todo trapo, entre noches de fiesta, viajes y alcohol. Pero no le llega. Dice que quiere más, pero que ha de ser precavida con su nueva relación. Le dice a Rocío que Vicente, hermano de Antonio, está sospechosamente atento a sus movimientos. Podría llevarla a juicio si la pilla con José en casa.

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En sus pesquisas, la Guardia Civil sigue a Salva y a Maje y logran confirmar sus reuniones. Una de sus pruebas, esta fotografíaEL ESPAÑOL

Entretanto, a la joven le surgen ciertos problemas legales. La familia de Antonio, ahora que está muerto, tiene que devolverle a Maje 30.000 euros del piso que ambos compartían. Como es dinero negro, no puede ponerse en escritura. Maje se indigna. No le queda otra que fiarse de la familia del hombre con el que convivía. Todo lo comenta en un ataque de indignación. Maje no da crédito: estando de luto como estoy, la suegra ni me ha llama para consolarme, dice. Rocío escucha.

-Maje: Es que lo quiero ya, y debo tenerlo ya. Y lo tienen, es que sé que lo tienen (…). Yo no puedo esperar… 15 años o 20 a que me den ese dinero.

-Rocío: Es que son unos mierdas, tía. Son unos mierdas.

-M: Ya. Y luego no han ‘preguntao’ ni cómo estoy ni nada, ¿eh? Mi madre está indignada.

-R: Pero pa qué. Si Maje, ya sabes cómo son.

-M: Bueno, por cordialidad. Mi madre ha llamado a M. (la madre de Antonio) a ver cómo estaban y le ha tenido que decir: “Bueno, pues Maje está en Valencia, tal”… Y no le ha dicho nada. Dice: “Ah, vale, pues yo de baja”. Y ya está.

-R: ¿Está de baja?

-M: Sí. Dice mi madre: “No la vuelvo a llamar”. Más estúpida.

-R: ¿De baja? (Como riendo).

-M: Sí. Se va a morir.

-R: Esa mujer… Olvídate. Esa se muere.

-M: Es que era mala persona. Conmigo era mala.

La empanada de José
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Antonio y Maje el día de su boda, hace menos de dos años

Maje utiliza a José como un salvavidas a la hora de enhebrar el plan final de matar a su marido. De sus romances, es el más consolidado. Se conocen el 21 de mayo de 2017. Maje y Rocío salen de fiesta por Valencia y conocen a dos chicos, primos hermanos. Los dos fuertes, los dos atléticos, los dos guapos. José, un chaval joven que trabaja como publicista, es uno de ellos. La relación, desde entonces, comienza a afianzarse.

Maje se va con él de viaje a Italia, a pasar el fin de semana por los pueblos de la costa valenciana. Quedan solos en su casa. En resumen, hacen vida de pareja. Eso sí, no abandona sus otros cometidos para con su amiga Rocío. Siguen saliendo juntas de fiesta. Siguen ligando con otros chicos. Uno de ellos es Tomás, con el que tan solo se lía una noche. Al final, cuando su marido Antonio aparece muerto, tan solo confía en José. Maje se va con él a quien Maje se va a vivir. Pero no le cuenta nada de lo que ha pasado.

El día que aparece el cadáver de su marido, Maje envía a su teléfono varios mensajes que le servirían durante algunas semanas como coartada hasta que los investigadores dejaron de creerse su versión. Esa mañana Antonio no contesta. Ingeniero de profesión, madrugador, puntual, Antonio se pone todos los días el despertador a las siete y veinte de la mañana. No suele desayunar porque almuerza en el trabajo. A 7.40 sale cada día de su casa en dirección a la zona de el Rebollar. Hasta allí son 35 minutos en coche. Esa era su rutina. Y el asesino lo sabía. Antonio murió de seis puñaladas en el pecho en un momento indeterminado entre las siete y media y las ocho y media de la mañana.

Maje procuró estar bien lejos de todo aquello. Lo planeó todo al menos con dos semanas de antelación. A principios del mes de agosto, la viuda negra le envía este mensaje a su pareja.

-Cari. Me he quitado la noche del 14 por la del 15. Así no hago dos seguidas. Hago 13 y 15.

Necesita una escusa para no pasar en casa la noche previa al crimen. Así que decide “cambiar” el turno en la clínica de salud. Esa noche, en teoría, trabaja. El día está ya señalado.

En realidad, Maje no fue al trabajo esa noche. Hacía varias semanas que no le tocaba ese turno. Lo que hizo fue coger el coche, llegar a casa de Jose, y quedarse allí a dormir. El plan parecía perfecto.

Antes de marcharse de casa, Maje se pasa la tarde cocinando y prepara una empanada para llevar a casa de José. En la mesa de la cocina de su casa, le deja un trozo a Antonio, su marido, para cuando vuelva de trabajar. Esa iba a ser su última cena. Eran las nueve y media de la noche cuando Maje le envía este mensaje.

-Puxi. Ya en el hospital. Goza esa empanada hecha con amor.

Al día siguiente, a las cuatro de la tarde, Maje llega a casa de vuelta del trabajo y le dicen que Antonio ha aparecido muerto en el garaje. A la viuda negra le da en ese momento un ataque de ansiedad.

El crimen del pagafantas
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Las puñaladas sufridas por Antonio a manos de Salva. EL ESPAÑOL

A la mañana siguiente de esa conversación, un hombre de 47 años, fofo, rechoncho, marido, padre de dos hijos, obsesionado con el Call Of Duty, se esconde en el garaje del edificio en el que viven Maje y Antonio en Valencia. Se llama Salvador Rodrigo y está absolutamente loco por Maje desde hace más de dos años.

Salva se queda sentado en el suelo, en la plaza de aparcamiento contigua a la de la pareja, esperando a que llegue su víctima. Antes de llegar, rompe el cristal del coche de al lado con el fin de que la policía piense que se trata de un intento de robo. Lleva una mochila y un enorme cuchillo de cocina dentro. Esta preparado para cumplir su cometido: hacer feliz a Maje, piensa. Qué hay más bonito que matar por amor.

Todo sucede muy rápido. Antonio y Salva se encuentran frente a frente del coche de Antonio. Se miran. Salva le empieza a increpar y le reprocha su actitud con Maje. Antonio le dice que no se meta en las cosas de la pareja. Salva está nervioso. Lleva el cuchillo detrás en la espalda. Sin mediar palabra, lo saca y le acuchilla seis veces en el abdomen. Cae rodeado en un charco de sangre. Salva huye de allí. En un descampado cercano se deshace de la ropa, de las llaves, de la mochila y vuelve a casa.

Seis meses después sería detenido junto a Maje. Él había cumplido todos sus designios. Se había sometido a ella por amor. Salva queda obnubilado al conocerla y se ilusiona con una futura vida junto a ella. No más mujer. No más hijos. No más ataduras. Solos él y Maje. Durante esta surrealista relación, la mujer consigue que el que había sido su compañero de trabajo se someta a ella de tal forma que hasta le da igual que salga con otros hombres. Él seguía teniendo esperanza. Pero no le sirvió de nada.

En realidad, Maje se ganó a Salva mucho tiempo atrás. Lo hizo con cartas como la que le envió el 19 de marzo de 2016, día del padre. Ella lo sabía: no iba a tener que mover un dedo para matar a su marido.

Con esta breve carta quiero decirte que te quiero, que te necesito y… que voy a cuidarte y mimarte. Que soy tuya, y que prometo serte fiel porque necesito nada más que un hombre como tú a mi lado.

Sigue luchando, sigue conquistando, nunca hay batalla perdida a tu lado. Tienes a tu lado una mujer que te valora, que te quiere y que te escucha.

Me llevas de la mano, seguimos el mismo camino juntos, con caminos más llanos y otros más empinados, pero de la mano.

Un fuerte beso para el mejor papi del mundo

Te quiero”.



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Maje sellaba las cartas con besos y corazones para seducir a Salva





 
Uno no puede evitar preguntarse de qué coño va esa gente, y que se creen que es la vida. Se mete un tío en un garaje sin forzar la cerradura, supuestamente a robar, le mete seis puñaladas a otro y se marcha sin llevarse nada. La cerradura sin forzar, mensajes de la mujer del muerto y el asesino en los teléfonos a tutti, van a hacer las maldades con los teléfonos (que hoy hasta el más tonto del barrio sabe que un teléfono es un geolocalizador con el que además se puede hablar, y mandar mensajes que nunca se borrarán). Todo el mundo sabe que en un altísimo porcentaje de casos de asesinato alguien del entorno más cercano está implicado y la policía siempre va a buscar indicios o móviles ahí, meter presión, tirar del hilo. Pues ahí van los tortolitos, a por todas, a saco y a full. Todo el mundo sabe que cualquier movimiento de un coche queda registrado por cientos de cámaras, y que las cámaras disponen de reconocedores de caretos. Pues nada, el pobre desgraciado a matar al marido y la otra echando un kiki mientras tanto.
Delirante y demencial.
Porque ya te digo yo que el celador iría con su coche y el teléfono en el bolsillo (en modo silencioso, porque hay que ir con cuidado y tal). Yo es que me hago cruces. ¿No se les ocurre forzar la puerta del garaje con una palanqueta y que el notas se lleve el coche del otro y lo haga desaparecer? Nah, paqué.
Vamos, yo no soy James Moriarty, pero hasta ahí llego. Yo me pondría alzas en los zapatos, zapatos dos tallas más grandes que los míos, y dejaría huellas con ellos, con que sé yo, trazas de fertilizante, porque todo el mundo sabe que si estás grabado en vídeo por los parámetros físicos al final te reconocen. Llevaría toda la ropa comprada de segunda mano a trescientos kilómetros del lugar del crimen y luego la quemaría. Yo me cambiaría la cara con maquillaje/latex y me pondría una peluca, y un almohadón atado a la cintura que me haga parecer un gordo, apalancaría la puerta y robaría algo. Al teléfono le quitas la batería, lo desmigas a martillazos y lo echas al infierno. Te puedes registrar en un motel de carretera y salir por la ventana sin que te vea nadie para tener coartada. Yo que sé, mil cosas.
Pero no, este lila va con las llaves de ella, o con una copia hecha en la ferretería de la calle de atrás el día antes. Seguro.

Ahora que, ya te digo yo que el desgraciado del celador aún la encubrirá y dirá que las llaves las robó él porque estaba loco por ella y blao blao. Al final esa sale de rositas y se come el marrón entero el pánfilo. Es que visto lo visto no se me ocurre otra cosa.

Todo muy bien, pero se te olvida un detalle importante, y en estas mierdas, los detalles son importantes, valga la redundancia recursiva iterativa reduntante.

8 puñaladas.

Eso incrimina a todo lo que alrededor pueda tener un motivo pasional o de odio, asi que cerca la búsqueda en un entorno reducido. Por supuesto, empezando por Maje, pero la policía que también es lista cuan roboc ya sabe que las mujeres cuando matan lo hacen de otra forma y/o suelen tirar de "ay hazlo tú que a mí me da fatiguita", y ya es cuestión de ir tirando de hilos. No creo que tardaran mucho en darse cuenta del putón que tenían delante y en dos días Benítez y Antúnez matándose a pajas con las conversaciones y fotos del móvil que habían pinchado.

Judicialmente, en un par de años resubimos esto cuando salga ya con la condicional, mientras Salva va haciendo planes de su nueva vida cuando salga dentro de 20 años y jubilado. Lo que no veremos es a Maje, en 2023, recién casada con otro pardillo cuando al que, tarde o temprano, tendrá que darle explicaciones después de que algún amigo le ponga al día sobre la vida pasada de lo que duerme a su lado.

Eso será entre lágrimas y una historia de victimización y que terminará con un "ay, el Salva tete... quién lo iba a decir... cari, si lo mismo un poco más y tampoco estaría aquí contigo, quién iba a saber de lo que era capaz de hacer aquel psicópata. Qué engañada me tuvo, con lo bueno que parecía... Menos mal que te he conocido y puedo rehacer mi vida a tu lado. Uuuuuh mira, un whatsapp de la Choles, que esta noche tenemos noche de chicas y han planeado una escapada a la casa del pueblo de Montse. Pues nada, me voy arreglando, no me esperes para desayunar."
 
Supongo que habréis hecho zapping y pillado alguna tertulia. ¿En alguna habéis escuchado a alguna personas del mismo género usar calificativos gruesos, o alguna palabra de desprecio ante la actitud y vida de la Maje? Yo no.
Pero lo mismo se me ha pasado. Ahora intentad recordar lo que se ha soltado de otros casos, cuando ha sido el marido con amante la que le ha buscado las vueltas a la mujer.

Esto hila bien con la mossa, mossa, asi voce me mata, del año pasado y no recuerdo haber tenido ni hilo propio, pero que viene como polla a culo.

De esta sí un programa explicando el tema y su consiguiente tertulia, y a la primera de cambio que alguien dejó entrever el putón verbenero que estaban analizando, le faltó tiempo a otras dos que estaban en la mesa para salir en su defensa y bitch way of life, libertad, derechos y bla bla bla. Pasó de lo que era a pobrecita, no la encasilléis en 5 minutos, y por ahí siguieron media tertulia.

Y esta es otra con cara de meter sábanas por el culo zumbada bipolar de manual.
 
Esto hila bien con la mossa, mossa, asi voce me mata, del año pasado y no recuerdo haber tenido ni hilo propio, pero que viene como polla a culo.

De esta sí un programa explicando el tema y su consiguiente tertulia, y a la primera de cambio que alguien dejó entrever el putón verbenero que estaban analizando, le faltó tiempo a otras dos que estaban en la mesa para salir en su defensa y bitch way of life, libertad, derechos y bla bla bla. Pasó de lo que era a pobrecita, no la encasilléis en 5 minutos, y por ahí siguieron media tertulia.

Y esta es otra con cara de meter sábanas por el culo zumbada bipolar de manual.

Sí, conocía el caso de Mossos. Pero un caso así, de triángulo amoroso sin ser discupable tiene cierta lógica. El somos tres, sobra uno. El de toda la vida.

El de Maje es que no hay por donde cogerla. No ya tiene al plancha bragas, es que faltan actores españoles para la peli domiguera de Antena 3. El Salva, el Tomás, el José, el Sergio, un tal Mateo, esporádicos... Es un auténtico pendón desorejado. De esas personas que mienten con una alegría y tranquilidad que hasta pasaría un polígrafo sin problemas. Psicópata de manual. Porque además, la pasta que es el móvil principal, porque si no se hubiera divorciado, la quería para viajes y salidas. Para zorrear, vamos.
 
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