pitercitonorth
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bueno, no sé si contarlo aquí o no, en este subforo de ligue hay gente sensata y con la que se puede hablar, por eso os lo digo a vosotros.
La cuestión es que me enteré por amigos comunes el mismo viernes que mi ex, lo había dejado con el tío por el cuál me dejó a mi, hace casi ya un año.
Sé que debería haber sido yo quien esperase, pero me apresuré a llamarla en un arrebato de pasión mientras por mi mente pasaban todas las escenas que vivimos juntos y en compañía...
hablamos y le propuse quedar, sin decirle nada de que sabía lo de su ex, total que ella aceptó, quedamos para el sábado y tal...
imaginaos yo el viernes, era el hombre más feliz del mundo, dormí con una sonrisa en la boca, pensando en todos aquellos días que vivimos, anhelaba revivir de nuevo esas experiencias de momentos compartidos, aquel amor que se fraguó cuando más lo necesitaba, iba por fin a ser de nuevo feliz.
Llega el sábado y me acicalo con mis mejores galas, por la mañana me pillo una camisa guapa, una lástima que no sean las rebajas aún, pero bueno, yo todo feliz y contento, por fin mi ex sola de nuevo y por fin fuera el tipo que me la arrebató...
había reservado cita en el restaurante donde nos dimos el primer beso, mesa con velas, toda puesta en escena romántica y apasionada como es ella, le compré unos guantes de regalo, envueltos en papel rosa como le gusta...
(ya acabo, sed pacientes)
Llegan las 8, estoy a punto de salir cuando recibo un SMS y me dice que Tony (el otro tipo que me la quitó) la ha llamado arrepentido y que ella como buena persona que es debe darle otra oportunidad y que pasará a buscarla ahora con su coche y se irán a reconciliarse :cry: pero que vamos, se alegra de que volvamos a ser amigos.
En ese momento salió de mi un ataque de ira furiosa, lloré, pataleé, rabié.... debí contestarle mal y tal, mandarla al carajo, pero soy tan idiota que no, que le dije que no pasaba nada y que quería que fuese feliz.
Desde entonces estoy que no como, destrozado, hundido y maldiciendo mi mala suerte.
Supongo que nada de lo que me digáis me ayudará, pero a alguien tenía que contarlo para sacar el sofocón y ha sido a vosotros; gracias por estar ahí y por escucharme.
La cuestión es que me enteré por amigos comunes el mismo viernes que mi ex, lo había dejado con el tío por el cuál me dejó a mi, hace casi ya un año.
Sé que debería haber sido yo quien esperase, pero me apresuré a llamarla en un arrebato de pasión mientras por mi mente pasaban todas las escenas que vivimos juntos y en compañía...
hablamos y le propuse quedar, sin decirle nada de que sabía lo de su ex, total que ella aceptó, quedamos para el sábado y tal...
imaginaos yo el viernes, era el hombre más feliz del mundo, dormí con una sonrisa en la boca, pensando en todos aquellos días que vivimos, anhelaba revivir de nuevo esas experiencias de momentos compartidos, aquel amor que se fraguó cuando más lo necesitaba, iba por fin a ser de nuevo feliz.
Llega el sábado y me acicalo con mis mejores galas, por la mañana me pillo una camisa guapa, una lástima que no sean las rebajas aún, pero bueno, yo todo feliz y contento, por fin mi ex sola de nuevo y por fin fuera el tipo que me la arrebató...
había reservado cita en el restaurante donde nos dimos el primer beso, mesa con velas, toda puesta en escena romántica y apasionada como es ella, le compré unos guantes de regalo, envueltos en papel rosa como le gusta...
(ya acabo, sed pacientes)
Llegan las 8, estoy a punto de salir cuando recibo un SMS y me dice que Tony (el otro tipo que me la quitó) la ha llamado arrepentido y que ella como buena persona que es debe darle otra oportunidad y que pasará a buscarla ahora con su coche y se irán a reconciliarse :cry: pero que vamos, se alegra de que volvamos a ser amigos.
En ese momento salió de mi un ataque de ira furiosa, lloré, pataleé, rabié.... debí contestarle mal y tal, mandarla al carajo, pero soy tan idiota que no, que le dije que no pasaba nada y que quería que fuese feliz.
Desde entonces estoy que no como, destrozado, hundido y maldiciendo mi mala suerte.
Supongo que nada de lo que me digáis me ayudará, pero a alguien tenía que contarlo para sacar el sofocón y ha sido a vosotros; gracias por estar ahí y por escucharme.