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Voy a hacerlo como spizo, que me ha gustado. Spizo hijo de puta.
Una pregunta puteril, ¿los putis se adornan por navidad? ¿las barras tienen lucecitas de esas y les putes se afeitan el potorro con la forma de un árbol navideño? Además de polvos, ¿se reparten polvorones? .
PD.: sí, una vez estuve en un puti, en plan "¿a que no hay huevos? Y lo que conseguí es que una negra de unos 120 kilos y una cubana de cuarentaitantos me acariciaran el paquete antes siquiera de decir "hola". No pasó de ahí. Y en aquella ocasión, recuerdo -siendo periodo navideño- que no había decoración para tal momento, salvo si consideramos las luces moradas esas fluorescentes como adorno de navidad.
Te rieh? Alguno sí que conocía bien el percal, no es eso. El pringao era yo. Y bueno, para mí fue más una visita cultural que una visita de consumo. Todavía cierro los ojos y veo esa mujer negra...enorme...si, si se adornan. los puters tambien tenemos derecho a celebrar el advenimiento de cristo rey. deus vult.
guau tio que canalla, te atreviste a entrar en un puti, con los peligros que eso conlleva. debes ser el mas canalla de los canallas de tu panda de amigos canallas. vivis al puto limite. respect
Estas navidades serán las primeras que pase desde que me abandonó mi mujer y mi hija. Me han invitado a unas cinco cenas de Navidad a las que no voy a ir. Serán unas navidades duras dándole al castlevania de la snes mini mientras bebo Puerto de indias y desvarío.
Sólo a partir del 15 y hasta el fin de la navidad, sí. El resto del año eres un mar de calma y sensatez, jodida loca del coño.Luego a partir del 15 que me veo ya atrapada me cambia el humor y me entra angustia y depresión y ataques de risa y de todo.
La navidad es para los subnormales, como el cine americano.
Yo también me apunto al modo del señor Spizo y del señor Apofis.
De 0 a 10: Regalos de reyes por un tubini. Recuerdo levantarme el día 6 y tener toda la habitación petada de regalos; me regalaban mis viejos, mis tíos, mis abuelos... Todo Cristo. Como aún no había nacido mi hermana, yo me llevaba to los regalos, así que tuve una niñez en lo que a naviban se refiere, cojonuda. También poníamos el árbol y me encantaba quedarme pinchao pirando las lucecitas parpadeantes. Esperaba con ansia la sopa de picadillo con caldo del puchero que hacía mi vieja mucho más que cualquier otra cosa. Veíamos la telerisión en bianco e nero y todo el mundo parloteaba como cotorras tocando temas como que tal se había portado el año con la peña y eso.
De 10 a 20: Esta década tengo que dividirla en dos.
- De los 10 a los 13: Últimos resquicios de inocencia. Ya sabía que no había reyes ni pichas, pero aún esperaba con ansia la mañana del día 6 de enero. Mi hermana ya había nacido, así que me tocaba joderme con la mitad de los regalos que antes me dejaban sus majestades, así que cuando tenía diez años (día de reyes) y mi hermana cuatro, me acerqué hasta su cuna y le arranqué la cabeza a un par de muñecas rollo Barbie que tenía allí para hacerle notar mi descontento. Ella se puso a berrear, vino mi viejo, me dio un collejón y me quitó el balón que me acababa de regalar.
- De los 13 a los 20: Los doce estuvieron entre la chusta de la inocencia de los once y el despertar al mundo de los trece, nada que señalar. Una vez llegaron los trece descubrí el ruok an rol y los porros, y ya aquí pues lo único que quería era que me dejaran llegar cuanto más tarde mejor para poder beber más litros y fumar más canutos. Llegaba con los ojos como dos puñalás en un tomate a las cenas de nochebuena y fin de ano, me sentaba a la mesa con la familia y me ponía a devorar ansiosamente, ni hablaba con nadie ni pollas, solo tragaba papeo a dos carrillos y me quedaba pillao mirando a la tele. Y bueno, ya a los quince o dieciséis, pues drogaína y candelas en la barriada por las noches con botella de anís Castellana y tirando petardos como mongoloides todos.
De 20 a 30: Engolfamiento total. Me sudaba el nabo ampliamente el sentimiento navideño y su puta madre. Una nochebuena por ejemplo la pasé en una candela con un vagabundo de la zona que me caía bien. Mientras mi familia se ponía ciega a gambukis y jamón yo les piqué un puñao y las metí en un taper, les mangué también un poco de jamonaco y un paquete de picos. Tenía por mi cuenta medio gramillo de cocafina que me había regalao mi verdadero padre (ya conté que mi vieja se fue con un nota decente siendo yo enano), unos cuantos porros, dos paquetes de tabaco y una botella de Castellana; así que cogí todo eso y me fui a buscar a mi amigo sin hogar. Hicimos una candela con un palé y dimos buena cuenta del banquete mientras charlábamos sobre la vida. Al rato empezaron a bajar colegas y allí casi nos amaneció.
De 30 a 43 (la actualidad): Ilusión cero por que llegue la naviban (salvo por escuchar el villancico del señor Cabezas). Me falta familia, me faltan colegas, y como ya se sabe, en estas fechas te acuerdas más de ellos y eso, al menos así suele pasar y al menos así me pasa a mi, que me vuelvo aún más sociópata si cabe, más moña y más intratable en definitivas cuentas. Tampoco estoy con ninguna cerda que me de un poco de calor y me coma el carajo, mi viejo en el talego, no sé... Me pongo todavía más gilipollas en naviban.
Este año ha pedido vis a vis conmigo el sábado 23 (víspera de nochebuena), si no la lía y se lo dan, será el plan que más me apetezca hacer de todo este periodo asqueroso, ir a Sevilla 1 a comerme unos mantecaos del talego con él y a fumarnos medio paquete de tabaco mientras charlamos.
Hablando de talego, señor Spizo, no me joda que le van a entalegar. O no sabía nada o mi neurona lo ha olvidado. ¿Puede ustec contar qué le ocurre o refrescarnos la memoria brevemente?
Señor Topbox, que chollo tiene ustec estando en la madera, yo haría lo mismo y me escaquearía absolutamente de todo.
Gana bastante más que el 70% de la población española así que no toque los cojones que le meto la porra por el culo, y con los cordones de las botas le aprieto las pelotas hasta que se le pongan de color cipote de caniche.Algo bueno debía tener! entre el sueldo mierder y que no nos quiere ni nuestras mascotas....
Gana bastante más que el 70% de la población española así que no toque los cojones que le meto la porra por el culo, y con los cordones de las botas le aprieto las pelotas hasta que se le pongan de color cipote de caniche.
Ver el archivos adjunto 4120
Par favah, niggi. Pah favah.
Las condiciones y las escoria con la que tengan que lidiar eso es otra historia, pero puede preguntarle a los seguratas de los trenes de Cercanías de Barcelona a ver qué opinan de tener que lidiar con esa misma escoria por la mitad de lo que ustedes ganan, sin olvidar que les toman por el pito del sereno y que les pueden ir a esperar a la estación para darles amor del Magreb.
El sueldo que lo equiparen a la productivida.Hombre gano bastante menos que un municipal de Ceuta o que un Mosso o Ertzaintza, a ver si nos equiparan el sueldo como las competencias.
Feliz happy navidad!!!...que gran época del año, todo felicidad y paz y amor y bla, bla,bla..besitosssDe momento estoy bien, pero cuando se sature todo de luces y se vayan acercando las fechas, me entra ansiedad y angustia. Voy a necesitar ayuda, espero contar con vosotros.
Ya, si conozco el agravio comparativo como hijo de picoleto y tal. Asimismo, cruzando el Ebro el convenio de cualquier cosa sube 300 €. Ya ve, como cruzar el Río Grande.Hombre gano bastante menos que un municipal de Ceuta o que un Mosso o Ertzaintza, a ver si nos equiparan el sueldo como las competencias.
bla, bla,bla..besitosss
Tronco, da gusto leerte.Yo también me apunto al modo del señor Spizo y del señor Apofis.
De 0 a 10: Regalos de reyes por un tubini. Recuerdo levantarme el día 6 y tener toda la habitación petada de regalos; me regalaban mis viejos, mis tíos, mis abuelos... Todo Cristo. Como aún no había nacido mi hermana, yo me llevaba to los regalos, así que tuve una niñez en lo que a naviban se refiere, cojonuda. También poníamos el árbol y me encantaba quedarme pinchao pirando las lucecitas parpadeantes. Esperaba con ansia la sopa de picadillo con caldo del puchero que hacía mi vieja mucho más que cualquier otra cosa. Veíamos la telerisión en bianco e nero y todo el mundo parloteaba como cotorras tocando temas como que tal se había portado el año con la peña y eso.
De 10 a 20: Esta década tengo que dividirla en dos.
- De los 10 a los 13: Últimos resquicios de inocencia. Ya sabía que no había reyes ni pichas, pero aún esperaba con ansia la mañana del día 6 de enero. Mi hermana ya había nacido, así que me tocaba joderme con la mitad de los regalos que antes me dejaban sus majestades, así que cuando tenía diez años (día de reyes) y mi hermana cuatro, me acerqué hasta su cuna y le arranqué la cabeza a un par de muñecas rollo Barbie que tenía allí para hacerle notar mi descontento. Ella se puso a berrear, vino mi viejo, me dio un collejón y me quitó el balón que me acababa de regalar.
- De los 13 a los 20: Los doce estuvieron entre la chusta de la inocencia de los once y el despertar al mundo de los trece, nada que señalar. Una vez llegaron los trece descubrí el ruok an rol y los porros, y ya aquí pues lo único que quería era que me dejaran llegar cuanto más tarde mejor para poder beber más litros y fumar más canutos. Llegaba con los ojos como dos puñalás en un tomate a las cenas de nochebuena y fin de ano, me sentaba a la mesa con la familia y me ponía a devorar ansiosamente, ni hablaba con nadie ni pollas, solo tragaba papeo a dos carrillos y me quedaba pillao mirando a la tele. Y bueno, ya a los quince o dieciséis, pues drogaína y candelas en la barriada por las noches con botella de anís Castellana y tirando petardos como mongoloides todos.
De 20 a 30: Engolfamiento total. Me sudaba el nabo ampliamente el sentimiento navideño y su puta madre. Una nochebuena por ejemplo la pasé en una candela con un vagabundo de la zona que me caía bien. Mientras mi familia se ponía ciega a gambukis y jamón yo les piqué un puñao y las metí en un taper, les mangué también un poco de jamonaco y un paquete de picos. Tenía por mi cuenta medio gramillo de cocafina que me había regalao mi verdadero padre (ya conté que mi vieja se fue con un nota decente siendo yo enano), unos cuantos porros, dos paquetes de tabaco y una botella de Castellana; así que cogí todo eso y me fui a buscar a mi amigo sin hogar. Hicimos una candela con un palé y dimos buena cuenta del banquete mientras charlábamos sobre la vida. Al rato empezaron a bajar colegas y allí casi nos amaneció.
De 30 a 43 (la actualidad): Ilusión cero por que llegue la naviban (salvo por escuchar el villancico del señor Cabezas). Me falta familia, me faltan colegas, y como ya se sabe, en estas fechas te acuerdas más de ellos y eso, al menos así suele pasar y al menos así me pasa a mi, que me vuelvo aún más sociópata si cabe, más moña y más intratable en definitivas cuentas. Tampoco estoy con ninguna cerda que me de un poco de calor y me coma el carajo, mi viejo en el talego, no sé... Me pongo todavía más gilipollas en naviban.
Este año ha pedido vis a vis conmigo el sábado 23 (víspera de nochebuena), si no la lía y se lo dan, será el plan que más me apetezca hacer de todo este periodo asqueroso, ir a Sevilla 1 a comerme unos mantecaos del talego con él y a fumarnos medio paquete de tabaco mientras charlamos.
Hablando de talego, señor Spizo, no me joda que le van a entalegar. O no sabía nada o mi neurona lo ha olvidado. ¿Puede ustec contar qué le ocurre o refrescarnos la memoria brevemente?
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