Amroth...te has equivocado con los ceros...creo que se dice 100000000000000 chinas.
Yo tuve una novia japonesa durante una de mis estancias en Los Angeles...estaba loco por ella, pero no podia ser. La historia para mi es preciosa:
Se llamaba Rie, y el nombre le pegaba porque se ponía muy guapa cuando sonreía. Tenía yo por aquel entonces un manager que, a través de una comedura de coco por un chaval bastante mezquino, acabó odiándome. Yo no pude hacer nada por evitarlo, así que símplemente le ignoraba, pero su odio me molestaba.
Rie era consultora de una de mis empresas-cliente. Yo era analista, y tras intercambiar muchisimos emails comerciales, pues nos toco vernos en un encuentro entre todos los clientes del proyecto y mi empresa.
Ese día, despues del curro, invité a Rie a dar una vuelta. Alquilé un chevy rojo y nos fuimos por ahí. Compramos milk-shakes (no se como se dice en español, pero es una especie de bebida a medio camino entre el yogur y el helado) y nos lo tomamos junto a Sunset Beach, mirando al mar. No le toque un pelo.
Ahora bien, a la vuelta al lobby del hotel estaban todos los jefes y los clientes. Por supuesto el idiota de mi manager. Nos unimos a ellos y tomamos unas copas, y luego Rie dijo sentirse cansada y se retiró, dejándome a mi y a los demas mirándola mientras se alejaba.
A medio camino hacia los ascensores de repente se para, se da media vuelta y dice, muy suavemente: MisterM...
Yo me quedo petrificado, y luego tranquilamente la sigo. A medio camino miro hacia atrás y veo las caras de todos mis jefes, clientes y demas, como diciendo "tio, eres el puto amo". Y lo era.
Bueno, todas las caras, no, porque el tonto de mi manager me miraba como queriendo matarme. A mi me daba igual de todo.
Nos fuimos a su habitación, nos duchamos juntos, nos tocamos pero no nos besamos. Luego el primer beso fué ya en la cama, y a partir de ahí una de las historias de amor mejores de mi vida.
Cuando la tocaba su piel era como de seda. Era preciosa, y si, tenía los pechos pequeños, pero eso es lo que le pegaba a ella. Se corría calladamente, y me daba cuenta por el cambio de respiración, entrecortada, rápida, y finálmente muy calmada.
Yo nunca le dije que la quería. La amaba en silencio, aunque muchas veces quería gritarlo. La amaba muchísimo, pero no quería que mi amor fuera una carga para ella. La quería tanto que prefería darle solo momentos de felicidad, dejando las preguntas sobre el futuro en una zona no accesible para ella.
Estar con ella era emocionante. Hablaba de cosas normales pero que en su boca se volvían nuevas y excitantes. Era divertida y tierna, y cuidadosa, y dulce. Sabía cocinar muchas cosas de distintos paises. Era en todos los sentidos una mujer perfecta.
Pasamos unos meses tontones y felices. Durante las horas de trabajo éramos profesionales, pero todos sabían que follabamos. Su compañero, Akira, me dijo: "si, le gustan los extranjeros". Eso me dolió un poco, pensando si quizás era yo solo un agujero más en su cinturón (expresión inglesa).
Cuando el proyecto terminó, yo no dije nada. Sabía que ella debía estar en su trabajo, en su país, y yo no podría seguirla. Ella no se merecía que yo dejara mi trabajo para empezar desde cero en Japón. Nos despedimos con una sonrisa, y me dejó un bolígrafo que siempre usaba para tomar notas.
Hoy sé que podría seguirla. Hoy hablo más idiomas, tengo mas dinero, estoy mas preparado, pero no quiero buscarla porque sé que estará casada, que tendrá hijos y que éstos no serán mios. Lo se, porque desde que estuvimos juntos de alguna manera mi vida esta enlazada a la suya, o quizás solamente es mi alma la que se arrastra alrededor de sus recuerdos. Prefiero engañarme y tenerla para siempre detenida en el tiempo, a sus 26 años, sentada junto a mi en las playas de Sunset Beach.
...
Joder, he escrito todo esto de una tacada. Nunca he escrito esta historia antes, ni se la he contado a nadie. Que curioso que sea la japonesa de Amroth la que haya tirado de la japonesa mia.
Os dejo, que me habeis puestro triste, hijos de puta.
MisterM.