Nuestra infancia. Miserias humanas aquí

Épocas boyantes y acaudaladas he tenido y miserias también, aunque estas últimas no de pequeño precisamente. Hace años me gustaba presumir pero ahora procuro evitar hablar de ello porque odio tirarme el moco. Y es que cuando en alguna conversación la gente habla de que pasaba mucho calor en los viajes de verano o en su pisito del barrio o que no se podían comprar esto o aquello yo, el niño Tubos (porque la pasta era del viejo), allá por los setenta, cuando la mayoría ni sabían qué forma tenía una gamba, me desplazaba en un 450 SEL con aire acondicionado, vivía en un chalet de 900 m2 construídos en el Parque Conde de Orgaz con jardines y piscinas, comía solomillos, angulas (las devoraba) y marisco, tenía televisión en color y vídeo, un kart, una Cota-25, equipos de música, Madelmans por doquier, etc. Pocas cosas le han faltado al niño Tubos. Pero si lo cuento hay gente que me mira raro, no lo esperan y muchos se incomodan o me salen que ellos en su piso de carabanchel tenían esto o lo otro y un R-12 y tal e intentan ponerse a la altura. Odio al ser humano.
 
Épocas boyantes y acaudaladas he tenido y miserias también, aunque estas últimas no de pequeño precisamente. Hace años me gustaba presumir pero ahora procuro evitar hablar de ello porque odio tirarme el moco. Y es que cuando en alguna conversación la gente habla de que pasaba mucho calor en los viajes de verano o en su pisito del barrio o que no se podían comprar esto o aquello yo, el niño Tubos (porque la pasta era del viejo), allá por los setenta, cuando la mayoría ni sabían qué forma tenía una gamba, me desplazaba en un 450 SEL con aire acondicionado, vivía en un chalet de 900 m2 construídos en el Parque Conde de Orgaz con jardines y piscinas, comía solomillos, angulas (las devoraba) y marisco, tenía televisión en color y vídeo, un kart, una Cota-25, equipos de música, Madelmans por doquier, etc. Pocas cosas le han faltado al niño Tubos. Pero si lo cuento hay gente que me mira raro, no lo esperan y muchos se incomodan o me salen que ellos en su piso de carabanchel tenían esto o lo otro y un R-12 y tal e intentan ponerse a la altura. Odio al ser humano.
¿Se apellida Escobar?:lol:
 
En esa época amigo tubos, por no llamarle por su verdadero y principal alter ego, solo había una forma de prosperar y amasar fortuna. Haber nacido en una familia afín al régimen franquista.
 
¿Se apellida Escobar?:lol:

:lol:




En esa época amigo tubos, por no llamarle por su verdadero y principal alter ego, solo había una forma de prosperar y amasar fortuna. Haber nacido en una familia afín al régimen franquista.

No se crea, no es esa la causa. En aquella época también había gente que sólo pensaba en currar, ganar dinero y pasar desapercibido y eso es lo que hacía el viejo.
Aunque muy comunista no era :lol:
 
Yo era más pobre que Pancho el de Verano Azul. Es más, aquello de tener veraneo en la costa, coche, ropa,...lo veía tan lejano, onírico...peor aún, cuando veía al Tito y al Piraña devorar helados...y con bicicletas. Luego ya de mayor comprendí porqué estos dos últimos se atiborraban a helados de cucurucho, que eran caros entonces, tras haber visitado a solas a Chanquete, y en cierta manera me alegro de haber sido un pobrete más. Es que, hermanos foreros, el Tito y el Piraña salían manejando pasta gansa después de pasar la tarde en el barco de Chanquete.
 
Épocas boyantes y acaudaladas he tenido y miserias también, aunque estas últimas no de pequeño precisamente. Hace años me gustaba presumir pero ahora procuro evitar hablar de ello porque odio tirarme el moco. Y es que cuando en alguna conversación la gente habla de que pasaba mucho calor en los viajes de verano o en su pisito del barrio o que no se podían comprar esto o aquello yo, el niño Tubos (porque la pasta era del viejo), allá por los setenta, cuando la mayoría ni sabían qué forma tenía una gamba, me desplazaba en un 450 SEL con aire acondicionado, vivía en un chalet de 900 m2 construídos en el Parque Conde de Orgaz con jardines y piscinas, comía solomillos, angulas (las devoraba) y marisco, tenía televisión en color y vídeo, un kart, una Cota-25, equipos de música, Madelmans por doquier, etc. Pocas cosas le han faltado al niño Tubos. Pero si lo cuento hay gente que me mira raro, no lo esperan y muchos se incomodan o me salen que ellos en su piso de carabanchel tenían esto o lo otro y un R-12 y tal e intentan ponerse a la altura. Odio al ser humano.
hombre, esque los que nos criamos en suburbios de mierda si oimos eso, normalmente nos frustramos al no haber tenido ni un 10% de esa calidad de ocio.

la mayoria, cuando gozamos de, por ejemplo, coches de alta cilindrada, o es un kadett gsi o es un bmw, o un mercedes con el puente hecho.
 
Pues yo, infancia en barrio obrero de Retuerto, un barrio de Baracaldo. Como había campas sin edificar (producto del paron económico de la crisis del 73), los gitaners iban y venían en sus caravanas pero al estar poco tiempo no generaban problemas.

Mis hamijos: normales, alguno con padre alcohólico o que le curtía el lomo a la madre, pero sorprendentemente mi generación se libró de la dronga.

No así la de los 5-10 años mayores que yo. En el adyacente barrio de Zuazo prácticamente una generación entera de peña desapareció en los 80 por el jaco y el Sidra. Durante los 20 años siguientes sus madres deambulaban por las calles con la mirada vidriosa y rara era la familia que no había perdido a un familiar por esta causa.

Por lo demás fui a un colegio de curas, donde por cierto también fue Sobera el presentador, y allí estuve a cubierto de males mayores. Allí aprendí que una hostia a tiempo era mejor que lamentarlo en el futuro.

En ese colegio llegue a ver a auténticos inadaptados sociales y escorias hijos de popó salir vistiéndose por los pies, a base de yoyas y autoridad bien entendida. Curas de la vieja escuela criados en los años de hierro.

Una época donde aún decías en casa que te había dado el profe una torta en clase y tus padres te daban dos mas de propina sin montar el numero ni escribir cartas al director. No obstante esos fueron los últimos años de gloria de la educación clásica definitiva.

Poco después vino el horror: el comienzo de la era del buenismo, la sobreprotección y la desautorización de la autoridad competente.

Entonces te soltaban en la calle un sábado a las 10 y con que aparecieras en casa a las 13 todo valía. Ir a la campa a cazar renacuajos con una cerbatana hecha con una pinza y volver de barro hasta los codos. Jugar al futbito hasta echar la pota. Dar vueltas por el barrio con la bici sudando de los coches. Agarrarse al camión de reparto de gaseosas Gorbea con el sancheski para pillar bolida. Para habernos abierto la cabeza mil veces.

En casa lujos los justos y trabajar y ahorrar. Tanto que si hoy tuviera que heredar seguramente me acojonaria de la pasta que amasaron mis viejos. Pero echo en falta muchas horas que no pase con mis padres.

Vestir de mercería de barrio que ves las fotos y pareces del cuéntame, dibujos animados solo los sábados y domingos después de comer y entre semana Barrio Sésamo y Bola de Cristal, siempre que hubieras hecho los deberes.

Aunque viendo como esta el percal hoy en día comparativamente creo que no se estaba tan mal. Al menos no estábamos malcriados.
 
Era el Billy Elliot de la margen izquierda. :lol:
Me siento identificado con el relato de la ciudad fabril extinta ya. Yo me crié allí del 81 al 86, y rara era la semana que no le robaban el coche a mi abuela para picarse la vena rollo El pico.
Se veía muchísima gente muy estropeada por todas las partes. Chutas everywhere. A punto estuve de coger la sidra con 4 años jugando con una jeringuilla en la playa de las Arenas.
Luego tuve pesadillas con jeringuillas durante lustros, sobre todo en época de exámenes.
Fin de la bilbobenitada.
 
Lo de las jeringuillas era la hostia, si. En mi barrio cada vez que podíamos nos íbamos a la zona de las jeringas a tirarlas piedros. En una de estas veces, un amiguito tiró un piedro a una y la jeringa salió por los aires y acabó dándole en su puta cara de mono. Le hicimos la prueba del sida, que era ver el color de la zona baja del ojo y el veredicto fue unánime: nuestro amigo era un nuevo sidoso.
Al llegar a casa y contárselo a nuestras dictatoriales madres secundaron el veredicto con el añadido de que nos instaron a no volver a tocar ni hablar a ese chico bajo pena de catapulta.
 
Última edición:
Lo de vestir de mercería me ha recordado que mis hermanos y yo vestíamos así y en todo caso del corteinglés de los domingos. El problema principal para comprar ropa era que mi madre no tenía tiempo de ir a comprarla, trabajaba todo el día y los domingos solo había un mercadillo al que poder ir a un pueblo de al lado. Y se iba una vez al año, de ahí el tener que llevar rodilleras de vez en cuando (hola ILG) El mercadillo al que podíamos ir a comprar ropa es enorme, pero nosotros íbamos a la tienda de una señora que también era clienta nuestra, así que no podíamos "ir a la moda mercadillera" sino que íbamos a la moda del corteinglés que era como llamábamos a esa tienda. La ropa no era bonita, pero era buena y duradera, que tenía que durar varias herencias.

Afortunadamente los días que eran festivo aquí y no en Plasencia podíamos ir, por la tarde que por la mañana se trabajaba, de compras a la capital. Cuándo me fui interno al colegio tuvimos que hacer una compra considerable, años antes se había ido mi hermano y se hizo igual. Lo que más recuerdo de aquella compra inicial fue un jersey rosa que me quedaba de puta madre para lo gorderas que era por entonces, era Privata como para no quedarme bien, y las Le Coq de 8000 pelas. Las Le Coq Sportif eran las primeras deportivas de marca que tenía en mi vida, en parte porque no las había en el pueblo, en parte por los pies planos que me obligaba a ir SIEMPRE con zapatos cerrados y plantillas ortopédicas. Lógicamente no compramos las deportivas en una tienda de deporte, por aquel entonces solo existía la de Deportes Melo (que jugó en el Atleti) y era carísimo. Así que aprovechamos que en una zapatería ya habíamos comprado zapatos y las vi y me gustaron, a mis padres el precio no les gustó. Pero cuándo vieron que aquellas zapatillas me habían durado un curso entero fliparon, desde que empecé a usar deportivas (dos años antes me compré unas El Buitre) me duraban dos meses como mucho. El día que me deshice de ellas algo mío se fue, y no solo el olor :lol:
 
Mis primeras deportivas de marca unas Puma Azores. Tenia 11 años.

Antes de eso recuerdo unas Fer-Gar blancas que llevaba todo el mundo
 
Última edición:
Todas estas experiencias infantiles, se las cuentas a los crios de ahora sin decirles donde fueron, y se piensan que creciste en una carcel de haiti.

Ahora echas la vista atras y cosas relativamente habituales, como que abandonaran un coche robado al lado de tu casa y que a la semana estuviese lleno de yonkis picandose hasta que la gente reventaba el coche a pedradas o le daba lumbre y se lo llevaba la grua de la policia, parecen tan impensables, ajenas e imposibles que da vertigo.

En mi barrio ponen todos los martes un mercadillo los gitanos, con lo tipico, que si fruta, que si ropa pal yerai, calcetines nikke 5 pares a un euro... y lo siguen poniendo donde siempre, en la avenida de guadalajara, que es la calle donde estaba antes el megapoblado chabolista, donde venia a pillar medio madrid.

Los dias que era fiesta y no tenia colegio, me tocaba acompañar a mi abuela hasta alli, como terapia de choque para que no me tirara al jaco.

La estampa era costumbristamente dantesca, señoras con el cardado de pelo de vieja de ir a misa, pendientes de perlas falsas, la rebeca de botones y falda de señora y orbitando en las proximidades, tios consumidos, que parecian envasados al vacio en su propia piel, sucios, en chandal comprado en el propio mercadillo, con los piños en rompan filas, el pelo por los hombros y con grasa para lubricar un bulldozer, con el cigar, la yonkilata y las jhayber reventadas y un barullo de coches entrando y saliendo del poblado, todos reventaos a ostias, llenos del polvo este tipico que no importa lo nuevo que sea el coche, parece que tiene 15 años con esa mierda encima.

Ahora estas "configuraciones sociales" salen siempre en callejeros con los gitanos ahi haciendo el gamba y la peña flipa con lo marginal de esta tropa, mientras yo pienso para mis adentros "claro, se estan portando bien porque esta la tele".
 
...porque se instauro la mentalidad posguerrica de mi abuela...
This

Me crié con un modelo de estos, fabricado concretamente en 1932 pero siempre sospeché que tenía problemas de software. Me falta un hervor (:lol:) para cumplir 32 años así que colecciono anecdotones para todos los paladares.

Cuando tenía 9 nos regalaron a mi hermana y a mí un conejito (doble jij) al que teníamos que alimentar y blao. En cuanto estuvo bien hermoso le partió el cuello y lo puso con arroz. Ni que decir tiene que eso en el año 93 ya no se llevaba en la ciudad. Traumita y eso.
 
This

Me crié con un modelo de estos, fabricado concretamente en 1932 pero siempre sospeché que tenía problemas de software. Me falta un hervor (:lol:) para cumplir 32 años así que colecciono anecdotones para todos los paladares.

Cuando tenía 9 nos regalaron a mi hermana y a mí un conejito (doble jij) al que teníamos que alimentar y blao. En cuanto estuvo bien hermoso le partió el cuello y lo puso con arroz. Ni que decir tiene que eso en el año 93 ya no se llevaba en la ciudad. Traumita y eso.

Acuérdate de pasar a por tu regalo de cumple, que seguro que no tienes ningún ban ni nada en 13 años.
 
Yo de pequeño comía muchas plastas de esas de leche con galletas. Y lo sigo haciendo. Ahora le meto pan y todo. Pero eso no es miseria.

De pequeño quería volar. Tendría unos cinco años cuando vinieron a casa unos currantes a hacer no sé qué pollas y uno de ellos me dijo que sabía volar. Estuve los cuatro o cinco días dándole la brasa para que me enseñara y no hubo manera; claro, él tampoco sabía. Aquello sí que fue miseria. Yo quería, yo necesitaba volar y aquel hombre se había ido sin enseñarme.
 
This

Me crié con un modelo de estos, fabricado concretamente en 1932 pero siempre sospeché que tenía problemas de software. Me falta un hervor (:lol:) para cumplir 32 años así que colecciono anecdotones para todos los paladares.

Cuando tenía 9 nos regalaron a mi hermana y a mí un conejito (doble jij) al que teníamos que alimentar y blao. En cuanto estuvo bien hermoso le partió el cuello y lo puso con arroz. Ni que decir tiene que eso en el año 93 ya no se llevaba en la ciudad. Traumita y eso.

Yo creo que no ha habido niño que no haya tenido un conejo en una jaula al que la abuela no le haya tronzado el cuello (al conejo, no al niño) y lo haya echado en la olla. Muchas mascotas, compradas como mascotas y tratadas como mascotas han sucumbido ante abuelas que pasaban por ahí, miraban al animalico y ni por un momento se figuraron que ese animal NO era para comer, que nunca llegaron a entender que estaba ahí para diversión, no para un guiso, y zas, al puchero.

Me recuerda esto a cuando en una de las clases de manualidades del colegio nos hicieron comprar sebo de cerdo en el mercado para hacer jabón con él, y llegó mi colega César, con quien había ido a comprarlo una tarde, al día siguiente sin él. ¿Y tu sebo?, le dijo la profesora. "Mi abuela lo fundido en una olla, le dije que era para el colegio y me dijo que en su casa después de la guerra freían con eso, que ella qué sabía, que ella se creía que estaba ahí para eso".

Esa es la mentalidad de posguerra. Aún cuando esa época ya había pasado y ya se vivía de un modo radicalmente distinto, los criados bajo la tutela de esa gente con esa mentalidad seguían funcionando como tal cosa, comiéndose a la mascota de los niños porque no te cabe en la cabeza tener un conejo si no es para comértelo, usando sebo para cocinar, no dejarte usar lo nuevo por si se gasta y estirando la vida útil de lo viejo hasta la saciedad, poniendo parches sobre parches, etc.
 
Cierto.

Ahora con los años recuerdo ese tipo de cosas y me río pero en su día chocaba bastante con el trato que yo imaginaba que recibían en sus casas los demás niños. Iba a ponerlo en el hilo de los agarraos pero tampoco encaja del todo: Recuerdo que la televisión que hubo en mi casa hasta 2001 fue una de estas que ya tenía su trote.

telefunken%20palcolor%20846%20totaal01.jpg

Unos albañiles le rompieron el cable de antena sin querer e iban a dejar a mi abuela sin sus películas del oeste y "Lo que necesitas es amor" hasta nuevo aviso. Se subió en una silla sobre los escombros y lo puso sola. Cuando a la tele se le partió el botón de encendido di saltos de alegría pensando que por fin caía una nueva.

Esto es lo que le hizo a la tele:

412_79222_2359091_146102.jpg
 
Cierto.

Ahora con los años recuerdo ese tipo de cosas y me río pero en su día chocaba bastante con el trato que yo imaginaba que recibían en sus casas los demás niños. Iba a ponerlo en el hilo de los agarraos pero tampoco encaja del todo: Recuerdo que la televisión que hubo en mi casa hasta 2001 fue una de estas que ya tenía su trote.

telefunken%20palcolor%20846%20totaal01.jpg

Unos albañiles le rompieron el cable de antena sin querer e iban a dejar a mi abuela sin sus películas del oeste y "Lo que necesitas es amor" hasta nuevo aviso. Se subió en una silla sobre los escombros y lo puso sola. Cuando a la tele se le partió el botón de encendido di saltos de alegría pensando que por fin caía una nueva.

Esto es lo que le hizo a la tele:

412_79222_2359091_146102.jpg

Tu abuela no es agarrada es una manitas ,yo mucho tiempo estuve de mantenimiento y a veces me encontraba averías que cualquier persona echándole cabeza y sentido común la hubiera solucionada porque pagar 40 € por unas tangas atravesadas en el filtro de la lavadora es de ser dejado y vago.Bravo por tu abuela.
 
Sí, si ya querría yo tener esa agilidad mental. A veces me dejaba con el culo torcido pero incluso entonces le reconocía su mérito.

Por no masunear impúnemente ahí va otra miseria: A los 4 años tenía un ojo tal que así

turpin001.jpg
Tuve que llevar un parche de mierda durante largas temporadas hasta los 12 que además irritaba un huevo. A día de hoy miro de frente pero me cago en todos los que llevan gafas porque les sientan bien. Son lo primero y lo último que toco todos los días.
 
Nunca he entendido que impulsa a un esclavo a procrear más esclavos excepto la total despreocupación y falta de empatía por el nuevo mierda que va a nacer.

Así nos va.

Sinceramente. Todos los que tenéis hijos mereceis la muerte por garrote vil. Y en el fondo creo que lo sabeis por muy estúpidos que seáis.
 
Nunca he entendido que impulsa a un esclavo a procrear más esclavos excepto la total despreocupación y falta de empatía por el nuevo mierda que va a nacer.

Así nos va.

Sinceramente. Todos los que tenéis hijos mereceis la muerte por garrote vil. Y en el fondo creo que lo sabeis por muy estúpidos que seáis.

Para ver este contenido, necesitaremos su consentimiento para configurar cookies de terceros.
Para obtener información más detallada, consulte nuestra página de cookies.

- Darkiano en la parada aconsejando a los viajeros sobre el peligro de la reproducción
 
Yo creo que no ha habido niño que no haya tenido un conejo en una jaula al que la abuela no le haya tronzado el cuello (al conejo, no al niño) y lo haya echado en la olla. Muchas mascotas, compradas como mascotas y tratadas como mascotas han sucumbido ante abuelas que pasaban por ahí, miraban al animalico y ni por un momento se figuraron que ese animal NO era para comer, que nunca llegaron a entender que estaba ahí para diversión, no para un guiso, y zas, al puchero.

Me recuerda esto a cuando en una de las clases de manualidades del colegio nos hicieron comprar sebo de cerdo en el mercado para hacer jabón con él, y llegó mi colega César, con quien había ido a comprarlo una tarde, al día siguiente sin él. ¿Y tu sebo?, le dijo la profesora. "Mi abuela lo fundido en una olla, le dije que era para el colegio y me dijo que en su casa después de la guerra freían con eso, que ella qué sabía, que ella se creía que estaba ahí para eso".

Esa es la mentalidad de posguerra. Aún cuando esa época ya había pasado y ya se vivía de un modo radicalmente distinto, los criados bajo la tutela de esa gente con esa mentalidad seguían funcionando como tal cosa, comiéndose a la mascota de los niños porque no te cabe en la cabeza tener un conejo si no es para comértelo, usando sebo para cocinar, no dejarte usar lo nuevo por si se gasta y estirando la vida útil de lo viejo hasta la saciedad, poniendo parches sobre parches, etc.

que afan en cargarse algo que en el mercao te cuesta cuatro euros ya despellejao y todo.

yo cuando tenia al vader, que era un conejo cabron, porque se dedicaba a roer la jaula y darle ostias al plastico de la misma a las tantas de la madrugada porque se le acababa el papeo que le gustaba y le quedaban unas mierdas verdes de espinaca comprimida que no se queria comer, a mi abuela se lo tenia que esconder, porque ya la encalome un dia sopesandolo,
"Que haces con el bicho yaya?"
"nada, aun no esta, cuando coja el kilo ya..."
"que no es para comer"
"como no va a ser, si es un conejo, un perro no es para comer, pero un conejo..."

y a partir de ahi, me lo bajaba al sotano cada vez que venian, porque si lo llego a dejar en casa, vamos que me acabo comiendo al puto conejo.

al poco le dio un patatazo, me di cuenta a los dos dias, que me extraño que me dejara sobar tranquilo tan de seguido, y que jumaba a fiambre ya, y estaba el cabron trincado con los dientes a la jaula, listo para joderme otra noche, pero le amarro la parca a tiempo.
 
Atrás
Arriba Pie