Ayer sali de fiesta con dos de mis mejores haminjos y una ex, que son unos gaylos de mucho cuidado.
Bebimos primero en casa y luego fuimos en coche hasta el pueblo vecino por la carretera mas ruinosa que habeir visto en vuestra vida.
El coche era una especie de sarcofago motorizado, un cruce entre un huevo kinder y el coche de mister bean con ruedas de galleta y una estabilidad nula. A ratos nevaba y la carretera estaba mojada y al capullo del taxista no se le ocurre otra cosa que poner ese trasto a 130. "Yo controlo, me se el camino con los ojos cerrados". Lo creería, pero es que no hay una puto joven en ese pueblo que no haya siniestrado su coche volviendo borracho o que le hayan quitado ya el carnet de conducir. Como la gentuza de callejeros, mas o menos. La condicion era que al volver conducia yo.
Salir con gays es lo mas, gracias a ellos conoci un monton de... bah, no voy a mentir, solo me entro una gorda que ademas es prima segunda mia, la muy subnormal y ademas aguantar que me diga que la doy miedo cuando me vio trasegar unos cuantos jack daniels en muy breve espacio de tiempo.
Habia una especie de discoteca con una orquesta de esas verbeneras formadas por la escalofriante cifra de dos personas, la cantante y el hombre con el piano. A ratos parecia un sketch del gañan, patillas que se juntaban con los pelos sobaqueros, botines de cowboy para ellos, botas de puton hasta las rodillas para ellas y gente con camisas rosas everywhere. Una especie de fiesta con musica de marianico el corto rodeado por muchos marianicos los cortos. Pero al final, termine bailando aquellas jotas infernales y quien dice bailar dice enlazar movimientos copiados de un ataque epileptico.
momento cumbre, sortean un cochinillo y se ponen a bailar con el
A la vuelta, el taxista ni se tenia en pie y repetia "eehhh, yo jontrolo". Yo no estaba mucho mejor pero bueno. No quise montar en el huevokindermovil y camine los 8 kilometros, con una tajada descomunal y nevando. Aproveche el camino para tocar los cojones y despertar a todo el que pude con el apalabrados hasta que se me murio la bateria.
Llegue a casa, hice la maleta y a aguantar un viaje de 600 kilometros. Al llegar me he encontrado un panorama loleante, un hamijo que lo dejo ayer con la novia no se acuerda muy bien como, pero le zumbaron y ahi estaba con un ojo morado. Al menos que le pegaran sirvio para que se reconciliase con la chavala. De otro me han dicho que aun seguia dormido a las 6 de la tarde en el coche vete a saber donde. Yo he seguido a lo mio, mas jackos y algo de futbol, que bueno es Toquero.