Saludos, amigos del rapiñeo.
Hace bastante tiempo que me registré en esta web con la intención de estar al dia e informado del mundo puteril de mi zona. Entrar en mi subforo de putis era lo único que me interesaba, dado que, como hombre adulto y con pareja estable, no veía otra opción en mi insulsa vida si quería echar una canita al aire que el recurrir al sexo de pago.
Así estuve durante bastante tiempo, hasta que hastiado de gastar dinero en miseros polvos con meretrices, decidí dar un cambio de rumbo y aprovechar las oportunidades que nos brinda la internet de hoy, con multiples webs de mujeres ávidas de un buen revolcon con un machito iberico y tratando de empezar a caminar por esta nueva senda.
Será la crisis de los 40, el haber agotado la pasión de una relación donde lo único que nos queda es el compañerismo y el cariño mutuo, donde ya no cabe el morbo, ni la aventura, ni siquiera el romanticismo; tan sólo monótona rutina. Y la añoranza de unos tiempos que ya pasaron, de las noches "con dos mil esquinas, con mujeres que dicen -¿me das fuego, chaval?-" , o del perfume del patchulí, mezclado con maría y bourbon.
Muchas veces me deprime el pensar lo gilipollas que uno fué cuando decidió atarse tan pronto a una mujer, precisamente en el cenit de mi etapa de mojabragas, como lo llamamos por aquí, cuando sin internet ni pollas en vinagre, ligaba uno con bastante asiduidad. Precisamente uno de esos veranos, mi amigo y yo y cinco tias más, cuando les tocabamos el culo en la playa y ellas nos devolvian una sonrisa, y nuestra intención no era follar, era echar unas risas y pasarlo bien; no tenía uno visión del horizonte que nos rodeaba ni con unos prismáticos de un millón de aumentos. Ese mismo verano empecé una relación de esas que uno busca para pasar el duro invierno lo mejor posible, sin imaginar que supondría el fin de mi vida de rapiñeo.
Y ahora me teneis aquí, lleno de inquietudes, con una vasta experiencia en la vida, oyendo la voz de mi interior masculino que me pide a gritos que si quiero echar una canita al aire tiene que ser ahora o nunca, antes que aparezcan las primeras canas y las primeras arrugas en el rostro, antes de que me asome la barriguilla y cualquier otro indicativo de que ya somos agua pasada en el entorno de un mundo de lleno de "adorables guarrillas" que se nos escapan de las manos tan rápido como pasan los años.
Es por eso que abro este hilo, para diferenciarnos de alguna manera de aquellos que aún tienen la suerte de poder rapiñear a tutiplen sin más atadura que su propia condición, aunque diferenciarse no quiere decir segregarse, sino más bien hacer una distinción para poder hablarnos más de tú a tú, e intercambiar impresiones con los que tenemos más en común. Pero que nadie se sienta excluido de este hilo, ni viejos ni jovenes, como tampoco quiero que me excluyan de otro hilo o subforo.
Bienvenido a todos los que tengan algo positivo que aportar.
Y empiezo con estas preguntas:
¿Se puede rapiñear estando casado y con 40 tacos?
o ¿debemos limitarnos a movernos por el mundo putas?
Que Uds. lo pasen bien.
Hace bastante tiempo que me registré en esta web con la intención de estar al dia e informado del mundo puteril de mi zona. Entrar en mi subforo de putis era lo único que me interesaba, dado que, como hombre adulto y con pareja estable, no veía otra opción en mi insulsa vida si quería echar una canita al aire que el recurrir al sexo de pago.
Así estuve durante bastante tiempo, hasta que hastiado de gastar dinero en miseros polvos con meretrices, decidí dar un cambio de rumbo y aprovechar las oportunidades que nos brinda la internet de hoy, con multiples webs de mujeres ávidas de un buen revolcon con un machito iberico y tratando de empezar a caminar por esta nueva senda.
Será la crisis de los 40, el haber agotado la pasión de una relación donde lo único que nos queda es el compañerismo y el cariño mutuo, donde ya no cabe el morbo, ni la aventura, ni siquiera el romanticismo; tan sólo monótona rutina. Y la añoranza de unos tiempos que ya pasaron, de las noches "con dos mil esquinas, con mujeres que dicen -¿me das fuego, chaval?-" , o del perfume del patchulí, mezclado con maría y bourbon.
Muchas veces me deprime el pensar lo gilipollas que uno fué cuando decidió atarse tan pronto a una mujer, precisamente en el cenit de mi etapa de mojabragas, como lo llamamos por aquí, cuando sin internet ni pollas en vinagre, ligaba uno con bastante asiduidad. Precisamente uno de esos veranos, mi amigo y yo y cinco tias más, cuando les tocabamos el culo en la playa y ellas nos devolvian una sonrisa, y nuestra intención no era follar, era echar unas risas y pasarlo bien; no tenía uno visión del horizonte que nos rodeaba ni con unos prismáticos de un millón de aumentos. Ese mismo verano empecé una relación de esas que uno busca para pasar el duro invierno lo mejor posible, sin imaginar que supondría el fin de mi vida de rapiñeo.
Y ahora me teneis aquí, lleno de inquietudes, con una vasta experiencia en la vida, oyendo la voz de mi interior masculino que me pide a gritos que si quiero echar una canita al aire tiene que ser ahora o nunca, antes que aparezcan las primeras canas y las primeras arrugas en el rostro, antes de que me asome la barriguilla y cualquier otro indicativo de que ya somos agua pasada en el entorno de un mundo de lleno de "adorables guarrillas" que se nos escapan de las manos tan rápido como pasan los años.
Es por eso que abro este hilo, para diferenciarnos de alguna manera de aquellos que aún tienen la suerte de poder rapiñear a tutiplen sin más atadura que su propia condición, aunque diferenciarse no quiere decir segregarse, sino más bien hacer una distinción para poder hablarnos más de tú a tú, e intercambiar impresiones con los que tenemos más en común. Pero que nadie se sienta excluido de este hilo, ni viejos ni jovenes, como tampoco quiero que me excluyan de otro hilo o subforo.
Bienvenido a todos los que tengan algo positivo que aportar.
Y empiezo con estas preguntas:
¿Se puede rapiñear estando casado y con 40 tacos?
o ¿debemos limitarnos a movernos por el mundo putas?
Que Uds. lo pasen bien.