Pues la verdad es que aún no he pensado un nombre, pero si tuviera que bautizarla seguramente le pondría "matutano" o "hacendado" de haber sido macho, o "putaloca" ya que es hembra, para hacer unas risas. Aunque siempre he pensado que es un error poner un nombre a tus esbirros, ya sean animales o hijos. Como mucho un número, como Sala Martín con su prole. Pero no pongáis nombres de verdad, porque un día quizás tu gata vuelve preñada a casa o tu hijo decide trucarse el tubarro de la moto y tendrás que meterles un tiro en la nuca, los nombres sólo pueden entreponer trabas morales a esa sensata resolución.
Pero aún siendo un ente sin nombre, ya le tengo más aprecio que al 90% de gente que conozco. Por mí pueden reventar todos.