Black Adder
Plagiador de mierda
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un pringui (en este caso, hombre, pero ocurre también a mujeres) da por hecho que algo que se disfruta en la vida - la salud, un trabajo, una amistad, una pareja- le corresponde a perpetuidad, sin necesidad de un mantenimiento, de un esfuerzo. En este caso, lejos de considerar la posibilidad de ponerse él en forma también para resultarle deseable a Marta, se limita a disfrutar del cuerpazo que ella, a costa de trabajo, va logrando para él
Hay que ser un auténtico gilipollas para pensar así.
Este relato es la crónica de una muerte anunciada y creo que si interesa tanto, a parte de por lo trabajado de la estructura, es porque todos nos hemos encontrado en algún momento a bordo de un barco que estaba naufragando. Y todos hemos querido convencernos de que no, que los motores no habían parado, y luego que tampoco era tan complicado achicar el agua con un cubo, y luego que habría botes para todos, y luego que Rose nos permitiría compartir la puta puerta. Todos hemos querido pensar en la salvación de algo que ya sabíamos que estaba condenado a hundirse, y todos nos lo hemos negado a nosotros mismos hasta que ya era demasiado tarde. Ella flota y tú te hundes.
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