Y una reputísima mierda que te comas.
Cuando la conoces y a ella le interesa es la persona más simpática, bondadosa y atenta del mundo. De hecho es lo que me sedujo de ella, "qué niña más buena" me dije, pero cuando ya empieza a ser ella es la cosa más egoísta que he podido llegar a conocer. Egoísta, falsa, cobarde y sin palabra. Cumple con esos adjetivos pero a rajatabla.
Cuando ante en una circunstancia X tú has actuado con gallardía con ella, después a ella cuando a ti se te presenta esa misma circunstancia X le suda todo el coño y se comporta como si fuera de hojalata.
No es más que una víctima de este sistema que le ha hecho creer que tiene derecho a quejarse de absolutamente todo por tener una raja entre las piernas sin embargo los demás carecen de todo tipo de derechos, solamente tienen obligaciones.
Sin ir más lejos una amiga que estuvo hablando con ella la dejó helada, pero helada. Me dijo "esta tía lo que es es una fresca, hombre...".