Infumable para los no fans, y jodida de tragar para los fans.
Es que no hay por dónde pillar la cosa, menudo follón de serie B.
Incontables los suspiros y las caritas de Superman que, anticipándome a mi mismo, es un Brujo totalmente patético.
Podían haberlo solucionado con tetas y culos, pero para qué, mejor negros y feminazismo 4x4, doppelgangers bisexuales, y ya lo que se les pase por la cabeza.
Ahora, un poco de lloro en forma de destripe, y hasta aquí llego en esta serie.
Las dríadas, cuatro tías hechas y derechas y con rastas (y alguna potente, algo es algo). La jefa, una puta negra con rastas.
Cuatro montas, ahí, dejando entrar en Brokilón a todo bicho viviente, incluido el negro-elfo, que no sé qué cojones pinta por ahí.
Myszowor por ahí, toc toc, eh, hola, que me llevo a la pava, que tenemos que incluir más estupideces de las que nos hemos inventado. Las dríadas, con sus magias y mierdas, pues va, llévatela, que no nos enteramos de que eres un doppleganger. Va, hala, pase usted, campeón.
Y así todo, no paran de meter mierda sin sentido alguno.
Estoy absolutamente decepcionado, así que me leeré los libros por duodécima vez para desintoxicarme.