Black Adder
Plagiador de mierda
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Antes de que se pusiera de moda el estilo de vida fitness, antes de que se inventaran las primeras máquinas de leg extension, antes de que Miguel el paleta conociera el ABC del press de banca y el dianabol se popularizara en los años 60, ya había hombres desayunando hierros y destrozando marcas que harían palidecer a muchos hombres actualmente considerados fuertes.
Que no os engañen: un físico fuerte no es una necesidad estética como la ropa a la moda y un deportivo chulo. Un físico fuerte, en su versión más honesta y clásica, es la traducción de una fuerza real y sincera. Y la fuerza es, quizás, el atributo atlético más importante de todos.
Herman Göerner, el animal que luchó contra un elefante de 1500 libras.
Eugene Sandow, el padre del culturismo moderno. Marvin Eder, el hombre de las 80 dominadas. Bob Hoffman, el entrenador que pudo frenar a los halteras rusos. Reg Park, el mentor de Arnold, que hacía press unilateral con dos barras de 300 libras cada una.
He estado investigando mucho tiempo acerca de estos hombres, sobre cómo vivían, cómo entrenaban y qué les movía a tener esa fuerza de voluntad en una época en la que los cimientos del deporte tal y como hoy es conocido aún estaban por poner. He estado compilando muchas rutinas old school, estableciendo patrones comunes, averiguando cómo podía ser que esa gente, teniendo muchos menos recursos y conocimientos que los que tenemos hoy en día, consiguiera esas hazañas que difícilmente podrán ser duplicadas.
He hablado con Tiboroski, que ya lleva mucho tiempo por aquí y tiene ganas de empezar la nueva temporada empezando a construir algo grande, y ha estado de acuerdo en seguir una rutina de fuerza, puramente Old School, que hemos estado discutiendo en halterofilia. Vamos a hacer de él un hombre nuevo basándonos en los principios clásicos y olvidados de la fuerza, consiguiendo no sólo que desarrolle un físico clásico y atlético, lo cual es secundario, sino una fuerza bruta inusual e impresionante y la fortaleza mental y conocimientos necesarios para que siga aprendiendo por sí mismo.
START, BITCHES
Que no os engañen: un físico fuerte no es una necesidad estética como la ropa a la moda y un deportivo chulo. Un físico fuerte, en su versión más honesta y clásica, es la traducción de una fuerza real y sincera. Y la fuerza es, quizás, el atributo atlético más importante de todos.
Herman Göerner, el animal que luchó contra un elefante de 1500 libras.
Eugene Sandow, el padre del culturismo moderno. Marvin Eder, el hombre de las 80 dominadas. Bob Hoffman, el entrenador que pudo frenar a los halteras rusos. Reg Park, el mentor de Arnold, que hacía press unilateral con dos barras de 300 libras cada una.
He estado investigando mucho tiempo acerca de estos hombres, sobre cómo vivían, cómo entrenaban y qué les movía a tener esa fuerza de voluntad en una época en la que los cimientos del deporte tal y como hoy es conocido aún estaban por poner. He estado compilando muchas rutinas old school, estableciendo patrones comunes, averiguando cómo podía ser que esa gente, teniendo muchos menos recursos y conocimientos que los que tenemos hoy en día, consiguiera esas hazañas que difícilmente podrán ser duplicadas.
He hablado con Tiboroski, que ya lleva mucho tiempo por aquí y tiene ganas de empezar la nueva temporada empezando a construir algo grande, y ha estado de acuerdo en seguir una rutina de fuerza, puramente Old School, que hemos estado discutiendo en halterofilia. Vamos a hacer de él un hombre nuevo basándonos en los principios clásicos y olvidados de la fuerza, consiguiendo no sólo que desarrolle un físico clásico y atlético, lo cual es secundario, sino una fuerza bruta inusual e impresionante y la fortaleza mental y conocimientos necesarios para que siga aprendiendo por sí mismo.
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