Un mundo perfecto

Hola, ¿es aquí donde se alaba a los investigadores, se pone a parir a los Hollister y se descojona uno de las niñas a las que les compraban Torres de Mallory?

Por cierto, no puedo con el Dandelion & Burdock. Y sí, hay Ginger beer y ale con y sin alcohol.
 
¿Y qué cojones te ha hecho el dandelion & burdock? ¿Eh? ¿Eh? ¿Eh? ¿Qué le pasa?
 
Sobre el tema de la nostalgia, tengo que decir que yo no la sufro. De nene no era consciente, claro, del más o menos chollo en el que vivía. Pero como mi vida tampoco fue de color de rosa, pues tampoco tengo idealizada la niñez.

Mi adolescencia y juventud temprana son otra historia. Son el top of the top of my life, y lo que ocurre es que era muy consciente de ello en su momento. Sabía que un día se acabaría, que los colegas se irían (o yo mismo) del barrio, de la ciudad e incluso del país. Que la gente se echaría novia, se casaría y tendría críos.

A lo mejor por esa especie de "nostalgia preventiva", ahora no la sufro. Miro atrás y, simplemente, siento un agradecimiento enorme por haber disfrutado de todos aquellos ratos, de haber conocido a toda aquella gente y de haber disfrutado como un enano. Tengo el convencimiento de que tuve suerte. De que cambiando un par de cosas mi vida se podría haber ido a tomar por culo ya de muy jovencito. Pero no. LOL misericordioso se apiadó de mi, movió las fichas, y me hizo un enorme regalo.

Ahora también me pasa con otras cosas. Me digo: "disfruta de esto, mastícalo despacio y aprecia los sabores, porque un día mirarás atrás, y habrá desaparecido para siempre". Creo que cuando llegue el momento, haber sido así de consciente me servirá mucho.

Sombras y ceniza, y tal.
 
En qué se parece ILG a Cachondo mental?

A GINT le gusta el dandelaion y a cachondo las putas le dandelado.
 
Sobre el tema de la nostalgia, tengo que decir que yo no la sufro. De nene no era consciente, claro, del más o menos chollo en el que vivía. Pero como mi vida tampoco fue de color de rosa, pues tampoco tengo idealizada la niñez.

Mi adolescencia y juventud temprana son otra historia. Son el top of the top of my life, y lo que ocurre es que era muy consciente de ello en su momento. Sabía que un día se acabaría, que los colegas se irían (o yo mismo) del barrio, de la ciudad e incluso del país. Que la gente se echaría novia, se casaría y tendría críos.

A lo mejor por esa especie de "nostalgia preventiva", ahora no la sufro. Miro atrás y, simplemente, siento un agradecimiento enorme por haber disfrutado de todos aquellos ratos, de haber conocido a toda aquella gente y de haber disfrutado como un enano. Tengo el convencimiento de que tuve suerte. De que cambiando un par de cosas mi vida se podría haber ido a tomar por culo ya de muy jovencito. Pero no. LOL misericordioso se apiadó de mi, movió las fichas, y me hizo un enorme regalo.

Ahora también me pasa con otras cosas. Me digo: "disfruta de esto, mastícalo despacio y aprecia los sabores, porque un día mirarás atrás, y habrá desaparecido para siempre". Creo que cuando llegue el momento, haber sido así de consciente me servirá mucho.

Sombras y ceniza, y tal.


Buen texto. "No hay nostalgia peor que añorar lo que nunca jamás sucedió", decía un sabio.
 
Pues qué suerte, yo no veía la hora de crecer y perder de vista el pueblo, los compañeros del colegio, familiares y demás. Suerte que tenía mis libros, suerte.
 
Lo de la nostalgia es algo peculiar. Como en mi caso, puedes llegar a añorar la realidad de la que en su momento intentaste evadirte con libros. A veces tienes algún trigger point que hace volver
todo aquello: un libro, una foto, una voz.
Y comprendes que la felicidad puede ser sentirte inadaptado y tener una vía escape a un universo paralelo, bajo la mirada y la protección de gente que creías entonces que no te entendía y que comprendes ahora que no pusiste en valor. Al encontrar ese libro del que hablo en el primer post, no eche tanto de menos la isla de la aventura como el sillón o la cama en donde viajaba a ese mundo feliz.

Me gustaría ser como Tirado y su preventivo de morriña, si...
 
Última edición:
El que no ha vivido esto no sabe lo que es nostalgia

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En qué se parece ILG a Cachondo mental?

A GINT le gusta el dandelaion y a cachondo las putas le dandelado.

jajaja :lol:.

Yo tuve una infancia azquerosa. Era el gordito del grupo, el último que aprendió a ir en bici, a nadar, a hablarles a las chicas, etc etc.

PD: No se si va sobre esto, pero me ha salido del nabo ponerlo. También leí 2 libros del club de los 5 prestados-robados a mi prima.
 
Lo de la nostalgia es algo peculiar. Como en mi caso, puedes llegar a añorar la realidad de la que en su momento intentaste evadirte con libros. A veces tienes algún trigger point que hace volver
todo aquello: un libro, una foto, una voz.
Y comprendes que la felicidad puede ser sentirte inadaptado y tener una vía escape a un universo paralelo, bajo la mirada y la protección de gente que creías entonces que no te entendía y que comprendes ahora que no pusiste en valor. Al encontrar ese libro del que hablo en el primer post, no eche tanto de menos la isla de la aventura como el sillón o la cama en donde viajaba a ese mundo feliz.

Me gustaría ser como Tirado y su preventivo de morriña, si...

Está también la cuestión de la felicidad, en la infelicidad.

Cuando en el ring te han dado de hostias y te has comido la lona con todos los dientes unas cuantas veces, coges ciertos hábitos. Un poco rollo escritor/músico maldito subnormal. Eras Rocky; noble, algo inocente y esforzado, pero no lograste mantenerte en pie. Apollo Creed te partió la jeta y se rió en tu cara. De alguna forma, tu subconsciente te dibuja como en esa foto de James Dean caminando en Times Square bajo la lluvia. Y, joder, llegas a ser feliz con todas esas sensaciones. Piensas, ey, deberías hacer algo para salir de este charco. Y respondes: no. Aquí estoy de puta madre. Es bonito.

Con los años lo he visto como un vicio malo. Darse al alcohol, a los porros, a la comida basura... o a la felicidad en la infelicidad.

Hay que evitar eso. Hay que comer, beber, follar y reirse en la puta cara de toda esta farsa. Evitar tomársela, o a uno mismo, en serio. Un poco lo que hubiera hecho este tipo:
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En mi época pre-pajeril habia uno en el barrio que siempre que habia partido de futbol, o se elegia arbitro o se sentaba en la banda a leer libros. Pero libros de estos que se llamaba libro-juegos, donde tu mismo ibas eligiendo el desenlace. Ya había que ser repelente con 12 años para perderse un buen partido de futbol rompe-piernas sobre albero para ponerse a leer LIBROS.

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Más cosas que envidiaba de estos chavales:

- No iban a misa, no aparecían curas ni iglesias para nada, no recibían sermones de moralina catolica. En los internados había preceptores laicos medio tarados y ya.

- El camping: no me encontré con una tienda de campaña hasta que tuve que aprender a fijar los vientos en las maniobras de la puta mili. Estos chavales iban por ahí acampando en magníficos brezales solitarios, con granjas y lecherías para comprar productos frescos y su fuego de campaña para hacer huevos escalfados (adjetivo que fuera de esos libros no he vuelto a leer en ninguna parte).

Las bicis: de eso tenía, si. Pero para incordiar por los alrededores de casa antes de la cena, no para largarme de excursión una puta semana entera.

Los padres no se metían casi en la vida de sus hijos: andaban por ahí perdidos sin adultos tutelares, y jamás se les cruzaba un pederasta revirado en el camino.

Mascotas: loros que hablaban más de mil palabras, ratones adiestrados, valientes perros de acción que no se perdían una...
 
Y lo más envidiable en realidad: nunca crecían, jamás evolucionaban, sus vidas avanzaban en círculo criogenizadas en un verano perenne. Nunca tuvieron que sentir el aguijonazo del deseo de la carne ni perseguir el contorneo traidor de unas faldas.

Eran puros y así seguiran siendo para siempre en nuestro recuerdo.
 
Los primeros que recuerdo haber leído, y que me hacer recordar la infancia y la primera biblioteca que pisé fueron estos :

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Y aunque leí la mayoría de los libros de Los cinco, no recuerdo un carajo de ninguno de ellos. I has a sad.
 
Más cosas que envidiaba de estos chavales:

- No iban a misa, no aparecían curas ni iglesias para nada, no recibían sermones de moralina catolica. En los internados había preceptores laicos medio tarados y ya.

- El camping: no me encontré con una tienda de campaña hasta que tuve que aprender a fijar los vientos en las maniobras de la puta mili. Estos chavales iban por ahí acampando en magníficos brezales solitarios, con granjas y lecherías para comprar productos frescos y su fuego de campaña para hacer huevos escalfados (adjetivo que fuera de esos libros no he vuelto a leer en ninguna parte).

Las bicis: de eso tenía, si. Pero para incordiar por los alrededores de casa antes de la cena, no para largarme de excursión una puta semana entera.

Los padres no se metían casi en la vida de sus hijos: andaban por ahí perdidos sin adultos tutelares, y jamás se les cruzaba un pederasta revirado en el camino.

Mascotas: loros que hablaban más de mil palabras, ratones adiestrados, valientes perros de acción que no se perdían una...

Y tu si ibas a misa, la bici en el pueblo hasta las 10...

a mi en verano, en soria, me iba a la peña y igual me tiraba alli una semana, en una casa que le faltaba un trozo de techo y no pasaba nada, y eso que tu me sacas una decada de primaveras.

por que sera que todos los que les da por el buceo con bombona son los überraritos.
 
En mi época pre-pajeril habia uno en el barrio que siempre que habia partido de futbol, o se elegia arbitro o se sentaba en la banda a leer libros. Pero libros de estos que se llamaba libro-juegos, donde tu mismo ibas eligiendo el desenlace. Ya había que ser repelente con 12 años para perderse un buen partido de futbol rompe-piernas sobre albero para ponerse a leer LIBROS. Fue el primero que tuvo un PC en el barrio; un cacharro de esos enormes en el que no habia ni buscaminas ni porno. Ahora es informático, claro.


Mira que más futbolero que yo no había nadie, pero también tuve la época de leerme esos libros, y sería también sobre los 12-13. Yo era más de los de "Lobo Solitario" pero los de lucha ficción también estaban muy bien (este de la Mansión Infernal era crema).

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Yo tengo aún cajas de libros de mi infancia y adolescencia, lo que tiene vivir en un sitio con mucho espacio, tengo libros de 1º,2º de EGB hasta la adolescencia. Cosas como la colección entera de Altea Benjamín


Este par eran muy buenos:

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No me perdí ni un episodio, pero creo que fue una adaptación fallida. Empezando por los actores: Julian con cara de cretino, Dick de niñato intrascendente, Jorge completamente antimorbo con esos pantalones campana. Recuerdo una entrevista con la rubia que interpretaba a Ana: prácticamente llego a decir que los libros de la serie de marras le parecían un zurullo con tapas para niños muy credulos.
 
Igual en el casting no estaban pensando "¿Se harán pajas los tíos con esta niña si la cogemos para hacer de Jorge? Porque si es que no que le den, cojamos a una que sí".

Vamos, que igual no era la idea ponérsela dura al personal.
 
De niño no tenía libros infantiles, ¿os he contado ya que vengo de familia pobre? Un libro era un lujo, algo de señoritos. Empecé a leer en la adolescencia, cuando cogí los libros de mi hermano, que me saca 12 años. El se fue de casa a buscarse la vida y dejó unas cajas de esas de la fruta llenas de libros. Muchos de ellos tenían dedicatoria de chavalas, y menudas dedicatorias. A mí me daba morbo leer furtivamente esas intrigantes frases que sugerían más que decían, y de puño y letra femenina. Mi hermano también tuvo una infancia pobre, pero por alguna razón se hizo con una biblioteca regalada por amigas. Menudo truhán.

Ahora tampoco tengo libros, ni uno. Ni amigas, ninguna. Ni recuerdos de amigas, ni de amigas que me regalasen libros, dedicados. Solo tengo la sensación de haberme perdido la vida.
 
:lol: Pero el abuelo de Leproso tenía despacho con libros, era gay o de buena familia.
 
Probablemente ambas cosas. ¿En que post lo cuenta? No tengo tiempo de leerme todo el hilo, a las cinco me sale La Veloz y aún tengo la ropa en el tendedero.
 
Tampoco hacía falta ser rico, @Verruga, no jodamos, que cualquier colegio tenía biblioteca, o si no tenías la municipal. De hecho, todos los libros que tenía de la editorial La Galera venían de allí.
 
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