Un mundo perfecto

Probablemente ambas cosas. ¿En que post lo cuenta?
Debo de ser rancio, pues me lo dice ocasionalmente mi mujer, no sé, dice tantas cosas.

Juzgad vosotros: uso Varon Dandy desde que me lo regaló mi abuela a los catorce, "toma hijo, que ya eres un hombre", gasto gemelos, pantalón de pana desde Santa Teresa hasta San José, alpargatas de esparto durante la canícula y jamás me pongo pantalón corto. Frecuento tabernas y despachos de vino, con mostrador de mármol, vino en frascas y latas de escabeche, es en esos cubiles donde más a gusto estoy y en general en bares que al entrar bajo la media de edad un par de semanas.

El plan de la RENFE de hace veinticinco años me parece estupendo y debería hacerse extensivo a todo espacio público, me gustan los toros el flamenco y la Sofía Loren, mi serie favorita "Curro Jiménez", las películas de Paco Martínez Soria, los libros de la colección Reno y he releído muchos de los Episodios Nacionales; de ella no he leído una puta página y sigo bien.

Limpio los zapatos el domingo por la mañana, con poco betún y mucho cepillo, después una gamuza y tan relucientes, engraso periódicamente los dos pares de botas de caballería y añoro las tardes en casa de mi abuela con el run run de la tertulia y el tintineo de las copitas de anís en el salón mientras en el despacho del abuelo rebuscaba entre sus libros que después leía tirado en la alfombra.

Algo rancio debo ser.
 
Soy extremeño. En mi aldea no había biblioteca y en el colegio la biblioteca eran tres estanterías de esas de hierro que estaban en una esquina de la clase de octavo. Y no recuerdo que estuviesen todas llenas.
 
Es que ni siquiera sé si los libros de la biblioteca del colegio se podían sacar, nunca jamás vi a nadie con un libro de préstamo. Cosa bastante lógica si pensamos que en mi pueblo hace treinta años el 95 % eran analfabetos funcionales. Excluyo al médico, al farmacéutico, al secretario del ayuntamiento y al cura.
 
Creo que muchos padecemos de memoria selectiva. O incluso memoria manipulada. Es bien sabido que uno de los mecanismos de la memoria es olvidar o empequeñecer los recuerdos negativos.

A menudo recuerdo cosas de forma romántica, como si hubiesen sido momentos irrepetibles de plena felicidad, cuando en realidad me basta con hacer un poco de memoria para darme cuenta de que yo mismo estoy disfrazando esos recuerdos inconscientemente.

Por ejemplo me viene a la mente un viaje que hice hace unos años. Lo recuerdo al estilo videoclip para adolescentes. Chicas, libertad, amistad, aventura y todo por descubrir. En cuanto me paro a recordar en detalle caigo en que en realidad una tercera parte de aquel viaje me lo pasé muerto de aburrimiento, carcomido por la soledad y deseando volver a casa.

Los malos recuerdos, cuando están mezclados con los buenos, se diluyen muchísimo. No sé si es una ventaja o un inconveniente.
 
Aqui la biblioteca publica no tiene nada que ver. Aqui tenemos a un forero con un abuelo con despacho lleno de libros. Es vuestro caso, es esto lo puto habitual en PL, abuelos con despachos llenos de libros?
 
Última edición por un moderador:
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Aqui la biblioteca publica no tiene nada que ver. Aqui tenemos a un forero con un abuelo con despacho lleno de libros. Es vuestro caso, es esto lo puto habitual en PL, abuelos con despachos llenos de libros?

Mi abuelo era famoso en Badajoz por su puntería matando conejos a pedradas, ¿Te vale?
 
No conocí a mis abuelos. A uno le mataron en la guerra y el otro murió al poco de nacer yo, según me dijeron. Mi abuela era una santa, hijos de puta, que os conozco.
 
Aún tengo el Fuga de Tenopia en casa de mis padres.

Momo es brutal si lo lees de adulto. De crío no lo pillas.

Edito para añadir que en casa de mis padres no había apenas un libro. No eran lectores. Mis tíos o abuelos tampoco.

Y en una época tiré muchísimo de biblioteca. A veces, simplemente miraba libros a ver si alguno me llamaba la antención por algo. Con este sistema de mierda leí uno de un viaje a Siberia muy bueno, y otro de un marino americano en Asia allá por principios del XX que acababa de bandido en el desierto de Mongolia.

Ahora lo que quieras te lo bajas en Epub, y listo.
 
Los malos recuerdos, cuando están mezclados con los buenos, se diluyen muchísimo. No sé si es una ventaja o un inconveniente.

Es, evidentemente, una ventaja.

Imagínate que todos supiéramos con total certeza que toda nuestra puta vida, presente y pasada, ha sido un desperdicio del que apenas si se salvan unas pocas horas de algo que ni sería justo llamarlo felicidad. Imagínate recordar todo con las sensaciones reales que sentimos y llegar a los cuarenta años y decir "de todos estos años sólo han valido la pena veinte minutos".
 
Si el ser humano fuera realista, estaríamos rascandonos los huevos en una choza, disfrutando de la naturaleza y follandonos a cualquier aldeana que se agachara para recoger hierbajos. Pero no, tuvieron que salir soñadores y gente con mas moral que Liacho a tocar los huevos.

Al final no es tanto la inteligencia como las ganas de tocarle los cojones al resto, lo que hace que ahora tengamos móviles y viajemos en avión.


No conocí a mis abuelos. A uno le mataron en la guerra y el otro murió al poco de nacer yo, según me dijeron. Mi abuela era una santa, hijos de puta, que os conozco.

Me imagino que del glorioso bando nacional, por supuesto
 
Por supuesto. Le mataron en su pueblo, en la calle como a un vulgar perro. Durante un permiso fue a ver a mi abuela al pueblo, y en plena calle lo dispararon cobardemente por la espalda, sin dar la cara, los muy ruines.
 
@Verruga para un poco, que últimamente vas muy subido y ya te estás pasando. Modera tu entusiasmo. A ver si te vas a hacer daño accidentalmente con mi puño.
 
Por favor, no me hagáis recordar lo mal que lo pasé para sacarme el puto carnet de conducir. Tenia esos recuerdos escondidos y me habéis hecho rememorarlos. Hijos de puta.

Lo siento. Porque Luis Cernuda, con su realidad amarga, se me vuelve a venir a la mente. Decía:

No quiero, triste espíritu, volver
Por los lugares que cruzó mi llanto,
Latir secreto entre los cuerpos vivos
Como yo también fui.

No quiero recordar
Un instante feliz entre tormentos;
Goce o pena es igual,
Todo es triste al volver.

Aún va conmigo como una luz ajena
Aquel destino niño,
Aquellos dulces ojos juveniles,
Aquella antigua herida.

No, no quisiera volver,
Sino morir aún más,
Arrancar una sombra,
Olvidar un olvido.
 
Gracias por interrumpir la pelea entre Nueces y Verruga. Esto es como si estas viendo un Juan Manuel Marquez Vs Pacquiao y te lo cortan para poner un Salvame de Lujo
 
Por supuesto. Le mataron en su pueblo, en la calle como a un vulgar perro. Durante un permiso fue a ver a mi abuela al pueblo, y en plena calle lo dispararon cobardemente por la espalda, sin dar la cara, los muy ruines.
En una guerra parece que todas las normas están para saltárselas o que no existen, y se llegan hacer barbaridades, da igual el bando, y mas en las guerras civiles, donde se matan impunemente entre conocidos, familias, etc..
 
En uno de los cuentos fantásticos de Borges, el protagonista recibe el don de poder saltarse las partes prescindibles de la vida y paladear solo el meollo. Destinado vivir muchos años, ese acelerador vital hace que en pocos meses está muerto.

Las partes aparentemente amargas o aburridas de la existencia son como el abono de la mies, las que van a hacer florecer cosas que merezcan la pena para recolectarlas en su momento. Las que sirven de contraste para realzar los momentos verdaderamente importantes. Una tarde de un viernes no significaría nada si no existiesen las mañanas de los lunes. Unas vacaciones no se disfrutarian igual si no las hubiésemos ganado con sudor. Al final nos quedamos con un puñado de alhajas y el resto se va difuminando. No busquen más que esto, no lo hay. Como dijo el otro, recordamos nuestra vida solo un poco más que una novela que hayamos leído.
 
Creo que muchos padecemos de memoria selectiva. O incluso memoria manipulada. Es bien sabido que uno de los mecanismos de la memoria es olvidar o empequeñecer los recuerdos negativos.

A menudo recuerdo cosas de forma romántica, como si hubiesen sido momentos irrepetibles de plena felicidad, cuando en realidad me basta con hacer un poco de memoria para darme cuenta de que yo mismo estoy disfrazando esos recuerdos inconscientemente.

Por ejemplo me viene a la mente un viaje que hice hace unos años. Lo recuerdo al estilo videoclip para adolescentes. Chicas, libertad, amistad, aventura y todo por descubrir. En cuanto me paro a recordar en detalle caigo en que en realidad una tercera parte de aquel viaje me lo pasé muerto de aburrimiento, carcomido por la soledad y deseando volver a casa.

Los malos recuerdos, cuando están mezclados con los buenos, se diluyen muchísimo. No sé si es una ventaja o un inconveniente.

Muy relacionado con esto (poned subtítulos que los lleva en español)



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El canal este de The school of life es cremita, daría para hilo propio (o por lo menos para que sus videos aparezcan en muchos hilos) por que va tocando casi todos los problemas del phorer medio. Además su autor, el filósofo Alain de Botton seguro que si hablara español estaría foreando.

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Última edición:
Mi primer contacto con Los Cinco fue el último día de clase de algún curso de EGB, cuando la señu nos recomendó sus aventuras para entretenernos durante el verano. Llegué a casa y le conté ilusionado a mi madre lo de estos libros. Me dijo "ajá", y este fue mi último contacto con ellos.

A raíz de este hilo he vuelto a sentir curiosidad por la autora, y resulta que según la Wikipedia publicó 762 libros (una minucia comparados con los 5.000 de Corín Tellado y los 18.000 de Kim Il-sung, aunque no es justo porque el Eterno Presidente ridiculizaría a cualquiera en cualquier faceta) en 46 años. Uno cada 22 días. Y luego la critican por hacer todas las historias iguales y los personajes planos. ¿Qué quieres, que en tres semanas te llene 200 páginas de innovación y profundidad?
 
Enyd Blyton fue la Benny Hill de la literatura inglesa. La acusaron de racista, machista, clasista, rancia, lenguaje pobre, personajes esquematicos. Le negaron una entrevista en la BBC por no dar el nivel requerido. Hoy es la escritora más traducida del mundo, con la Biblia, las obras de Shakespeare y las novelas de Agatha Christie. Millones de sus libros crían polvo en hogares de todo el mundo. Nadie la definiría como un genio de la literatura, pero ningún otro escritor, al menos en mi caso, consiguió en su momento cogerme por las solapas y meterme en la historia sin darme cuenta de que estaba leyendo.
 
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