Benito rebuznó:
En todas ellas, nunca, jamas, JAMAS he encontrado a alguien que dijera "no, yo no bebo" cuando le iban a poner vino o un berrugo gratis, asique inventate another scenario.
Pues yo desde hace bastante tiempo, lo he dicho siempre Benito. Bueno, hace más de seis años que no me invitan a ninguna boda, o si me invita no voy, la mayoría de la gente, incluyendo familiares y supuestos amigos, NO me invitan a su boda.
Pero a las poquísimas que he ido, si he soltado un "no, no bebo". Porque si bien es cierto que apenas bebo nada de alcohol hoy en día, no es por eso por lo que no bebo, sino porque en una boda, al igual que en una entrevista de trabajo, hay que mantener el control y estar sereno.
Aun me acuerdo cuando en los servicios le metí mano bajo el vestido y bajo las bragas a una tía buena cuyo novio la esperaba sentado en su mesa, porque había bebido tanto que ya ni sabía donde estaba.
Fue una de las mejores y más eróticas experiencias sexuales de mi vida. Y con la ventaja añadida que después me pude quitar el olor y el flujo pegajoso de su coño de guarra infiel allí mismo, en el lavabo, con jabón de rosas además. Me acuerdo como si fuera ayer.
Las bodas, resumiendo, es un sitio donde uno tiene que estar alerta, porque se reunen gran cantidad de hijos de puta, y uno no puede permitirse bajar la guardia.
Caótico Bueno rebuznó:
Yo fui a una boda siendo un niño y fue una experiencia traumática. Desde entonces nunca he querido volver a ir a ninguna boda.
Yo antes me pasaba lo mismo Caótico, hasta que cambié el chip y me dedicaba a putear. Sibilinamente, sin que nadie me pudiera recriminar nada, pero puteando.
Siempre había algún o alguna hija de puta que empezaba con las preguntitas de mierda para dejarme en mal lugar delante de familiares y conocidos: ¿y tu aun no tienes novia? ¿y ahora qué haces, aun estás estudiando?
Pero al final ya me la sudaba todo, total hay veces en que la vida ya no se puede poner peor de lo que está, así que respondía cosas sin sentido y "molestaba" a todos con comentarios y comportamientos.
- Si, no merece trabajar y pagar impuestos para pagar los gastos sociales de otra gente (su hijo era subnormal y cobraba una paga por ello).
- No, no tengo novia, como todos los de aquí, que creen que tienen novia pero tampoco la tienen, lo que tienen es otra cosa...
- Fulanita, ¡que guapa estás! Desde luego, los vestidos y maquillajes de de hoy en día hacen milagros...
Bueno, pues cuando más hijo de puta empecé a ser, más me respetaban los cabrones. Era verme y echarse a temblar. A día de hoy me huyen como de la peste. Y hacen bien, por la cuenta que les trae. Lo que se siembra se recoge, y si no lo recogen ya se lo llevo yo a su casa.
Tools of the trade rebuznó:
Yo voy a bodas, pero como camarera. En cuanto se detecta un vegetariano en un banquete, siempre hay un par de camareros que, sin querer queriendo, le planta el solomillo delante. Yo la primera.
Oye pues me caes bien. Quién lo diría. Esa hijoputez desarrollada como respuesta a las putadas recibidas, por razones obvias, siempre me despierta una sonrisa. Pero todos tranquilos que no os pienso quitar la novia, chicos.
Lo cierto es que experiencias así negativas con vegetarianos, veganos, y demás no he tenido muchas, pero claro, yo me relaciono poco. Entiendo además el porqué alguien no quiere tomar ningún alimento, sea el que sea (incluso los que odian a muerte las aceitunas y se ponen de mala hostia al olerlas, los comprendo). Lo que no me gustaría es que me "adoctrinaran", pero por suerte eso no me ha pasado aun.