Los pobres ya bastante tienen con poder comer como para pensar en deprimirse. Los ansiolíticos son una medicina occidental. La gente ahora se deprime por no poder cumplir con lo que se esperaba de ella, con no llegar a ser ese X que pretendía, por no poder tener el coche que soñaba o la casa en la playa. En África, India y esa cutralla lo que importa es comer. Te levantas y buscas como comer, no como "realizarte como individuo".
Yo creo que el poder económico no es uno de los factores más influyentes. Creo que una vez llegado al nivel de supervivencia básica es una cuestión de hipersensibilidad. Por poner un paralelismo es como cuando te coge la resaca del mar en la playa y tú intentas nadar en contra para salir y solo te frustras y cansas más mientras el mar te lleva para adentro. Porque la gente no sabe que hay que nadar en paralelo, no sabe salir de esa corriente.
Porque claro, para algunos es imposible no valorarse según los estándares que te rodean más inmediatamente. Un chaval hijo de médicos que no entra en medicina, por ejemplo, está desolado por mucho que le cuentes que en África boko haram ha tenido rape party con niñas de tres años.
Lo importante es valorar lo positivo de todo. Lo que tú tienes otro lo desearía y nunca podrá tenerlo. Siempre podrías tener más, pero las clases pudientes, al no tener problemas económicos, crean otros, sociales, familiares, etc. A la gente le gusta el "sufrimiento". El victimismo.
Bueno, es complicado. Verlo todo como yuppielandia demuestra un deje infantiloide. No es verlo todo bien, es saber convivir entre la mierda cuando toca. Saber que forma parte de la vida.