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Muy buenas.
Después de leer las aventuras de nuestro semi-héroe Amroth Elendil por Taiwán, creo necesario el hacer un recopilatorio de todas las tías taradas con las que hemos estado y las tonterías que hemos tenido que sufrir. Así pues, empiezo yo con el caso de….
LA GAFAPASTA TARADA:
La verdad es que no pegábamos ni con cola, era ella una chica alegre, dicharachera, pizpireta y amaba todo lo que tuviera que ver con la cultura pop. Yo era y soy un ser detestable, anti-social, un literato a parte de un Heavy consumado desde mi más tierna infancia. Los primeros días todo bien, pero la cosa se puso chunga cuando empecé a ver los arrebatos de celos de la susodicha por tonterias. Bastaba que pasara una tía en mini-falda para que la tipa esta me montara un pollo. Bueno, más o menos normal. Los sábados por la tarde, la tía solo quería ir a ver tiendas, y yo como un buen pagafantas allá que iba a soltar la molla para que se comprara bolsos de mierda, y ropa con flores de todo tipo, y zapatos con mariposas y mierdas similares. El primer colmo llegó cuando me presentó a su amigo homosexual que trabajaba en una tienda de ropa. El rollo locaza con la mano floja me da muchísimo asco, y yo allí aguantando el peo como si todo aquello me pareciera normal. El segundo colmo llegó por sus llantos, tenía que aguantar y levantar bajones absurdos, lágrimas por chorradas de todo tipo, y gilipolleces varias que al final eran todo culpa mía. Y lo peor, fue que ella era una asidua de los naturopatas, y un día me hizo ir con ella, por supuesto, para que le pagara la puta sesión con el parlanchín de turno. El hijo puta me hizo entrar a la sesión, y dijo que soltara mis problemas y mis miedos, y yo allí, soltando mierda inventada por la boca para parecer un puto fracasado como ella. Yo al ver el panorama del naturopata, la tipa esta allí llorando vete tú a saber qué, y yo allí en medio pagando todo eso, se me cayeron los cojones al suelo.
Eso si, follando era una tipa super bestia, le gustaba la caña, pero cuando acababa de follar, la tía se ponía super borde. En fin, otro día más de la susodicha, espero vuestras historias.
Después de leer las aventuras de nuestro semi-héroe Amroth Elendil por Taiwán, creo necesario el hacer un recopilatorio de todas las tías taradas con las que hemos estado y las tonterías que hemos tenido que sufrir. Así pues, empiezo yo con el caso de….
LA GAFAPASTA TARADA:
La verdad es que no pegábamos ni con cola, era ella una chica alegre, dicharachera, pizpireta y amaba todo lo que tuviera que ver con la cultura pop. Yo era y soy un ser detestable, anti-social, un literato a parte de un Heavy consumado desde mi más tierna infancia. Los primeros días todo bien, pero la cosa se puso chunga cuando empecé a ver los arrebatos de celos de la susodicha por tonterias. Bastaba que pasara una tía en mini-falda para que la tipa esta me montara un pollo. Bueno, más o menos normal. Los sábados por la tarde, la tía solo quería ir a ver tiendas, y yo como un buen pagafantas allá que iba a soltar la molla para que se comprara bolsos de mierda, y ropa con flores de todo tipo, y zapatos con mariposas y mierdas similares. El primer colmo llegó cuando me presentó a su amigo homosexual que trabajaba en una tienda de ropa. El rollo locaza con la mano floja me da muchísimo asco, y yo allí aguantando el peo como si todo aquello me pareciera normal. El segundo colmo llegó por sus llantos, tenía que aguantar y levantar bajones absurdos, lágrimas por chorradas de todo tipo, y gilipolleces varias que al final eran todo culpa mía. Y lo peor, fue que ella era una asidua de los naturopatas, y un día me hizo ir con ella, por supuesto, para que le pagara la puta sesión con el parlanchín de turno. El hijo puta me hizo entrar a la sesión, y dijo que soltara mis problemas y mis miedos, y yo allí, soltando mierda inventada por la boca para parecer un puto fracasado como ella. Yo al ver el panorama del naturopata, la tipa esta allí llorando vete tú a saber qué, y yo allí en medio pagando todo eso, se me cayeron los cojones al suelo.
Eso si, follando era una tipa super bestia, le gustaba la caña, pero cuando acababa de follar, la tía se ponía super borde. En fin, otro día más de la susodicha, espero vuestras historias.