Manchuria
Veterano
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Si me viera ante la tesitura de tener que pasar por una quimioterapia, no tengo muy claro si la afrontaría o simplemente pondría mis pocas cosas en orden y me iría para el otro barrio directamente.
Tengo la experiencia de ver al que fuera mi suegro, que se enfrentó primero a un cáncer de garganta, que luego se le extendió al pulmón.
El hombre lo afrontó con una entereza y una energía admirables. Varios años luchando con operaciones por medio, con montones de sesiones de quimioterapia y radioterapia.
Hasta el último momento, cuando estaba tirado en la cama, hecho una piltrafa, con el pecho cruzado por cicatrices, todavía tenía la esperanza real de que se iba a curar.
Pero no, no se curó. Se murió después de unos pocos años de lucha y sufrimiento.
Yo estoy convencido que él dio por buenos los años que alargó su vida, pese a que estuvieran llenos de dolor y sufrimiento.
Por mi parte, ya digo que no creo que optara por su solución. Me aterra más la idea del sufrimiento que la de la muerte. Y siempre he pensado que la vida por sí misma no es nada. Lo que le da valor es que tenga al menos un mínimo de calidad.
Morirse debe ser como cuando te anestesian. Estas consciente y de repente ya no sientes nada ni tienes consciencia de nada.
Con la anestesia al final te despiertas, pero si no lo hicieras, tampoco sentirías ni lamentarías nada. Pues algo así debe ser morirse.
Tengo la experiencia de ver al que fuera mi suegro, que se enfrentó primero a un cáncer de garganta, que luego se le extendió al pulmón.
El hombre lo afrontó con una entereza y una energía admirables. Varios años luchando con operaciones por medio, con montones de sesiones de quimioterapia y radioterapia.
Hasta el último momento, cuando estaba tirado en la cama, hecho una piltrafa, con el pecho cruzado por cicatrices, todavía tenía la esperanza real de que se iba a curar.
Pero no, no se curó. Se murió después de unos pocos años de lucha y sufrimiento.
Yo estoy convencido que él dio por buenos los años que alargó su vida, pese a que estuvieran llenos de dolor y sufrimiento.
Por mi parte, ya digo que no creo que optara por su solución. Me aterra más la idea del sufrimiento que la de la muerte. Y siempre he pensado que la vida por sí misma no es nada. Lo que le da valor es que tenga al menos un mínimo de calidad.
Morirse debe ser como cuando te anestesian. Estas consciente y de repente ya no sientes nada ni tienes consciencia de nada.
Con la anestesia al final te despiertas, pero si no lo hicieras, tampoco sentirías ni lamentarías nada. Pues algo así debe ser morirse.