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Hombre, eso casi que lo veo bien.
Bueno, ya en serio. Invitar, lo que es invitar, repito y repetiré que lo veo bien, tener detalles lo veo bien, y hasta ilusiona. Y es algo que suelen hacer tanto chicos como chicas en temas de regalos, invitar... más de chicos, pero vale.
Lo que no veo bien es la EXIGENCIA de la invitación. Es decir, MI COÑO VALE tanto que tú me lo tienes que pagar todo, o casi todo.
Eso no, eso no es invitar, eso es una obligación. Y si esa obligación pasa por encima de la realidad, como fue mi caso que NO TENÍA DINERO para invitar, y ella monta en cólera, en malos modos, en berriches, en malas caras y en agobios y malas palabras... pues ya me direis.
Eso ha hecho que desde el 2003 no vuelva a invitar a ninguna mujer, jamás, exceptuando algunos casos muy concretos. Y eso que a mi me encantaba invitar desinteresadamente, pero los abusos dejan marca (buen eslogan, me lo apunto).