Con todo mi respeto hacia el mundo homo (al cual todo cristiano debería hacer al menos una peregrinación en la vida) pero vamos a definir donde termina el adjetivo y donde empieza el insulto.
Un homosexual es aquel que da o se deja dar por culo por otros hombres (individualmente o en grupo), come pollas, lame culos (viriles), en ocasiones se viste de mujer, se comporta como una maricona, se tira pedos con aroma a rosas, en fin.... lo típico.
Pero un maricón puede ser un sujeto exactamente igual a lo anteriormente descrito, pero que además tira los trastos a un heterosexual.
Si quiere ser homosexual eres libre de hacer lo que quieras con tu ojete pero a partir de que haces proposiciones porculeras a individuos no adheridos a tal movimiento, eres un maricón.
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Esta mañana he tenido que afrontar el infame guiño (subjetivo) de un maricón compañero de oficina de otro amigo. Era la cosa más maricona que se pueda describir; vestido de perroflauta, pelo rizado cortado al estilo "blue lagon", barba de 7 días, pendiente, sonrisa cortada por un claro deseo que comerte el culo.....
Y yo, me he comportado con educación y he hecho caso omiso a sus "guiños". Pero esas marico-provocaciones me llevan hartando desde hace años y llegará un día que (Dios no lo permita) tomaré aire, tragaré saliva, haré el corazón fuerter y le diré: QUE TE DEN POR CULO, MARICÓN!
Un homosexual es aquel que da o se deja dar por culo por otros hombres (individualmente o en grupo), come pollas, lame culos (viriles), en ocasiones se viste de mujer, se comporta como una maricona, se tira pedos con aroma a rosas, en fin.... lo típico.
Pero un maricón puede ser un sujeto exactamente igual a lo anteriormente descrito, pero que además tira los trastos a un heterosexual.
Si quiere ser homosexual eres libre de hacer lo que quieras con tu ojete pero a partir de que haces proposiciones porculeras a individuos no adheridos a tal movimiento, eres un maricón.
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Esta mañana he tenido que afrontar el infame guiño (subjetivo) de un maricón compañero de oficina de otro amigo. Era la cosa más maricona que se pueda describir; vestido de perroflauta, pelo rizado cortado al estilo "blue lagon", barba de 7 días, pendiente, sonrisa cortada por un claro deseo que comerte el culo.....
Y yo, me he comportado con educación y he hecho caso omiso a sus "guiños". Pero esas marico-provocaciones me llevan hartando desde hace años y llegará un día que (Dios no lo permita) tomaré aire, tragaré saliva, haré el corazón fuerter y le diré: QUE TE DEN POR CULO, MARICÓN!