La izquierda es experta en crear problemas donde no los hay, como dice mi nueva gurú ideológico. Los gobernantes izquierdosos se caracterizan por la mediocridad artística, la horterada, la limitación intelectual que se suplen con unas frases aprendidas y unos conceptos básicos que se usan a modo de comodín, la nula gestión económica, el desastre administrativo, un odio infantil al cristianismo (que no a otras religiones) probablemente de algún trauma tipo no tener zapatos nuevos para llevar los domingos a misa y que se riesen de ellos, azuzar el espantajo de Franco, llenar los pesebres de los subvencionados del cine; y sobre todo son gente que quiere destruir lo que hay ya hecho para no crear nada, porque no tienen ni saben, crear algo distinto, solo quieren destruir lo que ya hay. Es la rabieta del niño que quiere romper lo que hace su hermano por impotencia al no llegar a ese nivel y mucho menos superarlo.
Y para muestra un botón. El ínclito ZP, que confesó no tener ni idea de economía a micrófono cerrado, que la inercia del anterior gobierno le mantuvo la economía del país hasta que se vino abajo como un castillo de naipes, que inventó la violencia de género, la discriminación positiva, que nos llenó el país de migrantes (ahora se dice así) sucios y proclives a delinquir mientras los jóvenes con dos carreras, máster e idiomas se iban fuera, que mandó a la abubilla Fdez de la Vega al Vaticano para escenificar que la partida para la curia sería la más alta de la historia. Sí, ZP, el que pagaba 3000 euros por tener hijos, el que tuvo un sueño; La Alianza de Civilizaciones. El que ideó el PlanÈ, para pulir las últimas monedas de las arcas públicas en un intento desesperado de reflotar un barco hundido mediante el método keynesiano. El macabro baile de esqueletos de las cunetas mientras el país entero se quebraba y los bancos cerraban el grifo.
Destrucción, desolación, ruina, brecha social, cisma.
Zurrapas, Nueces, Hediondo subnormal; estos son los representantes de la izquierda actual que tenemos aquí, ¿os parecen gente normal? No me lo digáis, reflexionar en vuestro fuero interno.