Sureño
Freak
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Después de algo más de una década usando las aplicaciones de ligoteo para conocer chatis y echar kikis, llego a la conclusión de que estás ya han sido exprimidas del todo y lo que queda es mierda sin absorber que acabará languideciendo.
Lejos ya quedan esos años dorados en donde servidor quedaba sin problemas con 2, 3, o 4 tías a la semana (no siempre acabando con resultado erótico), y que de 10 chats que abría, con 5 se hablaba sin problemas, quedando con mujeres, eso sí, de todo tipo y pelaje, pero el fondo, que era conocer y ligar, se cumplía con creces.
Como dije en más de una ocasión, la puta pandemia cambió las app´s para siempre. Mucha gente, en especial tíos, en el confinamiento, empezaron a meterse a mansalva y a subir, más si cabe, la ya escalada de lorealismo e inflación con respecto a las mujeres, y evidentemente, eso ha tenido consecuencias. Una de ellas, es que todas las app´s, cuyas funciones casi todas eran gratuitas, empezaron a cobrar por ellas. Antes entrabas y no tenías que pagar por ningún servicio, y ahora es imposible, salvo que seas un adonis, no tener que hacerlo, porque entonces eres un auténtico fantasma.
Otra consecuencia, es el cada vez más aumento de tías imbéciles que, imbuidas por este feminismo posmoderno de mierda, de porqueyolovalguismo, de empoderamiento de mis cojones y, sobre todo, supuestamente, independientes, van buscando a tíos con perfiles imposibles de cumplir, que precisamente cubran todas sus necesidades, especialmente las de ser proveedor (igualdad e independencia por mis cojones), que sea guapo, soltero, sin hijos, y con la vida resuelta, aunque ellas tengan hijos, vivan en casa de sus padres y la cuenta corriente tenga telarañas. Pero lo más gracioso es que ves perfiles que llevan AÑOS y AÑOS pululando en las app´s y todavía siguen buscando a ese príncipe azul y que nunca, supuestamente, les aparece, y me da que son tías con multitud de taras que, pese a la desesperación de los tíos, ellos huyen de ellas. Además muchas parece que te miran por encima del hombro, y que te perdonan la vida simplemente por el hecho de escribirlas, o en algunos casos, no es que te respondan, que es lícito, es que directamente te bloquean, aun cuando les entras educadamente. Y ahora parece que la última moda es que quieren tíos que vivan dos calles más abajo o a cuatro manzanas como mucho, ya que más es una "relación a distancia". Lo tienen tan hecho, que no van a mover un puto dedo por ti aunque les gustes.
Y es que te vas fuera de las app´s de ligoteo y ves que Facebook e Instagram es peor todavía, tías subiendo fotos y cientos de gilipollas babeando con ellas. Y qué decir de telegram, que tiene un apartado de "personas cerca" de las cuales de 100 que hay, 95 son tíos, tres son putas y dos son más feas que la madre que lo parió.
He pedido peso, de hecho, he bajado de 100kg, llegando a pesar 114, y se va notando bastante, pero macho, por primera vez en mi vida, me veo perdidísimo. Es más, vas a cualquier sitio, por ejemplo, gimnasio, y no es ya las tías, es ver la gente cada uno a su rollo, sin apenas hablarse entre ellos, sin apenas relacionarse y muchos con el móvil absorbidos entre ejercicio y ejercicio. Así es muy difícil.
Y diréis... Sureño, ej que esto lleva tiempo así, claro que sí, pero no al nivel de paroxismo al que se ha llegado. Sureño, ej que tienes ya 41 años, por supuesto, pero no aparento más de 35, sin canas, pelazo y ya recuperando la figura, y económicamente relativamente desahogado.
¿Qué cojones pasa?
Lejos ya quedan esos años dorados en donde servidor quedaba sin problemas con 2, 3, o 4 tías a la semana (no siempre acabando con resultado erótico), y que de 10 chats que abría, con 5 se hablaba sin problemas, quedando con mujeres, eso sí, de todo tipo y pelaje, pero el fondo, que era conocer y ligar, se cumplía con creces.
Como dije en más de una ocasión, la puta pandemia cambió las app´s para siempre. Mucha gente, en especial tíos, en el confinamiento, empezaron a meterse a mansalva y a subir, más si cabe, la ya escalada de lorealismo e inflación con respecto a las mujeres, y evidentemente, eso ha tenido consecuencias. Una de ellas, es que todas las app´s, cuyas funciones casi todas eran gratuitas, empezaron a cobrar por ellas. Antes entrabas y no tenías que pagar por ningún servicio, y ahora es imposible, salvo que seas un adonis, no tener que hacerlo, porque entonces eres un auténtico fantasma.
Otra consecuencia, es el cada vez más aumento de tías imbéciles que, imbuidas por este feminismo posmoderno de mierda, de porqueyolovalguismo, de empoderamiento de mis cojones y, sobre todo, supuestamente, independientes, van buscando a tíos con perfiles imposibles de cumplir, que precisamente cubran todas sus necesidades, especialmente las de ser proveedor (igualdad e independencia por mis cojones), que sea guapo, soltero, sin hijos, y con la vida resuelta, aunque ellas tengan hijos, vivan en casa de sus padres y la cuenta corriente tenga telarañas. Pero lo más gracioso es que ves perfiles que llevan AÑOS y AÑOS pululando en las app´s y todavía siguen buscando a ese príncipe azul y que nunca, supuestamente, les aparece, y me da que son tías con multitud de taras que, pese a la desesperación de los tíos, ellos huyen de ellas. Además muchas parece que te miran por encima del hombro, y que te perdonan la vida simplemente por el hecho de escribirlas, o en algunos casos, no es que te respondan, que es lícito, es que directamente te bloquean, aun cuando les entras educadamente. Y ahora parece que la última moda es que quieren tíos que vivan dos calles más abajo o a cuatro manzanas como mucho, ya que más es una "relación a distancia". Lo tienen tan hecho, que no van a mover un puto dedo por ti aunque les gustes.
Y es que te vas fuera de las app´s de ligoteo y ves que Facebook e Instagram es peor todavía, tías subiendo fotos y cientos de gilipollas babeando con ellas. Y qué decir de telegram, que tiene un apartado de "personas cerca" de las cuales de 100 que hay, 95 son tíos, tres son putas y dos son más feas que la madre que lo parió.
He pedido peso, de hecho, he bajado de 100kg, llegando a pesar 114, y se va notando bastante, pero macho, por primera vez en mi vida, me veo perdidísimo. Es más, vas a cualquier sitio, por ejemplo, gimnasio, y no es ya las tías, es ver la gente cada uno a su rollo, sin apenas hablarse entre ellos, sin apenas relacionarse y muchos con el móvil absorbidos entre ejercicio y ejercicio. Así es muy difícil.
Y diréis... Sureño, ej que esto lleva tiempo así, claro que sí, pero no al nivel de paroxismo al que se ha llegado. Sureño, ej que tienes ya 41 años, por supuesto, pero no aparento más de 35, sin canas, pelazo y ya recuperando la figura, y económicamente relativamente desahogado.
¿Qué cojones pasa?
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