Tenía yo 12 o 13 años y fui a visitar a un amigo a la ciudad de Alcorlol. El amigo vivia en el "Parque Lisboa" y era socio de un polideportivo muy grande de allí.
Fuimos a jugar al baloncesto y en un descanso nos fuimos a ver un partido bastante chulo que estaban jugando unos tios ya mayores al fútbol sala. Estabamos apoyados en una valla metálica del campo viendo el espectáculo y se nos puso cerca nuestro un niño rata de unos 15-16 años de aquella época (eran otros tiempos pero también había niños rata por entonces), y comenzó a comer pipas y echar las cáscaras dentro del campo de futbito.
Paseaba por allí un señor con botas de cowboy, bajito pero como un armario ropero de ancho, y mi amigo cuando le vio tragó saliva porque por lo visto era el vigilante del polideportivo y había que andarse con el con pocas bromas. Recuerdo que lo llamaban "el mazas" y me contó que unos años antes había sido guardaespaldas de gente famosa, que era cinturón negro de varias modalidades de aretes marciales, pero que había acabado con movidas por palizas a gentuza y similares y ahora trabajaba como vigilante del polideportivo.
El caso es que "el mazas" cuando vio al niño echando las pipas dentro del campo, con toda la amabilidad que consiguió sacar de ese cuerpo de pitbull, el dijo:
-Chaval, deja de echar pipas al campo de futbito.
El niño rata con cara de chulito le replicó -yo echo las pipas donde quiero, no hago nada malo.
"El mazas" resopló, miro al chaval con cara de pocos amigos y le dijo:
-Chaval, lo primero es que las pipas mojadas sobre el campo de futbito que es de material, puede hacer que alguien se resbale si las pisa. Segundo, las pipas no se echan al suelo porque luego, si no, alguien tiene que limpiarlas y tercero las pipas no se echan al campo porque te lo digo yo que soy el vigilante de esto, y si vuelves a hacerlo, de la ostia que te meto entras al campo.
El niño rata le mira y le dice:
Tu no sabes quién es mi padre, ¿verdad? Mi padre es monitor de un gimlasio, está todo cachas, te saca dos cabezas y como te pases un pelo viene aquí y te pone fino filipino. Dicho lo cual y con actitud chulesca, cogió otra pipa, se la comió y volvió a tirar, con dos cojones, las cáscaras al campo.
Lo siguiente fue una colleja, con la mano abierta y desde atrás, que hizo que el niño rata diese una voltereta completa ayudado por la valla y le hizo caer de bruces sobre el campo de fútbol sala.
Nosotros nos miramos con cara de LOL y vimos correr al chaval entre lloros lastimosos, diciendo que si tenía huevos se quedase ahí esperando, que su padre estaba en el bar del polideportivo tomándose algo y que iba a buscarlo.
Nosotros nos frotamos las manos pues se avecinaba algo gordo, y allí se quedó "el mazas" esperando a que viniese el gorila del padre.
A lo lejos le vimos venir corriendo, el padre delante como un miura en los San Fermines y el niño detrás a su retaguardia como buen niño rata que era. Nosotros con los ojos como platos a 2 metros del evento.
Según se iba acercando el morlaco, iba gritando a "el mazas":
-¡¡Que le has hecho a mi hijo, cabrón, a ver si tienes los huevos de hacérmelo a mi!!
La verdad es que daba miedo ver venir esa mole, que era todo músculo y venas, mas cachas que "el mazas", pero le sacaba como 30 cms de alto.
El mazas, sin inmutarse, le esperó donde estaba, y cuando lo tuvo a tiro y aprovechando la inercia que llevaba el otro, le dio un golpe en la garganta que lo paró en seco y lo dejó sin respiración, para acto seguido soltarle una ostia, que aún me retumba en los oídos como si atizas con un bate a una sandía madura y que dejó grogui al padre del colega.
"El mazas" todo tranquilo se fue a por el chaval, que también se frenó en seco y le dijo, cuando se despierte tu padre le dices que si quiere venir a buscarme ya sabe donde trabajo, y tu ya sabes lo que te espera si no vuelves a hacerme caso.
Eran otros tiempo, supongo, y este tipo de cosas podían suceder sin mayores consecuencias legales, pero a mi me enseñó algo muy importante, haz las cosas bien y, sobre todo, no le lleves la contraria a un tipo que apodan "el mazas".
Años después me comentó mi colega que "el mazas" apareció asesinado con un tiro en la nuca dentro de un pozo, lo que tampoco me extrañó nada y también me enseñó que era mejor elegir un trabajo en el que no hubiera que estar repartiendo ostias, por muy malote y cachas que fueras, pues las pistolas las pueden empuñar fácilmente cualquier hijodeputa rencoroso.