En España solo el 6,9% de la población se identifica con el colectivo LGTB.
Como minoría debe apartarse e ignorarse.
Es mi opinión.
Que pertenezcas a ese colectivo es una cosa, y que ese movimiento y sus ramas hermanas dominen intelectualmente esta sociedad y gobiernen sus instituciones es otra cosa, y esa cosa es una realidad.
A ver si te vas a pensar que porque tú y todos aquí no vivamos como Amancio Ortega somos los que mandamos. No, manda él más, mucho más.
Dicho esto, se lo están cargando todo.
Recuerdo hace cosa de un año a una chica que no llegaba ni a los 20. Salía del tren en estado de shock. Llevaba el pelo corto, ropa típica de chico. Alta, delgada, de frágil aspecto.
Estaba temblando. Tenía pánico. Por su mirada todo le parecía una amenaza. Me pedía que no me acercara a ella y que nadie se acercara a ella.
Tras arrancarle las palabras con cuentagotas, respondiendo monosilabicamente una pregunta de cada diez, y de apartarse en un rincón sentada, encogida con la cabeza agachada y sus brazos tocando sus rodillas, básicamente le ocurría que no podía ver a mucha gente. Tenía fobia de la gente. Su familia estaba al corriente, estaba medicada, no era la primera vez que ocurría.
Era una chica apocada, con un cacao que flipabas y su familia tenía una cruz que no veas.
Paradójicamente, a pesar de ese look masculino, tenía la voz más femenina que yo he escuchado jamás. Literal. Y mira que en mi vida he escuchado directa o directamente millones de voces femeninas, y si había una voz femenina era esa (bueno, y la de el viejo de la montaña también).
Es realmente muy triste lo que están generando.
La empresa que fabrica Diazepan es el futuro. Apuntaros a allí. En las próximas generaciones van a triplicar sus ventas, y eso que en la última ya las han multiplicado.